La gala inaugural del XII Festival Internacional de Cine Bajo la Luna–Islantilla Cinefórum fue el marco del homenaje al realizador de televisión y director de cine Chico Ibáñez Serrador, al que se le concedió el galardón honorífico Francisco Elías a título póstumo, en un acto que contó con la presencia de su hijo, el también director de cine Alejandro Ibáñez Nauta, así como de compañeros de profesión como las actrices Silvia Abascal y Emma Ozores.

Con esta gala se da el pistoletazo de partida para dos meses de proyecciones cinematográficas bajo la luz de la luna, al aire libre, y en el mágico espacio del patio del Centro Cultural de Islantilla, ubicado en la Avenida de Río Frío de este enclave turístico compartido por los municipios onubenses de Lepe e Isla Cristina.

Alejandro Ibáñez manifestó su convencimiento de que un formato de concurso como Un Dos Tres… responda otra vez “es absolutamente viable a día de hoy; no sólo tendría cabida, sino que sería un éxito; lógicamente habría que actualizar los ritmos, el humor, y la manera de realizarlo, pero el público está demandando un formato así, que sirva para reunir a las familias en torno a la tele”, sobre todo en un momento “en el que se está imponiendo un modelo de consumo audiovisual individual a través de las plataformas online como Netflix y tantas otras, que yo soy el primero que disfruto, pero que entiendo que en pocos años terminará con la tele tradicional tal y como la hemos conocido”.

El hijo de Chicho Ibáñez Serrador agradeció que el Festival de Islantilla haya sabido apreciar el legado de su padre, “una sombra que es muy larga, y que sin duda seguirá creciendo con el paso de los años”.Valoró como “una gran pérdida para el cine, la televisión y el teatro español” el fallecimiento de su padre, y mostró su disposición a respaldar cuantos reconocimientos de esta naturaleza se propongan a partir de este primero que se ha impulsado desde Islantilla.

En representación oficial de la Mancomunidad de Islantilla, el primer teniente de alcalde de Lepe, Adolfo Verano, agradeció las palabras de Alejandro sobre el Festival, e hizo extensible ese agradecimiento a otros actores presentes en el acto, recordando la enorme aportación del homenajeado a la sociedad española, “ya que su obra audiovisual consiguió transformarnos un poco a todos los que crecimos delante de su forma de hacer televisión”. Verano recordó también el valor de un galardón que lleva por nombre el de otro grande del cine español, en este caso el onubense Francisco Elías.

Por su parte, el director de la muestra, Esteban Magaz, puntualizó que es “la primera vez que entregamos un premio a título póstumo, pero este Festival ha admirado siempre la figura y el legado de Narciso Ibáñez Serrador, un maestro con mayúsculas del Audiovisual”.

Magaz alabó la trayectoria profesional del homenajeado, “un director que tan sólo tiene dos películas en su currículum cinematográfico, pero qué dos maravillosas películas: La residencia y ¿Quién puede matar a un niño?, son dos auténticos referentes para cineastas tan importantes a día de hoy como pueden ser Juan Antonio Bayona, Álex de la Iglesia o el propio Alejandro Ibáñez, quien también rodó su primera película con el género de terror como telón de fondo”.

Afirmó que, además, “se puede decir que Chicho también hizo cine desde la televisión, no solamente con aquellas famosas Historias para no dormir, sino con el propio Un Dos Tres, donde a mi entender también había mucho cine, ya que fue una gran cantera de actores e intérpretes a sus órdenes, siendo un auténtico descubridor de estrellas a lo largo de varias décadas”.

Emma Ozores calificó como “una gran suerte haber tenido la oportunidad de trabajar a las órdenes de Chicho como guionista y como actriz; es una persona a quien quiero y a quien seguiré queriendo toda mi vida, puesto que continúa presente a través de todo su trabajo, que sigue ahí, al igual que el cariño de toda esa gente que hemos podido disfrutar durante el tiempo que nos ha hecho felices a todos”.

La actriz recordó que su padre, el también actor Antonio Ozores, “tuvo sus mayores éxitos de mano de Chicho Ibáñez Serrador, porque Chicho daba muchas oportunidades a la gente, dando a conocer sus trabajos y la valía profesional de los actores; era muy exigente consigo mismo, y muy trabajador, alguien que valoraba mucho al actor y a este oficio, y se lo tomaba muy en serio”.