Un hombre "grande como el buey pío, rojo como una sandía..." pero que "se enternece, igual que un niño", así describía Juan Ramón Jiménez, a Darbón, el médico de Platero, como él gustaba llamarlo y al que eleva a la categoría de universal dándole protagonismo en la elegía andaluza Platero y yo. Para ahondar en la biografía de este almonteño de nacimiento, el Archivo Histórico Municipal de Moguer, localidad natal del Nobel, exhibe, en el marco de la actividad Documento del Mes, una serie de escritos que además permiten al público descubrir interesantes aspectos relacionados con el poeta y su obra más universal.

A Darbón dedica Juan Ramón Jiménez uno de los capítulos de ese libro, del que este año se conmemora el centenario de su primera publicación, concretamente el XLI, en el que realiza una somera descripción de sus rasgos y su personalidad, como su candidez. "Si ve una flor o un pajarillo, se ríe de pronto, abriendo toda su boca, con una gran sonrisa sostenida, cuya velocidad y duración él no puede regular y que acaba siempre en llanto", escribió el Nobel sobre esta persona a la que, además, menciona en otros tantos fragmentos de su obra.

Su nombre figura en los padrones de la matrícula industrial y de comercio, de los que se han seleccionado para ser expuestos durante todo el mes de mayo los fechados en 1896, 1897, 1905 y 1908, en los que constan los distintos domicilios en los que ejerció su actividad de veterinario (calles del Sol, Limones y San José), según ha informado el Ayuntamiento de Moguer. También aparece en el padrón de habitantes de 1903 residiendo en la calle Rábida, donde vivía con su mujer María del Rocío Saa, natural de Moguer, y una hermana de esta llamada Montemayor.

Otro documento de interés relacionado con la figura de Darbón y que se puede contemplar en la sala de consultas del Archivo durante todo este mes de mayo, es el libro del personal del Ayuntamiento de Moguer (1898-1986) en el que aparece Juan Darbón como inspector veterinario con un sueldo de 500 pesetas anuales. Completan estos aportes que dan luz a su biografía un oficio de la serie Correspondencia del Juzgado de 1907, del juez Ángel de Gorostidi al alcalde de Moguer, para que los agentes de su autoridad indaguen sobre el hurto a Darbón de "cuarenta y seis duros en monedas á cinco, un par de botas, unas tenazas y unas tijeras".

Nacido en Almonte hacia 1840 se formó académicamente en la Facultad de Veterinaria de Córdoba, según la información recopilada por el investigador almonteño Santiago Padilla Díaz de la Serna, gran estudioso de la figura de Darbón del que es descendiente. Un personaje de un peso de "once arrobas" y de "tres duros de edad" que atendió a Platero hasta el final de sus días cuando, ante la llamada de su eterno compañero, Juan Ramón, este lo visitó y tras examinarlo "meció sobre el pecho la cabeza congestionada, igual que un péndulo" vaticinando el triste desenlace, el de su muerte. Una muerte con la que el burrito se convertía en eterno aún sin saber que el paso de los años lo convertiría, gracias a la pluma del Nobel, en universal como a todos aquellos personajes que como su "médico" estuvieron vinculados a su vida.