La actriz española Concha Velasco lamentó ayer la situación del sector cultural en España, y en especial el teatro, para sostener que "lo del IVA cultural -que actualmente cotiza al 21 %- ya no se arregla ni con quimioterapia".

En unas declaraciones para presentar la representación de la obra Olivia y Eugenio, que el próximo sábado llega al Teatro Alcalde Juan Manuel Santana de Lepe, la actriz afirmó que la imposición de un tipo de IVA tan alto a la cultura "le ha hecho mucho daño al teatro, algo que ya no se puede arreglar", por lo que ha pedido a los políticos españoles "que se preocupen más de nosotros que de ellos mismos".

"Han matado al teatro profesional, aunque el público, que también es estupendo, sobrevive con nuestros impuestos, y es una pena que pase esto en España, el país de Europa, aparte de Inglaterra, donde mejor teatro se sigue haciendo y donde la gente reclama que se haga", dijo.

Por ello, pide un esfuerzo a los integrantes del nuevo gobierno que se forme en España para que solucionen esta situación y destacó que "con 76 años que tengo me siento defraudada, pero sigo pensando que no todos los políticos son corruptos, y que la democracia es el mejor sistema de gobierno que puede haber".

Concha Velasco reflexionó, además, sobre su trabajo en Olivia y Eugenio, dirigido por José Carlos Plaza, que cuenta, además de con ella con Hugo Aritmendiz y Rodrigo Raimondi en el escenario, dos actores con síndrome de Down.

Una obra que ha supuesto "y esa medalla me la tengo que colgar" la primera ocasión en que actores con Down se interpretan a sí mismos "en un montaje que hace una gira convencional por toda España, llenando teatros", algo que no tiene precedentes en el teatro español.

"Es una maravilla lo que está pasando con esta obra, y si no estuviese bien hecha y no fuese algo importante no llenaría los teatros y tendría tanto éxito, porque al final es una obra tal cual, en la que los actores llegan al público", explicó.

Tras año y medio de gira, se felicitó del trabajo que hace en la dirección José Carlos Plaza, una de las claves del éxito del montaje, "y un director con el que he trabajado en varias ocasiones y con el que me entiendo muy bien", concluyó.