Desde las diez de la mañana hasta pasadas las ocho de la tarde, en una sesión maratoniana, el Parlamento catalán acogió ayer a cerca de una veintena de profesionales entre defensores y detractores de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), quienes expusieron ante los parlamentarios argumentos muy dispares y contrapuestos. Entre otros, a favor de la Fiesta, intervinieron el apoderado Salvador Boix, el diestro Joselito, la psicóloga Marilén Barceló y el filósofo Víctor Gómez Pin; y en contra la escritora Espido Freire, el científico Jorge Wagensberg, el etólogo Jordi Casatmijana y el filósofo Jesús Mosterín.
Entre los partidarios taurinos, Boix dijo: "Aspiro a que nuestros representantes creen empleo y resuelvan las preocupaciones de la población. ¿Cerrarán luego las granjas de cerdos o pollos o prohibirán también la caza? Luego quieren proteger los correbous". Joselito, que pidió a los políticos que le preguntaran en castellano porque no les entendía, desgranó varias ideas: "Me da pena que una sociedad que aboga por la libertad y el aperturismo pretenda prohibir. Que cada uno tenga libertad… El toro es el animal más hermoso y mejor tratado del mundo y desaparecería si se prohibieran las corridas". Barceló destapó "el miedo a que se vea la muerte del toro", cuando en Portugal se le mata de peor manera, "en los corrales", y aludió a las endorfinas que desarrolla el toro en la lidia y que le evitan el dolor. Y Gómez Pin incidió: "No conozco a nadie que vaya a los toros para ver un sufrimiento".
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