Días de Cómic

La Canción de Roldán

  • 'Roncesvalles' (1980), de Antonio Hernández Palacios, gira en torno a la famosa derrota infligida al Ejército del rey franco Carlomagno en el año 778 por el pueblo de los vascones

  • Días de cómic: El relevo

Portada de 'Roncesvalles'.

Portada de 'Roncesvalles'. / M. G.

En este álbum de Antonio Hernández Palacios, el lector se verá transportado por el autor a la Edad Media, a través de las dos historietas que lo integran. La primera historia es Roncesvalles, la que da su título al álbum. Los dibujos de Hernández Palacios nos llevan al momento en el que las tropas de Carlomagno se dirigen a la Península Ibérica con el fin de auxiliar al gobernador de Zaragoza, y así disfrutamos de un soberbio fresco histórico sobre la famosa derrota infligida al Ejército del rey franco Carlomagno en el año 778 por el pueblo que los romanos llamaban vascones, que habitaban principalmente en la actual Navarra, y también en algunas zonas de La Rioja, Guipúzcoa y Zaragoza.

Los vascones son alertados por sus brujas ante la llegada de Carlomagno y se preparan para la batalla. El cómic es una reconstrucción fidedigna de los hechos, que fueron diluidos y alterados en el tiempo. Las crónicas de la época reseñaron la muerte del rey franco a manos de un poderoso Ejercito árabe, ya que la derrota ante una tribu como la vascona no era honorable. No olvidemos que los romances de caballerías idealizan y mitifican todas las situaciones que rodeaban a los señores de la guerra, desde sus hazañas hasta su propia muerte.

El pueblo vascón es presentado como un grupo pacífico que solamente responde de manera violenta ante la llegada de un Ejército sanguinario. El trazo de Hernández Palacios es ágil, muestra los bellos paisajes donde trascurre buena parte de la historia y muestra de manera abierta pero sin excesos la crueldad y violencia del periodo medieval.

El enfoque que Antonio Hernández Palacios hace de esta gesta bélica, protagonizada en un bando por el emperador Carlomagno y sus tropas y en el otro por los vascones de la frontera navarra de los Pirineos, fue innovador por centrarse en gran medida en la parte vascona del conflicto. Antiguamente se conocía este episodio por las crónicas y los poemas escritos por historiadores carolingios y sajones que pusieron el énfasis en el valor de los paladines francos muertos y denigraron a los atacantes. El texto más conocido es La Canción de Roldán, manuscrito del siglo XII que convertiría al general carolingio en leyenda y a la derrota en una épica resistencia.

La batalla, que tuvo lugar, según la mayoría de los historiadores, el 15 de agosto del 778, fue una emboscada protagonizada por cientos de montañeses vascones que atacaron la retaguardia del Ejército franco formado por 20.000 soldados en total.

El ejército de Carlomagno no pudo contraatacar, ya que los vascones se dispersaron por montañas colindantes. En la emboscada, murieron centenares de soldados francos y varios paladines de Carlomagno.

Palacios concibió Roncesvalles como un poema épico estructurado en dos cantares. El primer cantar narra la travesía de las tropas de Carlomagno hacia Zaragoza y su sangrienta retirada en la que arrasará Pamplona. El segundo cantar se centra en la feroz batalla en un desfiladero del Pirineo Navarro entre la retaguardia del ejército franco comandada por el conde Roldán, prefecto de la Marca de Bretaña, contra los montañeses vascones.

En la segunda historia, titulada Garín, Hernández Palacios nos transporta a una Edad Media imaginaria, en la que tienen cabida dragones, hadas y tiranos que gobiernan reinos a los que intentará liberar este personaje, antecedente del más conocido Drako de Gades. El resultado son unas magníficas planchas inéditas en España hasta el momento de la publicación de este álbum, y que han sido recoloreadas por la viuda del autor para resaltar todo su valor artístico.

Antonio Hernández Palacios (Madrid, 1921-2000) fue pintor e historietista, discípulo del nervense Daniel Vázquez Díaz. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Tras la Guerra Civil se dedicó a los carteles cinematográficos y a la publicidad gráfica, pero su inquietud artística le llevó a querer dedicarse al cómic. En 1970, empieza a trabajar en la revista Trinca de Ediciones Doncel, donde publicaron Abulí, Jan, Carlos Giménez, Víctor de la Fuente, Jaime Brocal Remohí, Ventura y Nieto y Esteban Maroto. En esta revista desarrolló sus dos series más conocidas: Manos Kelly, y El Cid.

La próxima semana: La princesa caballero (1953), de Osamu Tezuka, narra las aventuras de Zafiro, princesa de Silverland, que se hace pasar por chico para que el trono no caiga en manos del malvado Duque Duralmin.

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