Cubrir los márgenes

Una edición más, ahora la undécima, el pabellón español de la Bienal de Venecia recoge una muestra relevante de la arquitectura española contemporánea

Exterior de la Sede Judicial de Antequera, que recibió el Premio FAD de 2007.

10 de septiembre 2008 - 05:00

Hace algunos años, una revista de arquitectura catalana trajo a la superficie alargada de sus páginas la obra de dos arquitectos, por entonces menos conocidos, que titulaba como arquitecturas de los márgenes; los arquitectos no eran otros que Siza y Coderch. Desde aquellos momentos, para tantas cosas inaugurales, las iniciativas de rescate de lo que queda oculto por la proliferación de otros signos arquitectónicos espectaculares no han dejado de producirse.

Si repasamos los dos apartados que el comisariado del Pabellón de España ha planteado para la ocasión, nos encontraremos con una operación similar: la de hacer venir a nuestra atención -aprovechando la relevancia de la convocatoria- la obra de una parte de la arquitectura española contemporánea, no tan conocida, con una calidad e interés en muchos casos superior a la que patrocina ese fenómeno mediático en el que se ha convertido la arquitectura de autor española en el mercado global.

Esta iniciativa, en absoluto planteada como una operación crítica, termina por alentar la sospecha de aquellos espectadores interesados por la arquitectura sobre si lo que se está registrando en los top de ventas se corresponde con lo mejor de lo realizado en estas últimas décadas en España. A partir de aquí, se abre un juego en el que cada uno puede elegir y comparar por parejas, tríos o cuartetos, para así establecer una evaluación que, a menudo, no se corresponderá con lo sancionado por las celebraciones oficiales. Por ejemplo, el por qué de la relevancia indiscutible de un Moneo frente a la alta competencia cultural y artística de un Navarro Baldeweg, por qué la reiterada presencia -aún hoy- de lo madrileño o lo catalán, frente a un construido estado arquitectónico de las autonomías o por qué prestigiar lo estético de un Vicens frente a lo real-productivo de Eddea y los logos-obras frente las operaciones territoriales o urbanas.

Así, la muestra que han comisariado Soledad del Pino y Ángel Fernández-Alba para la 11ª Mostra Internazionale di Architettura de Venecia, bajo el epígrafe De lo construido a la arquitectura sin papel, se vale de los trabajos de 50 arquitectos españoles de dos generaciones distintas para visualizar cómo se ha pasado de una manera de hacer más artesanal (dibujo sobre papel) a otra que se apoya en el manejo de la nueva instrumentación y tecnología disponible hoy con los ordenadores. Una ocurrencia de los comisarios -cualquier excusa valdría para significarse cada dos años- que les sirve para mostrar la última (y más afín) producción española.

Los de la primera generación se agrupan con el lema Sin nombres, lugares, 6 estudios consagrados aunque algunos fuera de los circuitos mediáticos: los madrileños de Navarro Baldeweg, López Cotelo y Vargas Funes, los catalanes de Clotet-Paricio, Llinás y Aranda-Pigem-Vilalta y el vasco IMB, atendiendo a sus "juicios poéticos, aquellos que acercan la arquitectura a los presupuestos del arte"; los de la segunda, 15 en total, lo harán bajo el paraguas de la Arquitectura sin papel para mostrar nuevas vías de creatividad y experimentación artística. Todos ellos -8 estudios madrileños, 3 catalanes, uno vasco (el de Suárez-Santas, autores del Parque empresarial de Arte Sacro de Sevilla) y 3 andaluces (Jiménez Torrecillas y CUAC de Granada y Eddea de Sevilla)- presentando sus trabajos mediante animaciones de soporte digital, con "imágenes en las que se mezcla la arquitectura con otras artes como la fotografía, el diseño gráfico...", como comentan los comisarios.

Va a ser Eddea-arquitectos quien, desde Sevilla y de la mano de Laguillo y Schönegger, se incorpore al debate internacional en esta ocasión. Una manera de entender la producción arquitectónica que con sus obras más recientes y representativas -la Sede Judicial de Antequera (Premio FAD 2007) y la Piscina Cubierta de Lepe (Premio Bauwelt 2005)- así como con los proyectos que actualmente tienen en construcción -el Intercambiador de Transportes y el Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe o la Torre Galia en el Puerto de Sevilla y el Complejo residencial y comercial en Sofía- podrá ser conocida y contrastada en el marco de la Bienal con las otras del Pabellón Español, y también con las experimentales de Ecosistema Urbano (Tato-Vallejo), Recetas Urbanas (Cirugeda), Cloud 9 (Ruiz Geli) y Husos (Restrepo-Barajas) o con el Hyperhabitat: reprogramando el mundo de Guallart, en el Arsenale, por citar tan sólo la representación española.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS)

Teatro Lope de Vega de Sevilla: objetivo abrir en 2025

Lo último