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Provincia de Cádiz

Una nueva vida en Cádiz para 28 niños y mujeres refugiados de Ucrania

  • Familias de acogida de la Bahía y otros puntos de la provincia acuden a Chiclana a encontrarse con otras que huyen de la guerra de Ucrania y que ahora serán parte de la suya

Recibimiento en Chiclana a un grupo de refugiados ucranianos. / Jesús Marín

Cuando Cristina, de poco más de dos años, ha salido por la puerta del autobús su luz ha iluminado la calle de Chiclana donde esperaban nerviosas las familias gaditanas que ahora serán más en casa. "Soy Sacha", "soy Natasha", "soy Irina", se presentaban las mujeres con sus niños, después de tres días de autobús, más todo lo q dejan atrás. Tras lograr salir de su país, y sin contar lo pasado antes de hacerlo, ahora serán acogidos por vecinos de la Bahía de Cádiz, de Jerez, de Arcos, de San Fernando, que han ofrecido sus casas para que estas personas puedan empezar una nueva vida huyendo de la guerra e intentar "que se sientan lo más a gusto posible".

Así lo contaba Marcos, que junto a su mujer Pili, ya habían preparado una habitación para Diana y su hija Irina, de 16 años. "Ayer fuimos al Ikea a comprar un armario nuevo para terminar de convertir un estudio que teníamos en su habitación", apuntaba nervioso esperando el encuentro. A ellos no les coge de nuevos tener a personas en casa. Desde hace 16 años forma parte de la red de familias acogedoras de la Junta de Andalucía y han pasado 16 niños por su casa. De hecho ahora tiene a un chaval de 12 años que compartirá hogar, al menos por un año con un uno de sus hijos biológicos y con Diana e Irina, con la que se fundían en un abrazo en la sede de Afasode (Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo), donde han recibido con aplausos y alegría a estos refugiados. Ha sido un momento muy especial

Encarna y su familia lloraban de alegría tras ver  a Irina y sus hijos Dimitri, de 10 años y Cristina, una de las primeras pequeñas que salió del autobús saludando y que a los pocos minutos tenía su bufanda del Cádiz y ya jugaba con los hijos de Encarna. Ella sí se estrenaba en esta labor. "Estoy loca de contenta", decía antes, esperando en la asociación. Está acondicionando una parte de su casa, en Chiclana, para que estén lo mejor posible porque la decisión y la llegada han pasado "súper rápido". "No me lo he pensado mucho pero estaba con las carnes abiertas por todo lo que está pasando y ahora puedo ayudar", reconocía.

Encarna se ha hecho la idea de que estarán en la vivienda al menos más de un año "porque es una mujer con niños pequeños y no sabemos qué pasará con su marido o si podrá trabajar". Pero "entre nosotros y mi familia podremos sacarlo adelante y ya nos iremos entendido". "Mi marido habla un poco de inglés y también la asociación no ha dicho que se ha ofrecido traductores de la comunidad ucraniana de aquí", añade.

Una de las traductoras era Irina, que a pesar de haber llegado el 13 de marzo también huyendo de Kiev, hará todo los posible para ayudar a sus compatriotas que no hablan español. Ella estuvo viniendo todos los veranos desde los 10 a los 16 años con una familia de Chiclana y ahora ha tenido que volver con 27 años y sus dos hijos pequeños. "Mi marido está protegiendo su pueblo", comentaba. "Espero que esto acabe pronto y poder volver, porque allí tenía mi vida, mi trabajo que me iba bien y ahora..."

Las familias acogedoras gaditanas han adquirido un compromiso de acoger a estas personas durante un año, tras apuntarse a la campaña emprendida por la asociación Afasode, que lleva años dedicado a defender los derechos de los niños tutelados y a su familias de acogida. Según contaba Juan Molina, a través de personas vinculadas a una ong y ayudados por fondos de personas particulares, han logrado traer en autobús a 65 personas de Ucrania a Andalucía, de las que 28 se quedarán en la la provincia de Cádiz. "La gran mayoría son madres y sus hijos, también abuelas, provenientes de Kiev y de otros puntos".

Desde su puesta en marcha, emprendieron la búsqueda de familias que pudiera acoger en casa a estas personas, "con unos ingresos mínimos porque por ahora no hay ayudas establecidas, con espacio en casa para poder vivir con dignidad , con su certificado sin antecedentes penales y delitos sexuales, con una entrevista personal en su casa donde veamos que son capaces de resolver situaciones de conflictos,..." Es decir, una serie de requisitos para que no haya riesgos para estos niños y sus madres. "Y ya tenemos 112 familias potencialmente acogedoras y la semana que viene traeremos otros autobús que se quedará en la Bahía. Necesitamos que la sociedad se involucre y o se tengan que quedar en centros", contaba mientras charlaba con el alcalde de Chiclana, José María Román, que también estuvo durante la bienvenida.

Molina recuerda lo importante que es saber canalizar este sistema de acogida y las ayudas, para garantizar la seguridad de estas personas, "ya que zonas de guerra hay muchas mafias". 

Mañana será día de ayudarlos a empadronarse o a buscar colegio para los pequeños. La asociación les acompañará y asesorará en todo el proceso. Hoy ha sido el día de la emoción del encuentro. "Lo voy a llevar a todos lados, a jugar al fútbol, se van a sentir muy bien con nosotros", le decía otra mujer a otro de los niños que formará parte ahora de su vida.

Un centenar de ucranianos han llegado a Cádiz

El subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, ha señalado que la llegada de ucranianos a la provincia desde que comenzara la invasión de Ucrania por parte de Rusia se cifra en torno a un centenar de personas, que son los que han acudido a la Policía Nacional para pedir su protección temporal. Así, en la provincia la población ucraniana ha pasado, de momento, de 626 personas que había el 24 de febrero a 730.

En declaraciones a los periodistas, Pacheco ha incidido en la importancia para los ciudadanos ucranianos, al poder llegar por su cuenta libremente desde que piden territorio europeo, que una vez que lleguen a la provincia acudan a la Policía Nacional para tener un registro y para facilitarle en 24 horas la protección temporal.

En este sentido, ha recordado que la protección temporal tiene validez para un año y le da capacidad para solicitar la tarjeta sanitaria en los centros de salud, para poder escolarizar a los niños o para poder buscar un trabajo.

"Es muy importante que lo primero que hagan es acudir a la Policía para solicitar esa protección", ha incidido Pacheco, que ha añadido que si además necesitan una solución habitacional porque no tienen un techo al no tener familia cercana o de acogida, pasarían a la segunda parte para incorporarlo a la red de acogida.

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