Las vidrieras del Mora Claros

lLa Consejería de Servicios Sociales restaura la vidriera de la sala de lectura del Centro de Día

Es un trabajo de limpieza y consolidación de los emplomados para reforzar la estructura

1. La vidriera restaurada, en la sala de lectura de la prensa. 2. Alegoría colombina en la escalera de subida.           3. Detalle de uno de los dibujos. 4. Vidriera de la planta alta. 5. Aspecto de la claraboya con una hermosa decoración artística. 6. Inscripción de la fecha de realización de la vidriera restaurada.
1. La vidriera restaurada, en la sala de lectura de la prensa. 2. Alegoría colombina en la escalera de subida. 3. Detalle de uno de los dibujos. 4. Vidriera de la planta alta. 5. Aspecto de la claraboya con una hermosa decoración artística. 6. Inscripción de la fecha de realización de la vidriera restaurada. / Reportaje Gráfico: Josué Correa
Eduardo J. Sugrañes

15 de julio 2017 - 02:07

En la mayoría de las ocasiones valoramos las cosas cuando nos faltan. Eso es lo ocurrido en estas últimas semanas. No llegó al mes la ausencia y la verdad que se echó en falta la vidriera de la planta baja del Centro de Día Mora Claros.

El hueco creó un vacío en estos días que invitaba a un repaso de un palacio, el de Antonio Mora Claros y Pepita Jiménez, que es una de las grandes joyas de la ciudad, dependiente en la actualidad de la Consejería de Igualdad y Servicios Sociales.

Se inicia con un proyecto de Moisés Serrano, de 1912, y lo amplía Pérez Carasa, en 1919

Un recorrido por una casa palacio que se inició según proyecto de Moisés Serrano, en 1912, y que completa un gran arquitecto de la ciudad de la época como es José María Pérez Carasa. La vidriera objeto de la restauración que se encuentra en la planta baja, en la zona de lectura de la prensa diaria, corresponde a la primera etapa del edificio, la de Moisés Serrano. Así lo delata la inscripción de la fecha de ejecución. Está firmada por J. H. Mavme Jean Hos. París-Madrid-San Sebastián. El tema central es el escudo heráldico con angelotes en otros de los paños. La principal preocupación era la estabilidad integral de toda la vidriera, ya que se había detectado el abombamiento de algunos paños y deterioros en los nervios de los emplomados. Así que se desmontó la vidriera y fue trasladada al taller Crisarte, donde se procedió a la limpieza de todo, así como al refuerzo con un cristal colocado en la parte posterior. El resultado es que la vidriera vuelve a estar en su sitio, donde completa la belleza de un espacio único y al que en estos días le faltaba algo muy importante. La restauración lleva la mirada a todas las otras vidrieras del palacio, a las que se le viene realizando un seguimiento para su mejor conservación y se espera puedan ser objeto de futuras actuaciones de limpieza y restauración.

La planta alta también ofrece interesantes piezas como es la alegoría colombina de la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo, una vidriera firmada por La Veneciana de Zaragoza, en 1920; corresponde ya a la ampliación del palacio según proyecto de Pérez Carasa.

Estas vidrieras son especialmente hermosas, de estilo modernistas y art decó, emplomadas y con cristales de diversos colores con muy diversos temas, colombinos, paisajes, escudos e incluso religioso, como son los destinados a los ventanales de la que fuera la capilla privada de la familia. Destaca en la primera planta una escena de la naturaleza de gran valor artístico. El Mora Claros está de enhorabuena, restaurar para mantener es un éxito.

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