Un verano de tregua y esperanza para los menores ucranianos en Huelva

Este verano, tres niñas y dos niños ucranianos han pasado sus vacaciones en la provincia onubense, alejados del caos que invade su país debido a la guerra

Cinco menores ucranianos pasarán el verano en Huelva con familias de acogida

Jornada de convivencia en Isla Mágica.
Jornada de convivencia en Isla Mágica. / Redes sociales de la Asociación ASNIA
Lourdes Barba

Huelva, 22 de agosto 2025 - 06:00

Cada sonrisa cuenta. Para cinco pequeños de la región de Odesa, llegar cada verano a Huelva es mucho más que un viaje: es un refugio temporal lejos de la guerra y el miedo cotidiano. Esto ha sido posible gracias a la Asociación ASNIA, una organización sin ánimo de lucro que gestiona y organiza desde hace años la estancia temporal de niños y niñas en la provincia de Huelva. Esta asociación, que nació en 2008, primero se encargó de acoger a menores de la zona de Chernóbil, y desde hace tres veranos, son menores ucranianos de otras zonas del país los que encuentran en la provincia un respiro en mitad de tanto caos durante el periodo estival, beneficiándose así de una alimentación sana y un buen clima, al permanecer aproximadamente 45 o 50 días aquí.

Los menores que participan en este programa de estancia temporal, deben tener entre 8 y 17 años, viajar con el consentimiento de sus padres o tutores legales y siempre que su estado de salud lo permita. En el programa de este verano 2025, han sido tres niñas y dos niños los que pisaron tierra onubense el pasado 24 de junio y este jueves 21 de agosto regresan a sus hogares en Ucrania, habiendo disfrutado así durante dos meses completos de una vida más cómoda, fácil y sin el sonido de la guerra de fondo. Además, a través de este proyecto se ha posibilitado que también otros menores estén pasando el verano en distintas zonas de Andalucía.

Visita al Muelle de las Carabelas.
Visita al Muelle de las Carabelas. / Redes sociales de la Asociación ASNIA

Los cinco menores que han pasado este verano en Huelva, los cuales tienen entre 10 y 12 años, proceden de Odesa, una de las zonas que está sufriendo frecuentes ataques de las fuerzas militares rusas. Durante los dos meses que viven en la provincia, se consigue alejarlos del entorno bélico donde residen, dándoles la oportunidad de vivir en paz, alejados de las bombas y sirenas de alarmas. Al mismo tiempo, se potencia una alimentación equilibrada, hábitos saludables y se atiende cualquier problema médico que pueda surgir.

Un verano lleno de actividades

Durante julio y agosto, conviven con familias de la capital y del municipio de Bonares. Van a la playa, disfrutan de excursiones, meriendas y juegos en la calle como cualquier niño. "Son dos meses de normalidad, que para ellos son un regalo", explica Nieves Sánchez, vicepresidenta de la asociación ASNIA. "Llevamos tres años trabajando con Ucrania, porque debido a la situación geopolítica que atraviesa el país, pensamos que nos necesitaban, especialmente para darles a los más pequeños un descanso bélico en vacaciones". Cada verano, llegan en junio o julio y se marchan en agosto, permaneciendo así alrededor de dos meses en hogares de familias "guardadoras" de Huelva y su provincia. "Pasan el verano en el seno familiar y semanalmente convocamos actividades para que se encuentren, convivan y se diviertan", comparten con el periódico Huelva Información. Aunque la estancia es temporal, los lazos perduran. "El contacto no se pierde en ningún momento, porque las familias crean ese vínculo y hablan con los niños durante todo el año".

Las altas temperaturas marcan el calendario, pero no frenan la agenda programada para estos pequeños. Cada semana, realizan una jornada de convivencia en la que hacen una visita a un lugar distinto, disfrutando así de actividades diversas y al aire libre y de la convivencia entre menores, familiares y miembros de la asociación. Tardes en la Piscina Municipal de Bonares, excursiones al Aquopolis de Cartaya, convivencias en Isla Mágica, visitas al Muelle de las Carabelas y, como no, días de playa, son algunas de las actividades que han realizado los menores este verano en la provincia de Huelva.

Tarde de diversión en el Parque de Atracciones de Isla Mágica.
Tarde de diversión en el Parque de Atracciones de Isla Mágica. / Redes sociales de la Asociación ASNIA

Quién lo hace posible: apoyos y financiación

La pieza clave en este proyecto es la Diputación de Huelva, "nuestro principal cofinanciador y quienes lo han financiado este año con 12.000 euros", señalan. Según la asociación, este año han destinado recursos fundamentales para sacar adelante el proyecto otro verano más. A estos se suma el Ayuntamiento de Bonares, quienes también colaboran con la organización sin ánimo de lucro, facilitando el desarrollo de actividades y el acceso a las instalaciones municipales. El Ayuntamiento de Huelva, por su parte, es con quien suelen firmar el convenio anual.

Desde la asociación ASNIA, hacen un llamamiento a las familias onubenses para que se sumen a esta emotiva e importante iniciativa. "Las familias ucranianas quieren que sus hijos salgan de allí y tengan un descanso del conflicto bélico", explica Nieves. A pesar de que cada año sean más las familias onubenses que se sumergen en este proyecto, también cada año son más las familias ucranianas que buscan que sus pequeños disfruten del verano que merecen. Por ello, es muy importante para la asociación la unión de nuevos núcleos familiares a la acogida de estos niños, con el fin de brindarles unos meses de verano más cálidos y alegres. "Necesitamos más familias que se sumen a la causa", traslada su vicepresidenta.

Los menores ucranianos disfrutan de un verano al completo en la provincia de Huelva.
Los menores ucranianos disfrutan de un verano al completo en la provincia de Huelva. / Redes sociales de la Asociación ASNIA

Estas vacaciones acaban de terminar para ellos, por lo que la asociación ya tiene puesto el foco en el próximo año. El jueves 21 de agosto, estos pequeños parten desde Málaga hacia sus ciudades de origen, con el recuerdo clavado en sus corazones de unas familias que han dado todo para que puedan disfrutar de un verano tranquilo. Cada año, el compromiso es que los niños y niñas regresen de nuevo las próximas vacaciones a las mismas familias mientras tengan edad para participar en el programa. "No cambian de familia, siempre vuelven al mismo seno familiar", expresan. De este modo, cada verano no es un paréntesis aislado, sino un capítulo más en una relación afectiva que crece con los años y que convierte a Huelva en un lugar de referencia y esperanza para decenas de menores ucranianos.

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