La asociación de vecinos denuncia “el abandono” de la parte posterior de El Molino, de todas las vías perpendiculares desde la calle Lucena del Puerto a la avenida Molino de la Vega. Hay tramos que carecen de acerado, calzadas sin asfaltar, con baches, y la basura y los escombros se acumulan en los solares, donde crece sin control la hierba.

La presidenta de la asociación vecinal, María Teresa Paus, señala que el estado que presenta esta parte del barrio es de “auténtica vergüenza”. Apunta que en los solares “hay ratas, culebras, naves medio destruidas, suciedad y basura, es un foco de infección”. Incide en que “hay que adecentar” esta zona, “aquí viven personas, que pagan sus impuestos, se considera centro de la ciudad, y no tienen por qué vivir en esas condiciones, no tienen que vivir en la inmundicia”.

Paus subraya que “es una entrada a Huelva y, por necesidad, hay que arreglarlo”. Comenta que por un lado se avanza en el desarrollo urbanístico con la construcción de la Ciudad del Marisco, y en el otro lado, sin embargo, hay edificios abandonados a medio construir.

Recuerda que en esta parte había naves industriales “y no se tocó”. Explica que los constructores compraron terreno para construir pero con la crisis económica de la década de los noventa todo se quedó parado. Los constructores construirían los inmuebles y se encargarían de arreglar su correspondiente tramo de calle, pero todo aquello quedó en proyecto y “ahora hay que buscar una nueva forma de encauzar todo esto”.

Respecto a la calle Trigueros, el final de la misma está sin asfaltar, la calzada es de hormigón, y hay partes sin acerado. “En el número treinta y nueve vive una señora que está en silla de ruedas y no puede salir de su vivienda, hay tramos con acera y otros no”. La representante vecinal pide que no se espere a que termine de redactar el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para arreglarla. Recalca que es “difícil” transitar por esta calle y más si se va en silla de ruedas o se lleva el carrito de un bebe, a lo que añade que hay un bloque de pisos nuevo cuyos propietarios al salir a la calle se encuentran con “un barrizal”.

Explica que desde el primer plan de asfaltado que se llevó a cabo con el actual equipo de gobierno municipal, que contempló la avenida Costa de la Luz, no se ha realizado nada en la barriada, a pesar del mal estado de sus calles.

En la calle Fuenteheridos, donde está instalada la asociación de vecinos y el centro de salud, la calzada está en malas condiciones en el segundo tramo de la misma, lo mismo ocurre en Lucena del Puerto, en donde se ubica el Colegio de Educación Infantil y Primaria José Oliva; en Macías Belmonte, que no hay asfalto en su tramo final y la calle está impracticable y en la calle Trigueros, que está sin asfaltar en la parte que va desde Lucena del Puerto a la avenida Molino de la Vega.

A éstas se une la calle Santiago Apóstol, por cuya acera también es complicado caminar, y en la que hay naves abandonadas, en las que se amontona la basura.

Desde el Ayuntamiento de Huelva indican que la trasera de la barriada del Molino de la Vega está formada por una serie de parcelas que conforman seis unidades de ejecución del planeamiento urbanístico, todas por el sistema de compensación, “lo que supone que los propietarios de las mismas tienen que llevar a cabo los bloques de viviendas contempladas, más la urbanización hacia el espacio interior de la barriada y el espacio que delimita con la avenida y que iría creando un parque que se une al ya existente”, pero debido a la crisis económica, las unidades de ejecución prácticamente no se han desarrollado, y cada una de ellas tienes un grado de consecución muy diferente en la aprobación de los instrumentos de gestión y de obras.

Conscientes de esta realidad, y dado que los bloques de cabecera que debían terminar el barrio no se han edificado, el Ayuntamiento ha establecido esta zona como “una de las prioridades del avance del PGOU”, buscando “nuevas posibilidades y alternativas” encaminadas a aprovechar este tramo para consolidar la prolongación de la ciudad hacia el Polígono Pesquero Norte, de tal forma que El Molino no se convierta en fondo de saco en sí mismo (la pasada semana hubo una reunión con el equipo redactor donde se abordó el tema).

Por otro lado, el Ayuntamiento “ha puesto en marcha varias medidas para acabar con la suciedad” que se acumula en las parcelas privadas de la trasera de la barriada y su entorno. Se ha activado “un plan de limpieza especial en la zona del Molino de la Vega y, sobre todo, por el entorno del centro de salud, a consecuencia de la Covid; “se atienden con actuaciones especiales todos los avisos de Línea Verde y denuncias ciudadanas en este entorno”, no obstante, al tratarse de parcelas privadas, “se hace muy difícil mantener toda la zona limpia”.

El Ayuntamiento ha tramitado tres expedientes (órdenes de ejecución que se encuentran en la fase final) instando a los propietarios de tres parcelas en las calles Macías Belmonte y Luis Manzano a la retirada de basuras, limpieza, desinfección y vallado (está previsto que esta semana los propietarios reciban la orden tras finalizarse el procedimiento).