La peligrosidad sísmica en Andalucía, entendida como la probabilidad de que en un lugar determinado y durante un periodo de tiempo de referencia ocurra un terremoto, es la más alta de España, aunque a escala global puede considerarse moderada. La prevención y gestión del riesgo ante terremotos implica la necesidad de desarrollar distintas líneas de actuación, unas más directamente dirigidas a la previsión y prevención y otras cuyo objetivo es disponer de una planificación operativa que posibilite mitigar los daños y actuar coordinadamente en caso de ocurrencia de una situación de emergencia. En este segundo ámbito se sitúa el presente Plan de Emergencia ante el riesgo sísmico en Andalucía, que recogiendo lo establecido en la correspondiente Directriz Básica de Planificación de Protección Civil, lo concreta y desarrolla en el ámbito territorial andaluz.

El director provincial de Emergencias 112, Francisco Huelva explicó que ante una situación de terremoto tsunami, "todo se gestiona desde el Centro de Coordinación Operativa que es el organismo que moviliza los recursos y alerta a los servicios operativos -públicos y privados- que fueran necesarios para adaptarse al escenario planteado lo que correría a cargo de Protección Civil.

El Plan de Emergencia ante el Riesgo Sísmico de Andalucía, data de 2009 y cuenta con la aprobación de las directrices de la Unión Europea. Incluye diferentes niveles de respuesta a nivel operativo. Así, Francisco Huelva sostiene que "un seísmo que tuviera efectos destructivos en la capital, tendría además alcance no solo en la provincia sino muy posiblemente a nivel nacional e internacional (por Portugal)". En ese caso, es el Gobierno central quien se hace cargo de coordinar todas las tareas. Así, el delegado del Gobierno andaluz en Huelva sería el principal responsable del dispositivo siempre que se no considerara que la emergencia es de interés general, momento en que pasaría al Estado, al Centro Nacional de Emergencias.

Aunque todos los municipios de más de 20.000 habitantes tienen la obligación de contar con planes de Emergencia Municipal, los fenómenos como terremotos o tsunamis se quedarían fuera de su ámbito de actuación dada la magnitud de la emergencia, que afectará con toda seguridad, a varios términos municipales. Los recursos de las diferentes localidades y ciudades se ponen a disposición de los comités autonómico o nacional, según sea el caso.

Francisco Huelva se congratuló de la observancia de las normas sismorresistentes en las edificaciones, ya que hay que tener en cuenta que el terreno donde se asienta la capital es "marismeño y hecho de sedimentos". Esta composición provoca un efecto de prolongación de la onda sísmica con lo que los efectos son mayores que en terrenos más sólidos. Es por lo que "al movimiento sísmico se responde en función de las estructuras o materiales que se hayan utilizado en la construcción de los edificios".