La plantilla del Infanta Elena ha aprobado mantener las movilizaciones ya que consideran que “la única solución posible es la no supresión de transporte colectivo”. Así lo ha hecho saber la junta de personal de este centro sanitario que convocó una asamblea le pasado lunes, a la que asimismo asistió el director-gerente Carlos Gutiérrez. Durante el encuentro, el gerente informó de la supresión definitiva de este servicio a partir del 1 de febrero así como de las negociaciones que había mantenido con Emtusa por las que se habían modificado los horarios y las rutas, ajustándolas “mejor” a las necesidades del personal.

Asimismo, siempre según la nota informativa de la junta, mantuvo su negativa a solicitar un concurso que permita la nueva contratación de dicho transporte colectivo, cumpliendo la legislación y el acceso a los empleados a su puesto de trabajo en tiempo y forma. Tras sus declaraciones, “debido al aluvión de críticas y reproches de los trabajadores, el gerente abandonó la asamblea sin escuchar las propuestas de solución planteadas por los mismos”.

La junta recuerda que la suspensión del servicio debería haberse ejecutado el día 1. Como consecuencia de una concentración celebrada el 21 del mes pasado, “obligó a la dirección-gerencia a prorrogar un mes dicho servicio de transporte mientras se buscaba una solución definitiva al problema suscitado”.Durante todo este tiempo, se han sucedido concentraciones de trabajadores, una denuncia a la Inspección de Trabajo “de cuya resolución estamos pendientes”, una recogida de más de 600 firmas y escritos a responsable del SAS para explicarles “la necesidad de mantener dicho transporte”.