Los trabajadores de FMC Foret anuncian más movilizaciones

Los trabajadores recolocables de FMC Foret, empresa ubicada en el Polo Químico de Huelva que cerró sus puertas el pasado día 31 de diciembre ante la imposibilidad de apilar fosfoyesos en las marismas por resolución judicial, se concentraron en la ayer ante las puertas de la fábrica y cortaron durante una hora la avenida Francisco Montenegro, al tiempo que acodaron nuevas movilizaciones.

El presidente del comité de empresa, Francisco Ruiz, explicó que las movilizaciones se han celebrado con motivo del 19-F, Día de la Industria onubense, pues "queríamos hacer ver la situación en la que nos encontramos". Tras el corte de la carretera, los trabajadores se reunieron en asamblea y y decidido que, desde las 6:00 del próximo lunes, harán turnos y acamparán frente a la fábrica.

Los trabajadores acordaron así nuevas movilizaciones a implementarlas la próxima semana, tendentes a sensibilizar a FMC y Foret para que "haga frente a su responsabilidad social corporativa con nuestra ciudad y mantenga el empleo industrial en la medida que se le exige".

Según informó la FIA-UGT, los trabajadores se encuentran en una situación de "incertidumbre" ante el proceso de negociación iniciado entre FMC Foret y Fertinagro al objeto de "dar continuidad a las instalaciones y por ende a los 83 trabajadores". Por ello, exigen que "bajo ningún concepto" se pretenda comenzar el proceso de desmontaje de las instalaciones, y para evitarlo se han iniciado las protestas.

Los recolocables piden que FMC Foret facilite la entrada de una nuevo inversor que permita dar continuidad a la actividad industrial y genere el empleo necesario para recolocar a dichos trabajadores.

Los empleados han transmitido a la dirección de la empresa que no van a permitir el desmantelamiento y achatarramiento de las diferentes plantas, cuando el compromiso adquirido con el comité y los sindicatos, fue acordar con Fertinagro, la recolocación de los trabajadores y la continuidad de la actividad industrial, adaptada a las nuevas líneas de negocio que incorporaría.

Los trabajadores mantienen que esta opción sería incluso más beneficiosa para la empresa, ya que de los 110 millones de dólares presupuestados para el cierre y desmantelamiento de la factoría solo tendría que invertir 35, incluido el coste de sus responsabilidad medioambientales, y de regeneración del suelo de la fábrica.