"Cada tarde es un torero y no hay un supermán, ni siquiera José Tomás"
¿Cuál es el mejor torero de la historia?
-No hay un supermán, ni siquiera lo es José Tomás. Cada tarde es un torero. Yo admiro, por ejemplo, a Palomo Linares, que era un tío con flequillo, rabioso y que metía mano a las empresas grandes. Era un poco Robin Hood y junto a El Cordobés hizo la guerra de guerrillas, cuando se quitaron de todas las plazas. Esto es lo que ha venido a hacer José Tomás, al rebelarse contra las grandes empresas, aunque en otro sentido, porque ya manejamos términos económicos. Ellos se rebelaron por el tema del maltrato, para que no les impusieran y se plantaron porque dijeron que eran ellos quienes se ponían delante del toro y tenían unos derechos. José Tomás ha venido a reivindicar eso por el tema de los derechos de televisión. A mí me han gustado muchos toreros, cada tarde hay uno que te dice cosas.
¿Aunque esa tarde sea la más infame del mundo?
-Aunque lo sea. Siempre estás percibiendo que hay un riesgo, un peligro. Porque ese torero ha estado más cerca del peligro que otro, porque ha cruzado una línea que otro no ha cruzado. Una tarde de toros conjuga todo eso, que el animal esté a gusto sobre el ruedo y se conjunte con un tipo que va con unas medias rosas, vestido de seda, con alamares e hilo de oro y como un sacerdote. Y, de pronto, empieza a surgir allí una magia que no eres capaz de descubrir en ningún otro sitio. Más perfecta, más imperfecta, pero hay una magia que no ves en ningún lado. Eso es en definitiva el toreo. Son esos dos compases caminando al mismo tiempo.
-¿Qué le parecen los ataques en las redes sociales contra Víctor Barrio?
-No me da ni rabia, de verdad. Siento tristeza porque le ha tenido que escocer a quien lo haya leído de su familia. Tenemos un mundo raro. Cuando alguien antepone a un animal por encima del ser humano es que algo falla en nuestra racionalidad y moral. Bueno, no me gusta hablar de moral porque nos imponen tantas moralidades en la vida diaria... No quiero hablar de esa moral, sino del interior del ser humano, de lo que realmente piensa cuando está solo, no de lo que quieren los demás que piense. Al final esto ha servido para que mucha gente que por inercia natural estaba en ese filo en contra de los toros se haya posicionado en el respeto. Mucha gente se ha quedado sola en esta historia y me alegro porque los miserables, cuando se quedan solos, son los más cobardes del mundo.
-¿Por qué no debe desaparecer la fiesta?
-Escuché a un norteamericano en Fitur hablar sobre los flujos de turismo en España y dijo que no entendía, desprovisto de sentimiento alguno, que los españoles quieran deshacer la marca Toro con lo que cuesta hacer una marca. ¿Por qué desperdiciar una imagen que se tiene respecto al mundo? El mundo nos ve y nos conoce por el toro y algo ha tenido que pasar en esta convivencia global para que la gente asuma ese elemento controvertido y lo venga a buscar. Ahora resulta que Hemingway era un borracho, ¿no? A mi me encanta y no porque escribiese de toros, sino porque escribió de sentimientos. ¿Por qué tantos escritores y artistas se fijaron en esta fiesta? ¿Por qué todas las artes han dedicado parte de su tiempo a una fiesta tan brutal? Algo de fuerza interior debe tener. Si no pudieron los papas con ella, creo que no podrá nadie. Se acabarán ciertos aspectos, se depurará, pero la vida son ciclos y los toros tienen fuerza y pujanza para seguir existiendo.
¿Qué opina del cartel de las Colombinas?
-Es uno de los más redondos de los últimos años. Está José Tomás, están dos toreros con una fuerza arrolladora que son López Simón y Roca Rey, que ha pasado por esta plaza como becerrista, novillero con caballos y ahora como matador con una proyección brutal. Ha sido triunfador en San Fermín, en Madrid, y puerta grande en Sevilla. Está El Juli, consolidado; está Perera, y lo más importante de la feria porque es lo que nos va quedar el año que viene: hay cinco nombres de Huelva. Cada tarde hay uno. Está Emilio Silvera, por quien Huelva mantiene una pasión enorme; está la alternativa de David de Miranda; está Alejandro Conquero el primer día y Andrés Romero a caballo. Y también Peti Chico. Y eso que no tenemos escuela taurina. Me ilusiona porque esos cinco nombres son los que nos van a quedar el año que viene cuando no esté José Tomás.
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