Un testimonio reabre el interés por un avistamiento ovni en Huelva en 1997

Huelva Paranormal

Una vecina revive el episodio de una luz silenciosa en el cielo onubense y su relato vuelve a avivar el debate entre la memoria colectiva, la explicación científica y la experiencia personal

Luces inexplicables entre Huelva y Portugal: "Una esfera que se movía sin ruido"

Vista aérea de Huelva con puntos de luz en el cielo. / M. G.
José Manuel García Bautista

21 de diciembre 2025 - 05:01

Un nuevo testimonio ha vuelto a poner sobre la mesa un episodio que muchos onubenses recuerdan con nitidez como fue el avistamiento de un objeto volador no identificado (muy luminoso) que habría surcado el cielo de Huelva a finales de la década de 1997.

Aunque el caso nunca llegó a contar con una investigación oficial de forma concluyente, la persistencia de quienes aseguran haberlo presenciado mantiene vivo el debate en torno a uno de los sucesos más comentados de la ufología local.

El relato más reciente procede de una vecina que afirma haber visto, junto con su abuela y su hermano, una luz silenciosa desplazándose de manera inusual por la zona de la Cooperativa. Según cuenta, el fenómeno coincidía con descripciones recogidas en medios locales en aquellos años: un punto brillante que se movía sin emitir sonido, cambiaba de trayectoria con suavidad y se desvanecía con la misma discreción con la que había aparecido. Algunas personas aseguraron entonces observarlo también desde las inmediaciones de la romería, lo que sugiere que el suceso habría sido visible desde varios puntos del municipio.

El testimonio de Diana Romero que ha decidido compartir su experiencia reconoce que el avistamiento marcó profundamente su memoria. “Era una luz que se movía en silencio y desapareció igual que llegó”, explica. Su intención al comunicarlo ahora, según señala, es simplemente “hacerlo saber”, convencido de que su vivencia coincide con la de decenas de testigos que en su momento se animaron a reportarlo.

La década de los noventa registró un incremento notable de avistamientos en toda España, motivado en parte por el eco mediático de casos internacionales y por el auge de grupos locales dedicados a investigar fenómenos aéreos anómalos. Huelva no fue una excepción ya que la prensa provincial recogió varios sucesos similares, aunque la mayoría quedaron catalogados como “sin explicación concluyente”.

Experiencia personal y las preguntas abiertas

Lo que hace singular el testimonio difundido estos días es la observación del presunto OVNI así como también las reflexiones posteriores del protagonista. Décadas después de lo ocurrido, asegura haber atravesado un periodo de inestabilidad mental que le llevó a recibir atención especializada. En ese contexto, afirma haber experimentado una “sensación de desfase temporal”, una percepción subjetiva de haber vivido más años y acumulado más experiencias de las que corresponderían a su edad real.

Según su relato, al revisar episodios de su vida y compararlos con fechas clave, detectó incongruencias que no lograba explicar. “Había vivido más años de los que realmente tengo”, sostiene, una impresión que lo llevó a plantearse interrogantes tan diversos como un posible vínculo con el avistamiento ovni, la existencia de alguna misión relacionada con servicios de inteligencia o la posibilidad de haber atravesado un fenómeno paranormal.

Entre los aspectos más llamativos de su testimonio se encuentra la afirmación de haber estado, en 2004, “en Madrid y en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva a la vez”. Esta idea, que él mismo formula como un enigma sin respuesta, forma parte de una serie de vivencias que asegura no poder reconciliar con una cronología personal coherente.

Expertos en salud mental consultados recuerdan que las alteraciones en la percepción del tiempo, en la memoria autobiográfica o en la continuidad narrativa de la vida pueden aparecer en distintos trastornos psicológicos, sobre todo cuando intervienen situaciones de estrés prolongado, traumas previos o episodios disociativos. Señalan que estas experiencias, aunque profundamente reales para quien las vive, no implican necesariamente la existencia de fenómenos externos extraordinarios.

“La percepción subjetiva del tiempo es extremadamente maleable”, explica Jorge Rodríguez, psicólogo clínico. “Es frecuente que personas que atraviesan crisis emocionales o psicóticas experimenten distorsiones temporales, lagunas de memoria o sensaciones de duplicación espacial. Estas vivencias no deben interpretarse como prueba de hechos imposibles, sino como indicadores de que la mente está intentando reorganizar experiencias bajo presión”.

Con respecto al avistamiento OVNI del año 1997, especialistas en astronomía apuntan que muchos fenómenos descritos como luces silenciosas en movimiento pueden corresponder a satélites, reentradas atmosféricas, aviones militares o incluso reflejos causados por condiciones atmosféricas particulares. La ausencia de sonido, de hecho, es habitual en objetos observados a gran altura. Aunque es sólo una posibilidad sin descartar otras.

El fenómeno OVNI, un fenómeno social persistente

Más allá de las explicaciones científicas o psicológicas, lo cierto es que los OVNIs siguen ocupando un espacio relevante en la cultura popular. La coexistencia entre testimonios personales y ausencia de verificaciones concluyentes ha alimentado durante décadas debates públicos en los que conviven escepticismo, fascinación y experiencias vividas con intensidad por sus protagonistas.

En Huelva, la memoria conserva varios episodios similares al descrito por esta vecina. Aunque ninguno derivó en investigaciones oficiales de gran alcance, muchos habitantes recuerdan haber escuchado relatos de familiares o amigos que aseguraban haber visto luces insólitas cruzar el cielo.

El reciente testimonio reaviva esa conversación, poniendo de relieve cómo los fenómenos aéreos no identificados funcionan como una especie de catalizadores

de emociones, interpretaciones y preguntas personales. Para algunos testigos, estas experiencias quedan como un episodio curioso; para otros, se convierten en un punto de inflexión que influye en su manera de entender su propia historia vital.

A falta de evidencias verificables, el avistamiento del año 1997 en Huelva continúa inscrito en el amplio archivo de fenómenos sin explicación concluyente. La nueva declaración no pretende resolver el misterio, pero sí recuerda que, para quienes los presenciaron, estos episodios no son simples anécdotas, sino recuerdos que son imborrables que se mezclan con su propia biografía.

La protagonista de este relato afirma no buscar notoriedad ni presentar su experiencia como un hecho demostrable, sino compartirla como parte de sus recuerdos. Su testimonio, cargado de interrogantes, vuelve a plantear la persistente pregunta que acompaña a estos fenómenos desde hace décadas: ¿qué ocurre realmente en nuestros cielos… y en nuestras mentes cuando intentamos explicarlo?

*Si ha tenido alguna experiencia paranormal, de cualquier tipo, no dude en comunicarse conmigo. Investigaré gratis su caso (como siempre lo hago) y trataré de ofrecerle respuestas: contacto@josemanuelgarciabautista.net

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