El sulfúrico gana puestos en la producción de Atlantic Copper

L Renovación del Polo Químico

La metalúrgica salva el escollo de perder a Fertiberia y Foret como clientes y vende el 100% del ácido que genera en Huelva · La facturación anual de este producto sube hasta los 30 millones de euros

Pantalanes de carga y descarga en el Puerto Exterior. El segundo de ellos, con un barco cargando, es el de Atlantic Copper. Al principio del mismo, los tanques de almacenamiento.
Pantalanes de carga y descarga en el Puerto Exterior. El segundo de ellos, con un barco cargando, es el de Atlantic Copper. Al principio del mismo, los tanques de almacenamiento.
Raquel Montenegro / Huelva

31 de enero 2011 - 01:00

El cobre es su emblema y el oro un puntal importante. Pero Atlantic Copper ha redescubierto en el ácido sulfúrico, un resultante del proceso de obtención del cobre, otra fuente importante de ingresos. El cambio de proceso en Fertiberia y cierre de Foret, que consumían dos terceras partes del sulfúrico en la fabricación de ácido fosfórico, obligaron a la empresa a reconvertir esa parte de su producción para orientarla a la exportación: hoy, después del cese del depósito de fosfoyeso en la marisma que ha motivado los cambios, Atlantic Copper vende el 100% del ácido que fabrica y sus resultados van en crecimiento (el sulfúrico supuso 30 millones de euros el año pasado) en una coyuntura favorable.

La metalúrgica ha dado así nuevos bríos a un subproducto de la producción de cobre. En el mineral hay prácticamente en la misma proporción hierro, azufre y cobre. En la fundición se separan para después ser procesados: en el caso del hierro, el resultado es el silicato de hierro, las llamadas escorias. Este subproducto, del que se obtienen en torno a 500.000 toneladas anuales, se utiliza como material de construcción con diferentes calidades comerciales y se vende no solo en España, sino también en Estados Unidos, Italia e Inglaterra.

El azufre se emplea en la fabricación de ácido sulfúrico, del que se producen un millón de toneladas al año. Durante más de tres décadas, Fertiberia y Foret han sido los compradores de la mayoría del sulfúrico de Atlantic Copper, para emplearlo en la fabricación de ácido fosfórico (la materia prima de sus procesos de producción de fertilizantes y fosfatos). De ese proceso industrial resultaba el fosfoyeso cuyo vertido a la marisma quedó prohibido a partir del 31 de diciembre pasado por sentencia de la Audiencia Nacional.

Al cesar ese proceso, Atlantic Copper quedaba sin los compradores del 70% de su ácido fosfórico (a los que además surtía por una conducción directa, ahorrando el coste del transporte). Pero para finales del pasado año había ejecutado un programa de inversión en nuevas instalaciones para facilitar la exportación del sulfúrico por barco, con un nuevo pantalán en el Puerto Exterior. Según fuentes de la compañía, el adelanto de las inversiones (inicialmente el cese de los vertidos estaba previsto para 2012) les ha permitido esquivar el golpe económico que hubiera supuesto quedarse sin clientes del entorno sin poder exportar el sulfúrico.

Ahora sólo una parte del ácido se queda en Huelva, unas 168.000 toneladas, la mayoría para Tioxide. El resto es vendido a empresas no sólo de España, sino sobre todo exportado: a instalaciones mineras del propio grupo Freeport en EEUU y Sudamérica y a otras compañías de Portugal, Italia y el norte de África. Hasta allí llega en barcos fletados desde Huelva y cargados en la terminal renovada del Polígono Nuevo Puerto o el pantalán de la avenida Francisco Montenegro. Y según las mismas fuentes, la fundición podría vender aún más si lo produjese.

El ácido sulfúrico se emplea fundamentalmente en la fabricación de fertilizante, aunque también se puede utilizar para la producción del cobre por vía hidrometalúrgica (atacándolo con ácido). Se trata de una de las sustancias químicas sobre las que más transacciones se realizan en el mundo (se mueven unos 200 millones de toneladas al año) y su demanda va al alza, por lo que está contribuyendo positivamente al balance de Atlantic Copper en un momento en el que la actividad de la metalúrgica se enfrenta a una competencia asiática basada en precios bajos ligados a costes salariales muy reducidos y nulos requerimientos medioambientales.

Mientras el precio del cobre ronda los 10.000 dólares por tonelada, las fundiciones occidentales no pasan por su mejor momento. La de Atlantic Copper en Huelva es la segunda de Europa, pero en China se están construyendo instalaciones similares a un fuerte ritmo de una cada año y medio o dos años, provocando el cierre de otras fundiciones en todo el mundo.

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