El simpático Cinema Estadio
Historia menuda
En junio de 1960 se anunciaba el uso del estadio municipal como cine de verano l Sólo duró unos años; la película 'Pedro el Cruel' clausuraba el verano de 1966 y la historia del Cinema
EN 1957, Huelva, nuestra bella capital, acababa de levantar en uno de los sitios más encantadores de los alrededores de la ciudad su estadio. Su edificación se había realizado con una cierta actividad, si tenemos en cuenta la lentitud con que en aquellos tiempos se construía en nuestra patria.
En los inicios de la década de los cincuenta el cine español estaba dispuesto a dar la batalla decisiva. En esas fechas, afortunadamente, ya podía caminar solo, salir al extranjero y hacer un buen papel; ya se había encontrado la fórmula para que el público hiciera cola delante de la taquilla de un cine donde se proyectara una cinta española: los actores españoles comenzaban a ser conocidos allende nuestras fronteras (caso de la película Locura de amor, interpretada por Aurora Bautista y laureada con cien premios; Don Quijote de la Mancha…). Como consecuencia de estas circunstancias, años después la industria cinematográfica gozaba de una óptima salud: había dinero, el cine español había salido de su letargo y las subvenciones estatales para nuevas películas se sucedían… Asimismo, afirmamos que hablar del aumento de los cines era contemplar también la grata expansión de una Huelva pintoresca y genuina, a cuya evocación la memoria se pasea por las páginas apolilladas de los años cincuenta y sesenta. Por otro lado, las productoras norteamericanas conseguían éxitos mundiales con filmes que provocaban grandes colas delante de las taquillas de las salas dedicadas al séptimo arte. Había demanda de cines y el Sr. Sánchez Ramade, mano firme, inteligencia clara y ánimo decidido, hombre pulcro y con clara visión comercial, en definitiva, supremo paladín de nuestro cine, posó sus ojos sobre el flamante Estadio Municipal y, tras conseguir el beneplácito del Ayuntamiento, dispuso los preparativos para instalar todo lo necesario en el recinto deportivo para dar sesiones de cine y aumentar, de esta manera, su cadena de salas cinematográficas. Así, el diario Odiel del día 7 de junio de 1960 anunciaba que el estadio municipal se iba a convertir en cine de verano:
"Hemos tenido la ocasión de saludar a don Eugenio Sánchez-Ramade Villegas, por el que hemos conocido la contratación para la temporada de verano, del estadio municipal, como recinto para exhibiciones cinematográficas.
El Sr. Sánchez-Ramade, de prestigio nacional, nos ha dado a conocer el escogido y extenso programa para su nuevo cine, en el que destacan renombrados filmes, de estreno en nuestra ciudad, y reestreno que en su presentación llenaron las salas.
Nos congratulamos de este auge cinematográfico para Huelva, del que saldrá muy beneficiada la populosa barriada de Isla Chica, Huerta de Mena y todos los alrededores de la parte alta de nuestra ciudad.
La Empresa Sánchez-Ramade ha dado comienzo inmediatamente a las obras de acondicionamiento en el Estadio Municipal en el que instalará modernas máquinas de proyección, originales sistemas de audición y las máximas comodidades para el espectador.
Nuestra enhorabuena a la Empresa Sánchez-Ramade por su nueva instalación. El estadio municipal, como cine de verano reúne inmejorables condiciones, por lo que su éxito está asegurado, contando con la dirección de tan prestigiosa firma".
El día 25 del citado mes y año, un anuncio en el mismo cauce anunciaba la inauguración del Cinema Estadio:
"Hoy inauguración de la temporada con Pelusa, que le hará reír, que le hará llorar, que le cautivará. La genial creación de Marujita Díaz. A las 9 y cuarto. Precios, sillas, 4 pesetas. General, 2.50".
El montaje cinematográfico se situaba en la general, con un buen aforo de sillas que constituían la preferencia y la general la componía los asientos de graderío. La pantalla que instaló la empresa recogía las películas de cinemascope y la audición era óptima desde cualquier sitio del estadio.
A lo largo de los años de existencia del Cinema Estadio los llenos fueron continuos, ya que las películas que se proyectaban fueron de mucha calidad, pero resaltemos que eran reestrenos, esto es, que habían sido primicias en fechas anteriores en otros cines. Así, en el primer verano pasaron por la pantalla del Cinema Estadio, entre otros, los títulos La violetera y Carmen la de Ronda, por Sara Montiel; Un rayo de luz (Marisol); Los Hermanos Karamazov y El rey y yo, por Yul Bryner; Siempre hace buen tiempo, por Gene Nelly; Con la muerte en los talones… Los niños también quedaron satisfechos con el Gran Festival de Tom y Jerry, proyectada el 26 de septiembre de 1961.
En los años siguientes, las inauguraciones y las clausuras de las temporadas fueron:
7 de junio, 1962: Siempre es domingo, por María Mahor y José Rubio.
30 de septiembre de 1962: Entre dos pasiones, por Robert Mitchum y Mary Brig.
13 de junio de 1963: El último torpedo, por Glenn Ford
9 de octubre de 1963: Rosana.
11 de junio de 1964: Fra Diavolo, con Francisco Rabal y María Cuadra.
9 de octubre de 1964: Terror en la noche, film policíaco.
10 de junio de 1965: Oro para el César, por Jeffrey Hunter y Mylene Demogeot
26 de septiembre de 1965: El hombre de la diligencia.
No quedó supeditado el cine que historiamos al arte de los hermanos Lumiére. Así, el 14 de agosto de 1962, a las once de la noche, se celebró un espectáculo flamenco titulado Desafío, en el que intervinieron los Hermanos Toronjo, los Hermanos Reyes, Rerre de los Palacios, Manolo Fregenal, Gran Silverio, Pepita Infantes, Rosario Savino, Justo GarridoEl Cateto y el Gran Ballet de Las seis gitanillas. El toque se reservó para el guitarrista Joaquín de Paradas, y como concertista actuó Paco Ávila.
El viernes, 31 de agosto de 1962, a las nueve, realizaba su presentación Wirllinia Derby, la Sansona del siglo XX, en una demostración increíble de fuerza y destreza, con la colaboración especial de Biscuter, un hombre liliputiense. Como una velada sin cante flamenco no está completa, aquella noche actuó Antonio GarcíaEl Brujo, acompañado a la guitarra por Segundo Zarza. Y, a las once y cuarto, cuando terminó este espectáculo, se proyectó la película titulada Suspiros de Triana, con Angelillo y Paquita Rico. En definitiva, una noche con varietés y cine y con una magnífica temperatura.
El día 16 de junio de 1966, inauguraba la temporada el Cinema Estadio con una película protagonizada por Rocío Dúrcal, titulada La chica del trébol. Y con un filme de tema histórico, Pedro el Cruel, finalizaba la temporada veraniega de 1966 y se clausuraba la historia del Estadio Cinema.
Si bien es cierto que todos los cines tenían sofisticados sistemas de refrigeración, descartamos que la temperatura fuese el motivo de su cierre, ya que los restantes cines de veranos (Jardín Cinema, Isla Chica y Plaza de Toros) continuaron varias temporadas más con su actividad. Lo que pudo ocurrir es que el Sr. Sánchez-Ramade considerase que este cine no fuese lo suficiente interesante, económicamente hablando, para seguir dedicándole la atención que le debía.
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