Huelva

El sector del transporte está al borde de la quiebra técnica por falta de actividad

  • El servicio discrecional cuenta con 35 empresas en Huelva y da empleo a 540 personas que temen por su futuro laboral

  • Piden poder recibir las ayudas directas que las distintas administraciones van a destinar al turismo

Autobuses aparcados en las instalaciones de Autocares Alcaide de Aracena

Autobuses aparcados en las instalaciones de Autocares Alcaide de Aracena / H.I.

Las empresas de autocares se han quedado seriamente tocadas por la pandemia ya que están sin viajeros a los que trasladar y sin apenas escolares a los que transportar, por lo que el futuro de estas empresas está más en la cuerda floja que nunca.

540 empleados. Este es el número de trabajadores que pertenecen a las 35 empresas de transporte discrecional con sede en la provincia de Huelva y que actualmente están pasando una de las etapas más negras de su vida.

Lo que en todas las previsiones iba a ser un año de beneficios históricos para el turismo, de un día para otro se convirtió en una pesadilla en la que conseguir el dinero para pagar los préstamos y las inversiones realizadas es la principal preocupación del sector.

Con los autobuses aparcados desde el mes de marzo, explica Juan Luis Alcaide, miembro de la junta directiva de la Asociación de Empresarios del Transporte de Viajeros (Atedibus), y propietario de Autocares Alcaide, “la situación que estamos viviendo nos deja al borde de la quiebra técnica”.

En este sentido, continúa Alcaide, “algunos estamos logrando sobrevivir a duras penas con el transporte escolar, pero solo con eso y sin los servicios complementarios que teníamos otros años las cuentas apenas salen”. Por otro lado, explica el representante de Atedibus, “Huelva tiene algo que no tienen otros lugares y es la gran cantidad de campo cultivado que necesitan el transporte de los temporeros para que trabajen y eso es lo que está salvando a algunas de las empresas de la costa, que están destinando los autobuses que antes eran para los turistas para el transporte de los trabajadores del campo”.

Con esta situación de inactividad, las facturas se acumulan y pagar los leasing y renting de los vehículos es una de las principales preocupaciones de los empresarios del sector. En este sentido, muchos encontraron un gran aliado en los créditos con aval ICO que ofreció el Gobierno al inicio de la pandemia, “pero necesitamos que amplíen la moratoria de pago de los créditos hasta los 24 meses, ya que el próximo mes de abril la mayoría tendremos que hacer frente a la devolución de los créditos sin apenas haber podido trabajar”. Tal y como explica Alcaide, el Gobierno aprobó está ampliación de la moratoria y salió publicada en el BOE, “pero nosotros vamos a los bancos y allí nos dicen que no saben nada, así que pedimos que se haga efectiva ya porque si no va a ser demasiado tarde y muchas empresas se van a tener que ver obligadas a cerrar”.

Por otro lado, mantener las plantillas de conductores, que en muchos casos son trabajadores con los que llevan trabajando toda la vida, es otro de los problemas a los que se enfrenta el sector. “Tenemos a casi toda nuestras plantillas acogidos a un ERTE y necesitamos que sean más flexibles y que se adapten a la peculiar idiosincrasia de nuestro sector, en la que el viernes tenemos un servicio y a lo mejor hasta el viernes siguiente no hay otro”, explica el empresario. Alcaide también cuenta que con esta inestabilidad han perdido al 30% de los conductores, “que han tenido que buscar alternativas de trabajo en otros sectores ante la escasez de pago de los ERTES, así que corremos el riesgo de quedarnos sin conductores para nuestras plantillas si no mejoran las condiciones de los ERTES y se adaptan al sector”.

Otra de las demandas del sector, prosigue el empresario, es la necesidad ampliar la utilidad de los vehículos para transporte escolar, homogeneizarlo con el resto de Europa para que pase de 16 a 18 años, “ya que nos encontramos con la situación de que cuando los vehículos vuelvan a arrancar lo van a hacer con un año y medio más de vida, pero sin haber recorrido ni un kilómetro, y algunos incluso no podrán volver a ponerse en marcha, cuando en condiciones normales se podrían haber amortizado más tiempo”.

Igualmente, desde el sector no entienden como no se ha incluido al transporte discrecional en las ayudas a fondo perdido para las empresas turísticas que han puesto en marcha distintas administraciones, ni tampoco como perceptores directos de las ayudas financieras del Fondo Europeo de Ayudas, “cuando el transporte forma parte fundamental del sector turístico. El autobús es turismo, somos los primeros que tratan con los turistas y no se nos está teniendo en cuenta para los planes de rescate y las ayudas”, relama Alcaide.

En definitiva, reclaman los empresarios del sector, las pymes del transporte necesitan tiempo y ayuda pública para su recuperación económica, “ya que lo contrario provocará la desaparición de muchas empresas familiares con la consiguiente destrucción de empleo y actividad económica, eliminado el tejido empresarial andaluz y haciendo que solo sobrevivan empresas multinacionales fuertemente capitalizadas por sus países de origen”. Concretamente, en Andalucía son 300 las empresas dedicadas al transporte discrecional, empresas que cuentan con 2.200 autocares y que generan más de 4.000 empleos directos.

Actualmente, continúa Alcaide, “estamos estudiando muchas propuestas y alternativas para intentar reactivar nuestro sector y salir adelante, pero es que nos falta lo más esencial, los turistas, y sin ellos poco podemos hacer”.

Para terminar, el representante en Huelva de los empresarios del sector ve en la vacuna “una luz de esperanza, pero todavía no sabemos cuando se va a empezar a vacunar ni qué resultados va a dar, por lo auguramos una recuperación muy lenta y creemos que por lo menos hasta otoño de 2021 no se reactivará el sector”.

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