Rocío Márquez: "A todas esas mujeres que hicieron tanto por el flamenco en Huelva desde las peñas habría que hacerles un homenaje"
La artista onubense bucea por sus raíces para explicar el proceso creativo que ha supuesto su noveno disco
"Para mí el arte es algo sagrado y si no me voy a acercar a él con la ilusión que merece, prefiero buscar otra vía. De esta manera fue como empecé a permitirme llegar a otros sitios, a otros estilos que en un principio no estaban ni siquiera en mi cabeza", revela
La cantaora onubense Rocío Márquez desafía las formas convencionales en su disco 'Himno Vertical'

Con los ojos brillantes y una sonrisa siempre encendida en la cara, la artista onubense Rocío Márquez presenta Himno vertical, su noveno disco. Un álbum conceptual, experimental y profundamente espiritual en el que continúa rompiendo patrones establecidos en el mundo del flamenco. Como dice ella, "es un canto a la transformación, una ceremonia circular en la que el principio y el final se abrazan en una danza eterna".
Pregunta. ¿Cómo está respondiendo el público a esta nueva "aventura" en la que vuelve a sacar el lado más transgresor del género?
Respuesta.Algo a mi favor es que ya llevo muchos avisos y no le ha cogido a nadie por sorpresa este último volantazo. Así lo voy sintiendo y el feedback que estamos teniendo es muy bonito. Como los últimos proyectos han estado bastante en los límites, continuamos en ese espacio, siempre partiendo del flamenco, pero también con mucho permiso y con contacto con otras disciplinas a nivel técnico y vocal. Ahora estamos en una etapa justo de compartir lo que se ha estado gestando en el último año y eso es precioso, porque empiezas a tener casi otra vida. Las personas que lo escuchan te empiezan a decir cómo lo han percibido, cómo lo han entendido. En este caso, como he entrado un poco en el terreno de lo místico, se entiende de maneras muy diversas. Y a mí me encanta porque eso me nutre mucho.
P.Es un disco marcado por una de las vivencias más duras que ha tenido que afrontar últimamente, como ha sido la pérdida de su prima.
R.Me apetecía mucho usar el cante para sentirme más cerca de Nuri. Justo yo estaba atravesando su duelo y precisamente este disco está "atravesado" por el eje de la ausencia, de la pérdida. Además, Pedro Rojas Ogáyar, guitarrista que hace y firma conmigo este proyecto, también estaba en el duelo de su padre. Entonces, sin tener una idea conceptual ya desarrollada pensamos en plasmar lo que supone atravesar el duelo. Surgió como improvisando. Teníamos muchas ganas de hacer algo juntos. A mí me interesa su visión de la música, porque él tiene la visión del mundo clásico, pero también incorpora códigos de la música contemporánea, de la vanguardia, de lo experimental. Y a mí todo eso en lo vocal me llama mucho y era como una manera también de continuar mi exploración.
Yo siento que cuanto más me permito, cuanta más libertad consigo traer a la obra, más honda se vuelven las raíces
P.La literatura también ha sido clave en este proceso.
R. Me inspiré en el libro de cabecera que tenía en aquel momento y que justamente me estaba ayudando a atravesar ese duelo. Se llama Poesía vertical, del poeta argentino Roberto Juarroz. Es poesía mística contemporánea. Cuando improvisaba me apoyaba mucho en sus textos. ¿Qué ocurrió? Que después al hacer el trabajo de condensación, como la poesía de Juarroz era de verso libre, yo necesité una métrica con ciertas rimas para que me encajara en los códigos flamencos. Al final todo fue mutando, cambiando y terminé firmando yo las letras.

P.Un trabajo que roza lo trascendental y que surgió desde su lado más profundo de manera espontánea, ¿no?
R.Durante el propio proceso tuvimos una sensación muy extraña de llegar a cosas que ni siquiera sabíamos que teníamos. Por ejemplo, a nivel vocal, descubrí todo lo que es rozar más la voz, sonidos nuevos... empecé a usar distintas técnicas que no había usado antes y que de repente surgieron y a Pedro le pasaba lo mismo. Entonces ahí empezó también a rondarnos esa idea sobre el arte de que realmente la obra no nos pertenece. Que más bien somos el canal para transmitirla, pero que no es nuestra. Y ahí hay algo muy hermoso porque te conecta con ese otro punto trascendental. En mitad del proceso nos dimos cuenta, sin haberlo planeado, de que estaba siendo como una conexión más allá de nosotros mismos de lo que hasta el momento habíamos podido sentir.
P.Sin duda, profundiza en su lado más creativo
R. Estaba leyéndome El camino del Artista, de Julia Cameron, y ella insiste mucho en la idea de que si los artistas tenemos algún trabajo es el de intentar intervenir lo menos posible. Es como quitarnos de en medio de lo que podamos en el mejor sentido, ¿no? Entonces, a partir de ahí empezaron a surgir muchos temas y empezó a fluir la música de una manera muy bonita. Fue como decir, ¡vale! Quizás no haya que accionar tanto desde lo mental o estructural el disco. Y es increíble cómo poco a poco se van colocando las piezas solas y esa ha sido la experiencia en este disco, más allá del resultado final. A mí lo que me ha emocionado bastante es ver cómo se ha ido dando el proceso.
Cuando trascendemos el ego y dejamos de pensar en qué dirán, es cuando ocurren cosas interesantes
P.Tiene una manera de entender la música muy humilde. Es un referente del flamenco a nivel mundial y sin embargo está diciendo que quiere ser "un simple canal por el que transmitir emociones"...
R.Bueno, yo ahora mismo lo estoy sintiendo así. Y al final, -como se refleja en una pieza del disco, que habla de las voces- hay voces dentro de mí que debo callar. Hay que saber que hay una voz interior más fuerte, un ser superior, llámalo como quieras, que realmente está conectado y sabe lo que tiene que hacer. Y todo lo demás, cuanto más callado mejor, porque me vuelvo loca. Y no es que no me lleguen pensamientos intrusivos. Pero mi trabajo es callar todo eso y dejar que salga lo que tiene que salir. Sin miedo, intentando ser humilde, porque creo que es lo más honesto con el arte. Creo que realmente cuando trascendemos el ego, cuando dejamos de pensar tanto si van a hablar bien o van a hablar mal, si va a gustar o no, cuando somos capaces de traspasar eso es cuando ocurren cosas interesantes en la obra. Y ahora ya te hablo también como espectadora, ni siquiera como intérprete. Yo creo que el arte tiene ese poder de removernos, de hacernos cambiar, de activar ese clic que a veces necesitamos y que en el día, que en la rutina no conseguimos tener. Esa es la grieta por donde el arte puede pasar y es lo que a mí me parece que tiene sentido. Desde ahí es desde donde hemos intentado hacer esta propuesta.

P.En la primera pieza del disco ya sorprende con un 'dictado'.
R.Con este disco nos apetecía homenajear a nuestros seres queridos que ya no están y acercarnos a ellos. De hecho, más allá de los dictados, que sirven para sostener la estructura, el eje que vertebra el disco, la primera pieza es un fandango y es el fandango que he cantado a mi prima siempre. Y me apetecía mucho que abriera un poco con la letra que yo le escuchaba a Nuri. Entonces, es como que por un lado roza lo trascendental y por otro lado es algo como muy palpable. Muy traído a tierra.
P.¿Es fácil entender el género y vivirlo con tanta valentía? ¿En qué momento perdió el miedo a arriesgarse y empezó a investigar los distintos matices del flamenco?
R. Esto es lo de raíces y alas. Lo que decía Juan Ramón. Yo siento que cuanto más me permito, cuanta más libertad consigo traer a la obra, más honda se vuelven las raíces. Son movimientos que no es que sean complementarios, es que se necesitan. Creo que no hay otra manera. Por lo menos en mí. Y claro, yo esto nunca me lo planteé de una manera mental. Más bien ha venido de muchas crisis personales y artísticas, de cuestionarme y darme cuenta de que, por ejemplo, la repetición tiene un sentido inmenso y es muy necesaria en todas las músicas de raíz y el flamenco forma parte de ellas. Pero para algunos artistas llega un momento que puede ser una limitación. Ahí es donde creo que hay que hacer ese ejercicio de honestidad, de ver realmente qué tipo de artista eres, qué propuesta es la que tú puedes defender y la que te enriquece a ti también. Se trata también de ir girando cada vez más el foco para adentro en vez de para afuera. Claro que a todos nos gusta agradar. Pero la realidad es que si voy en esa dirección, lo que he experimentado es que me desconecto mucho de mi verdadero interés, de lo que yo siento que soy y de lo que yo siento que tengo que dar. Entonces, sí es cierto que poco a poco he ido teniendo más presente qué es lo que quería comunicar y aceptando las opiniones que eso pudiera generar. Entendiendo que hay veces que va a gustar más y veces que menos, pero que afortunadamente hay sitio para todo el mundo y que hay un circuito en el que interesa este tipo de propuestas. Y así pierdo el miedo. La vida es cambio y crecimiento. Y aunque me encanta que me digan valiente, la verdad es que no he tenido otra opción. Porque la otra opción era quedarme haciendo lo que estaba ya haciendo y que me hacía sentir como que me daba al Play. Desde ahí no tenía sentido.

P.¿Se acuerda de la primera vez que cantó en Huelva?
R.Fue en la Peña de la Fontanilla, en Palos de la Frontera. Creo que tenía los nueve recién cumplidos. Empecé a cantar aquí en la Peña Flamenca de Huelva y hacían ese tipo de intercambio. Creo que era un intercambio que acababa con el grupo de Amparo Correa. Teníamos un grupito con Amor Rodríguez y con Alberto Vicente. Y cantamos fandango, cantamos tango... tengo muy buenos recuerdos de ese día. Ahí supe que en ningún lado conseguiría sentirme nunca como me siento en el escenario. Esa sensación es tan bonita... tiene mucho que ver con la vocación y con nuestro propósito de vida. Aquel día a mí me marcó. Fue muy simbólico porque esa sensación de decir, yo quiero hacer esto toda mi vida y ojalá pueda, fíjate, ni siquiera desde el deseo de quiero vivir de esto, ¿no? Eso ya llegó después y cuando ya llega la profesionalización.
P.¿Lo soñaba de niña?
R. A mí me ha gustado soñar siempre. Y de hecho, recuerdo con mi hermana, con María, que jugábamos a las entrevistas. O sea, que para mí esto ha sido mi sueño, realmente, y tengo la suerte de vivir de lo que amo. Me siento muy afortunada.
P.Se le ve en los ojos que aún conserva esa chispa. Esa ilusión con la que jugaba de niña.
R.Es que cuando yo ya no sienta eso pararé y me buscaré otra forma de vivir. Para mí el arte es algo sagrado y si no me voy a acercar a él con la ilusión que merece, prefiero buscar otra vía. Y de esta manera ha sido como empecé a permitirme llegar a otros sitios, a otros estilos que en un principio no estaban ni siquiera en mi cabeza. Ha sido por eso. Por llegar al punto de notar que ya no estaba sintiendo ese juego, esa ilusión, ese vértigo. Yo creo que como adultos tenemos que estar muy atentos para no caer en eso, en la rutina. Hay que buscar la chispa. A mí me parece que es muy bonito que empecemos a tener más responsabilidad sobre eso, porque no es que la vida venga de una manera u otra, la vida viene y tienes que ver qué haces tú con eso. Para mí está siendo también casi una posibilidad de aprendizaje y de transformación personal a través del arte. Yo siempre digo que las cosas que voy aprendiendo en la vida me las pone el cante por delante y me siento por eso muy agradecida.
El arte tiene ese poder de removernos, de hacernos cambiar y de activar ese click que a veces necesitamos
P.¿Cómo ve el panorama actual del flamenco en Huelva?
R.Yo creo que tenemos suerte porque hay unos talentazos. Es una cosa que a mí me emociona mucho. Igual que en su día hubo otras tierras que destacaban por su cantera, yo creo que aquí en Huelva se está haciendo y se hizo un trabajo muy bonito. Lo hicieron la generación de Mario Garrido, de Manolo López el Málaga... Todas las mujeres de la Peña Femenina... a toda esa gente que ha dedicado tantas horas de manera desinteresada a las escuelas de cante en las peñas habría que hacerles un homenaje, porque además lo hacían por amor al arte. Y toda la gente que estamos saliendo ahora, que es mucha, y que estamos viviendo del cante, se lo debemos a ellos. Me parece que es importante que seamos conscientes de la necesidad de seguir nutriendo esas escuelas. Ahora, por ejemplo, Jeromo Segura, el jaraqueño, siguen teniendo sus escuelas. La de Amparo Correa... esto continúa y esa es la mejor noticia porque creo que lo que va a permitir es que se extienda un poco este momento en el que hay muchos artistas onubenses yendo con la bandera del flamenco por todo el mundo, representando a Huelva. Y eso yo creo que lo tenemos que celebrar, que haya esa cantidad de talento y que haya existido esa generosidad por parte de los de la generación anterior para dedicarnos tanto tiempo para que ahora esté dando estos frutos y que esto se siga dando.
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