El inicio de la Cuaresma convocó ayer a los fieles en los diferentes templos de la Diócesis. Este año, algo distinto, por la ausencia del obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, que se encuentra en Roma en la visita ad Limina Apostolorum, unido a los obispos de las provincias eclesiásticas de Sevilla y Granada. El día 4 celebró la eucaristía en la Basílica de San Pedro y hoy lo hará en la de San Pablo Extramuros.

Un primer encuentro de los obispos españoles en Roma desde el final del pontificado de Juan Pablo II, que coincidió con otra visita ad Limina que en aquella ocasión encabezó el hoy obispo emérito, Ignacio Noguer, y que ahora acompaña a José Vilaplana.

El vicario para la celebración de la Fe y encargado de las hermandades, Diego Capado, presidió la celebración del Miércoles de Ceniza en la parroquia de la Inmaculada Concepción. Aseguró que se abre así un tiempo para renovar la vida cristiana, "mostrando un testimonio vivo y coherente". De esta forma entiende que la Semana Santa, "la semana de la semana del año que concluye en la Resurrección, hay que prepararla como se hace con los grandes acontecimientos". Se inicia así un camino para hacer una Iglesia más creíble, por una renovación permanente. Diego Capado dijo en su homilía de las doce de la mañana que lo mejor es invertir en Cristo, así tendremos una sociedad mejor; no hay nada más rentable que invertir en Cristo".

Señaló que "procesionando a Cristo, desde el arte y la belleza, se extiende un camino para acercarse a Dios". Habló de este tiempo para el cristiano, de lectura de la Palabra, de ayuno y de limosna. Apuntó que hoy, "cuando se habla de ayuno estético, de ayuno medicó, por qué nos vamos a negar el ayuno espiritual para estar hermoso ante Cristo".

Un tiempo para la limosna y, en este sentido, la iglesia diocesana pone en marcha en todos los templos y asociaciones y hermandades el llamado gesto solidario, según nota del Obispado. "No se trata de una campaña ni de una colecta imperada, sino una oportunidad para poder experimentar la misericordia de Dios, una propuesta Diocesana que nos da sentido de pertenencia a una misma comunidad eclesial, unida en su diversidad para un mismo fin solidario". Desde hace cinco años se viene realizando el gesto solidario en la Diócesis de Huelva. Se ha atendido a la Iglesia del Chad, así como a los damnificados por el terremoto de Haití. En los tres últimos años la atención se centró en la Casa Santa María de Cáritas Diocesana; en 2013 fue a partes iguales a este centro y a la Casa de Acogida Oasis, como se espera realizar en este año.