La imagen de San José regresó a su templo para la celebración de los cultos con motivo del Año Jubilar. La talla, realizada en 1920 en los talleres de Olot (Gerona), presentaba un gran deterioro, por lo que tuvo que ser restaurada, una intervención que se llevó a cabo en el taller del imaginero onubense Abraham Ceada.

El párroco de la Parroquia San José Obrero de la capital onubense, José Antonio Omist, que ha apuntado que la imagen del titular del templo “ha quedado muy bien”, ha destacado que la restauración de la talla ha sido costeada íntegramente por los feligreses, “antes de tener que pagarla ya tenía el dinero, lo que es de agradecer”.

La restaurada imagen estuvo de regreso en la parroquia para la celebración del triduo en honor a San José en su año jubilar, así como para la función principal, que estuvo presidida por el vicario general de la Diócesis de Huelva, Emilio Rodríguez, en la que se concedió la indulgencia plenaria.

Durante los cultos a San José la talla permaneció en un altar montado para la ocasión, trasladándose posteriormente la imagen a su hornacina.

Ésta es la primera vez, desde su fabricación hace más de un siglo, que la escultura pasa por un taller. Desde la fundación de la parroquia, la talla se encuentra en el altar, colocada en una hornacina a la izquierda del Cristo de la Misericordia que preside el altar.

La talla de San José estaba originariamente en la antigua capilla de las Teresianas, construida en el año 1902, inmueble que fue cedido posteriormente para erigir la Parroquia San José Obrero, fundada ésta en 1968.

La escultura, que es de madera de pino, estaba muy deteriorada. Presentaba numerosas fisuras, fundamentalmente en la imagen del Niño Jesús, y había perdido gran parte de la policromía, por lo que en su restauración hubo que volver a policromarla.