Urbanismo

Comienza la rehabilitación de los dos torreones en el Ayuntamiento de Huelva

  • Los andamios ya se han colocado para empezar los trabajos, que durarán seis meses

  • El proyecto se ejecutará tras la licitación municipal por un valor de unos 145.000 euros

Las campanas del Ayuntamiento no volverán a sonar hasta finales de año, después de que sean desmontadas en las próximas semanas. Su reparación, puesta a punto y reubicación forman parte de la actuación que se va a llevar a cabo en el exterior del palacio consistorial de Huelva, en la que sobresale la rehabilitación de los dos torreones que se encuentran actualmente muy deteriorados.

Estos días se ha empezado a colocar un andamiaje especial en los dos torreones para garantizar todas las medidas de seguridad en un espacio muy concurrido a diario y con gran actividad. Las obras empezarán de inmediato, antes de que acabe el mes.

La intervención se desarrollará a lo largo de seis meses, por lo que el edificio volverá a lucir su renovada imagen en diciembre, justo antes del periodo navideño, al que se mira con deseos de que la normalidad sea ya la tónica habitual en las calles de la capital. Siempre que no haya contratiempos en ningún sentido, claro. 

Los dos torreones llevan varios meses cubiertos con mallas metálicas para impedir la caída de elementos estructurales a la vía pública, después de que uno de ellos, a la derecha de la fachada, presentara los desperfectos más graves en su base.

Ambos flanquean la fachada principal del edificio del Ayuntamiento de Huelva, en los extremos este y oeste, con una planta cuadrada y un diseño muy esbelto, con una terminación de la cubierta en forma de aguja.

Las actuaciones se organizan en distintas fases, empezando por el desmontaje de las piezas de pizarra y sus elementos de fijación en la misma cubierta.

A lo largo de los trabajos de rehabilitación también se aprovechará para la instalación de pararrayos en ambas torres y para la puesta a punto del campanario y del reloj del tramo central, incluyendo la reubicación y reparación de las campanas.

Los primeros pasos de estas obras, una vez retiradas las cubiertas, contemplan la limpieza y protección de la estructura metálica, sobre la que se colocarán rastreles de madera que sustentarán las nuevas tejas planas de pizarra similares a las ahora existentes. 

Además, se repondrán las piezas de piedra natural caliza, de acuerdo a las molduras actuales, y se sustituirán, al mismo tiempo, las piezas de piedra natural que sean necesarias. También se sellarán las fisuras y grietas de los ladrillos cara vista, sustituyendo de igual manera los que estén deteriorados. 

Los trabajos se rematarán con pintura interior y exterior, con los tratamientos adicionales necesarios para su protección.

“Acometemos una rehabilitación muy respetuosa con el edificio original, sin modificar sus acabados exteriores y conservando la estructura y sección constructiva”, ha avanzado a este periódico el teniente de alcalde de Urbanismo, Medio Ambiente y Transición Ecológica, Manuel Gómez Márquez.

La rehabilitación incluye los cuatro niveles de los torreones: su base cuadrada, primera cubierta, lucernario y segunda cubierta. La base cuadrada de las torres, en principio, según los informes técnicos, no presenta graves problemas en cuanto a posibles desprendimientos, por lo que la intervención en este primer cuerpo se centrará en la limpieza de la fachada, con cepillo y agua, sobre todo, para tratar los excrementos de palomas y otras aves. Se sanearán las piezas que puedan presentar fisuras o grietas, sustituyendo las rotas en las molduras, la cornisa y el friso de piedra, caracterizado por guirnaldas y medallones de estilo neoclásico.

Las obras también contemplan la recuperación total de la primera cubierta inclinada y apoyada en la base cuadrada, formada por una estructura metálica triangular roblonada sobre la que apoyan los tableros de madera que sustentan las tejas planas de pizarra con forma de escama de pez, sujetas con ganchos de acero inoxidable clavados a rastreles de madera. Tiene forma abuhardillada, con varias ventanas que apoyan sobre pequeños muros de ladrillo macizo y decoradas con molduras y rosetones de piedra caliza que también se repararán y se sellarán.

El cuerpo del lucernario está compuesto por un prisma de ocho caras, con ventanas alargadas, prisma revestido de piedra caliza y rematado por un pequeño friso de piedra con estrellas en relieve.

Por último, la segunda cubierta, cuya rehabilitación seguirá en la línea de la primera, tiene una proporción muy esbelta que arranca del lucernario, con una pequeña cornisa de piedra sobre la que vuela la cubierta para luego elevarse verticalmente. Tiene ocho paños y está apoyada sobre estructura metálica y tablazón de madera, con aristas de encuentro formados por perfiles metálicos que también se sustituirán.

Manuel Gómez ha destacado que “además de respetar el carácter e imagen del edificio, como uno de los emblemas estéticos del centro histórico, supone un verdadero desafío por las dificultades logísticas y de ejecución derivadas no sólo por la altura, sino por tratarse de un edificio abierto al público, con un trasiego continuo de ciudadanos y trabajadores y estar ubicado en una zona peatonal y muy concurrida, por lo que, además de la seguridad, es preciso garantizar que los accesos sean cómodos”.

Desde la Concejalía de Hábitat Urbano e Infraestructura, encargada de la dirección de obras, su responsable, Esther Cumbrera, ha subrayado también que “más allá del deber de conservación, mantenimiento y rehabilitación de los inmuebles como cualquier propietario, para el Ayuntamiento de Huelva, la inversión en nuestros edificios es una apuesta por mejorar la calidad de vida de nuestros trabajadores y de la atención pública a la ciudadanía, así como la imagen de la ciudad”.

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