Las rebajas de verano pasan de largo para el pequeño comercio de Huelva: "Gran desilusión, aunque el comerciante es optimista por naturaleza"

El pequeño comercio, el de toda la vida, en el que se saben tu nombre y conocen a la perfección tus gustos, no atraviesa su mejor momento. Aunque las rebajas siempre se afrontan con ilusión y optimismo, desde Huelva Comercio -patronal provincial del comercio- reconocen que, una vez pasado el ecuador del verano, los resultados de la que acontece podrían definirse como "decepcionantes".

Hacían frente a la primera dificultad justo en el inicio de la temporada, cuando la bajada de precios coincidía con la primera ola de calor. El despunte de las altas temperaturas suponía que la ciudadanía se quedara en sus casas, algo que para la patronal es sinónimo de la compra online y por internet.

"Empezamos con unas expectativas altas en el comienzo del verano, pero coincidió con un momento de calor muy intenso. La primera semana el consumidor prácticamente no salía a la calle. A partir de ahí, las rebajas han ido cayendo. Y ya no son las mismas", lamentaba Antonio Gemio, presidente de la organización empresarial.

Desde que en el año 2012 tuviera lugar la liberalización de las rebajas, el periodo de bajada de precios de verano e invierno se ha convertido en algo anecdótico. Aun así, siempre quedan las ganas "de hacer algo más". Esperanzas que se mantienen intactas año tras año, pero que se reconocen como "auténtico fracaso" para los locales de la ciudad este verano, que tampoco esperan una remontada de aquí al 30 de agosto.

"Históricamente, la segunda parte de las rebajas cae. La mejor época son los primeros días, porque la gente encuentra el mismo artículo que está en marzo o en abril y con la misma calidad, pero ahora con un descuento importante. Conforme va pasando el tiempo, las gangas van disminuyendo y el efecto de las rebajas va desapareciendo".

Nada ha cambiado en el consumidor, pero sí en sus circunstancias. Según Gemio, a la liberalización de las rebajas se suma que "antes, sobraba el dinero y aprovechabas para comprarte calzado, textil o bisutería. Desafortunadamente, la familia, a día de hoy, no tiene dinero para llegar a final de mes, por lo que no tiene dinero para comprar ropa de gran calidad. Eso es lo que nos dicen los clientes", asegura. Internet también ha afectado al periodo de descuentos. "La venta online nos hace muchísimo daño, pero el problema fundamental es que no hay dinero y lo vemos nosotros mismos".

Entre las soluciones, plantean la necesidad de emitir mensajes -por medios de comunicación y otras vías- para que el consumidor "devuelva la confianza" al comerciante de tiendas locales. "Nosotros somos tu amigo, tu vecino, personas de Huelva que creamos puestos de trabajo y riqueza y necesitamos que la gente se identifique con estos locales".

Se dirigen a las administraciones para pedir ayuda. "Una de las primeras reivindicaciones es que desde allí hablen de las ventajas y desventajas de comprar por internet. El principal problema es que están desapareciendo puestos de trabajo que quizás mañana puedan hacerte falta", matizaba.

"Creo que poco a poco lo iremos consiguiendo, que apuesten por nosotros y la concienciación para que vuelva a ser como antes. Soy del que piensa que lo conseguiremos, porque nuestros productos tienen gran calidad y cuando entras en nuestra tienda conocemos tus gustos y tu nombre. Para nosotros no eres un ticket, eres una persona con nombre y apellidos".

Habrá que aguardar al invierno para volver a probar suerte, aunque esta vez con la certeza de que "en invierno se gasta más dinero que en verano durante las rebajas". A partir de septiembre, tocará poner en marcha una campaña de "dinamización" para que la gente vuelva a salir y conozca la calidad del trabajo y el producto a pie de calle. "El comerciante es por naturaleza optimista. Esperemos que el año que viene podamos sacarlo adelante".