Huelva

Los proyectos de Manos Unidas de Huelva de 2020 benefician a casi 4.000 personas

  • Las iniciativas se llevan a cabo en Senegal, Camerún, La República Democrática del Congo, Marruecos, Guatemala e India

Taller de costura en Senegal.

Taller de costura en Senegal. / M.U. (Huelva)

La delegación de Manos Unidas en Huelva pone en marcha los proyectos solidarios planteados para 2020 por un valor de 238.636 euros. A pesar de ser un año complicado debido a la nueva realidad derivada del coronavirus, la ONG ha conseguido hacer realidad unas iniciativas con las que contribuye a mejorar la calidad de vida de casi 4.000 personas en lugares como Thies (Senegal), Bamenda (Camerún), la República Democrática del Congo, Nador (Marruecos), Guatemala y Dungripada (India).

La delegada de Manos Unidas en Huelva, Pilar Jiménez, señaló que “el año pasado no nos fue mal, la pandemia nos cogió ya con la campaña hecha y los seis proyectos los hemos sacado adelante”. Apuntó que “hemos recibido cartas de agradecimiento y es para nosotros mucha satisfacción ver los proyectos terminados”.

Jiménez explicó que aunque los proyectos han mantenido su esencia, con la actual situación, “se ha incidido más en la sanidad y en la alimentación”, la finalidad era “implementar no cambiar”. Destacó que en el proyecto de Camerún se incluyeron pozos y aljibes, y en el de la India, más medidas higiénica-sanitarias.Señaló que, aparte, en 2020 se llevaron a cabo campañas de alimentos y productos sanitarios, “lo que no se había hecho hasta el momento”.

En cuanto a los seis proyectos propuestos desde la delegación de Manos Unidas en Huelva para el pasado año, en Thies (Senegal) se montó un taller de costura para niñas y mujeres con discapacidad. El proyecto se desarrolló en colaboración con la Asociación Departamental de Personas con Discapacidad Motora. El Ministerio de Salud del país cedió a la asociación unas instalaciones en las que ya contaban con dos máquinas de coser.

Manos Unidas aportó 9.310 euros para la adquisición de equipamiento de costura y mercería, así como para la instalación eléctrica y la organización de dos talleres de formación, uno de costura y otro de gestión empresarial. Las beneficiarias son 110 mujeres y niñas.

En Bamenda (Camerún) el objetivo era la creación de huertos urbanos y gallineros junto a las casas de mujeres desplazadas debido al conflicto armado y de sus familias de acogida. Se pretendía con este proyecto el empoderamiento de estas mujeres. Aparte, se les ofreció terapia sicológica para que puedan superar el trauma sufrido. Se trata de cien mujeres, cabezas de familia, de las cuales sesenta son desplazadas y cuarenta de los hogares que han acogido a las familias desplazadas.

En la República Democrática del Congo, con la ONG de las Hermanas del Buen Pastor, se puso en marcha un programa para reconvertir en agricultores o ganaderos a 280 trabajadores de la mina, de los cuales el 89% son mujeres.

En el Centro Baraka en Nador (Marruecos), dependiente de la Diócesis de Tánger, se ha colaborado para que pueda impartir cursos de formación profesional en las especialidades de cocina y restauración, electricidad y fontanería e informática, así como para realizar un programa socioeducativo basado en la educación en valores y otro de idiomas (francés, español, inglés y árabe), aparte dar apoyo escolar, de ello se benefician 760 personas, de las cuales 575 son mujeres.

En Guatemala, con la Fundación Karmel Juyup-Centro Social Padre Navarro, se contempla un programa de prevención de violencia juvenil con una línea de trabajo con adolescentes y madres basada en dos áreas: la creativa y artística y la formación educativa y profesional. 110 jóvenes y 15 madres son los beneficiados.

La construcción de cuatro nuevas aulas en la escuela de Dungripada, en India, que puso en marcha en 1917 la Diócesis de Jhabua, es otro de los proyectos. El centro da formación a la población de treinta aldeas, concretamente a 1.600 niños, desde preescolar hasta los dieciséis años de edad. La iniciativa beneficia a 240 alumnos de Primaria.

Jiménez incidió en que “la gente de Huelva es muy solidaria y las voluntarias de Manos Unidas muy trabajadoras y concienciadas para luchar contra el hambre y la pobreza en el mundo”. La delegada de Manos Unidas destacó también la colaboración de entidades y administraciones de la provincia onubense como El Puerto, la Diputación y los ayuntamientos de Palos de la Frontera, La Puebla de Guzmán y de Zalamea. De este último, señaló que aporta el 0,7% de su presupuesto.

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