Huelva

Los okupas provocan una nueva noche de calvario a los vecinos de Costa de la Luz

  • La asociación denuncia que a las cuatro de la mañana fue necesaria la intervención de la policía

Los okupas provocan una nueva noche de calvario a los vecinos de Costa de la Luz

Las cuatro de la madrugada y nueva actuación de los agentes de la Policía Nacional para poner orden entre los okupas del inmueble ocupado en a la avenida Costa de la Luz, propiedad de Aliseda, que desde hace más de dos años se ha convertido en ‘centro neurálgico’ de drogadictos, prostitutas y gorrillas.

Como explica el colectivo en una nota de prensa, "los mismos hechos se repiten una y otra vez. Vecinos alarmados por los ruidos y gritos, que requieren la urgente presencia de las fuerzas de seguridad ante el temor de que algún día pueda ocurrir una tragedia en sus calles e incluso que una de estas reyertas les pueda afectar directamente a cualquiera de ellos, ya que las mismas cada día son más violentas y saben que el inmueble ocupado no reúne las mínimas condiciones de habitabilidad".

Desde la Asociación de Vecinos Costa de la Luz vuelven a exigir a las autoridades “la presencia permanente de las fuerzas seguridad en su barrio debido al incremento de los episodios violentos”. Reclaman a Gabriel Cruz, alcalde de Huelva, que cumpla con el mandato recibido en el último pleno municipal que fue aprobado por unanimidad de los grupos políticos y adopte las medidas necesarias para poner fin a la pesadilla que llevan sufriendo las más de 1.000 familias que viven en esta castigada zona de Huelva.

Los vecinos volverán a concentrarse y manifestarse un jueves más, a partir de las 17:30 horas, por las calles del barrio para exigir que se ponga fin a esta situación y que se lleve a cabo el desalojo del local ocupado.

Asimismo, demandan al Ayuntamiento de Huelva actuaciones urgentes para solucionar las graves deficiencias de sus infraestructuras, el aislamiento y caos circulatorio que sufren desde la apertura de un centro hospitalario en la calle Punta Umbría, que ha provocado la proliferación de ‘gorrillas’ y la falta de aparcamientos en la zona.

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