El pregonero abre las tertulias

La Tertulia Cofrade 'El Aguaó' comenzó su primer encuentro. Un proyecto que nace del equipo de redactores y colaboradores que realizan la información de Semana Santa de Huelva Información.

En esta Casa tuvo lugar la primera tertulia a la que asistió de invitado otro colaborador, pero que acudía en esta ocasión como pregonero oficial de la Semana Santa de 2012, Fernando de la Torre Suárez. Constituía este arranque de la tertulia la oportunidad de reconocer a los colaboradores del periódico su aportación a la Semana Santa de Huelva, en esta ocasión desde la tribuna de oradores del Gran Teatro. Una ocasión en la que los contertulios, compañeros de Fernando de la Torre en las páginas cofrades, quisieron mostrarle su reconocimiento y afecto, deseándole lo mejor y que desde ya disfrute del pregón que pronunciará el próximo Domingo de Pasión.

A esta tertulia acudieron Antonio Frochoso Gil, José Antonio Vieira Roldán, Carmen Córdoba, Vicente Quiroga Juanes, Horacio Galea Pardo y el jefe de sección de Cultura, que esto escribe a modo de resumen de una hora intensa de charla en torno a un café.

La sesión se abrió ofreciendo el moderador agua a todos los contertulios y al invitado. Cántaro en mano se fueron llenando los distintos jarrillos de metal que mantuvo el agua fresca. Un ritual mirando al aguaó que, desde la humildad de su puesto detrás del paso, ofrece un poco de agua a los costaleros para tomar fuerzas y seguir una nueva chicotá.

Así comenzó la Tertulia Cofrade 'El Aguaó' con una primera chicotá en la que se habló del pregón y del pregonero. Fernando de la Torre Suárez no sólo mostró su satisfacción, sino la alegría por la designación. "Me cogió junto a mi Simpecado del Rocío de Huelva y le dije: lo que tu quieras". Porque, además, para este año tiene otros compromisos anteriores, los pregones rocieros de las hermandades de Huelva y de Moguer. Ha pronunciado otros pregoneros "pero este de la Semana Santa es distinto; en sensaciones, no tiene nada que ver con cualquier otro". Dice que en lo familiar "es una bendición, a mi madre le han cambiado los ojos, porque nos falta el puntal que ha sido siempre mi padre, al que recordaré en mi pregón con mucho orgullo pero con la sencillez que el siempre imprimía a las cosas".

Fernando de la Torre tiene en su mente el hilo conductor y espera ya ir desgranándolo en los papeles, "pero me estoy exigiendo mucho, no me voy a salir de un pregón clásico".

Esto de clásico abrió de alguna forma el debate porque asegura que para él clásico es nombrarlas a todas, no ir día por día, hermandad por hermandad. Lo de nombrarla a todas se dejó claro entre los contertulios que hay que buscar una originalidad y lo que se pregona es la Semana Santa y no a una cofradía, quedando en el pregonero el espacio a determinar en su pregón no teniendo por qué contar todas ni con el mismo espacio ni la misma pasión al decirlo, pues queda esto en lo personal del pregonero.

Se dejó claro que un buen orador hace bueno un pregón mediocre. El pregón es un género que no es para leerlo, sino para ser escuchado; alguno de ellos en los últimos años fueron más para la lectura que para escucharlos.

Fernando de la Torre aseguró que no desea hacer un pregón más largo de una hora, porque "no quiero correr ni tener al final que meter la tijera". "No quiero que nadie se levante y acabe yéndose al Agmanir", dice. Busca un mensaje de "compromiso y actualidad, hablando sin cortapisas para ir refrescándolo cuando avance, no quiero aburrir a nadie". Adelantó que no será cronológico ni día a día ni siguiendo la Pasión.

La situación actual de crisis fue un tema abordado por los contertulios en el sentido que no sólo debe estar presente en las palabras del pregonero, sino hacerse realidad en las acciones de las cofradías y, especialmente, hacia sus hermanos. Hay mucha gente pasando fatiga, son muchos los estómagos vacíos y hay que dar prioridad a esto, se dijo en la tertulia.

El pregón volvió a encausarse desde su estructura, en este caso desde la prosa o la poesía, elecciones estas que el pregonero debe tener claro para como dijeron algunos contertulios, acabar con un exceso de ripios malos y que si luego se opta por la lectura pues es todo un dolor, porque la poesía no es cortar frases. Fernando de la Torre dijo que va a ser honrado con lo que escriba, desde el fondo a la forma y espera que tenga musicalidad y utilizará la poesía en la mayor parte de su intervención.

El pregón no deja de tener otra faceta que es la social, al menos algunos contertulios así lo manifestaron. Vestirse para la ocasión y acudir al acto por excelencia de anuncio de la Semana Santa. Aunque en la actualidad se nota los vacíos en el Gran Teatro y no porque la gente no quiera ir a este acto, sino que la configuración de su acceso por parte del Consejo, con un reparto de localidades no ajustado a la realidad, donde a veces se deja al pregonero con falta de entradas para mantener un cómputo en el reparto por cofradías que acaban en el cajón del secretario. Sin olvidar las escasas entradas puestas en taquilla. Se vio la necesidad de replantear el acceso al pregón, con un número estricto de protocolo y lo más abierto a todos, que Huelva sienta que puede participar en este acto, pues al final siempre hay muchas butacas libres. La tertulia planteó también una carencia en la edición y posterior distribución del libro del pregón que debe formar parte de las bibliotecas de los cofrades y de Huelva; con ediciones cada vez con menos entidad. Mientras se vio en cuanto al Gran Teatro la necesidad de buscar una cordura en su exhorno.

Fernando de la Torre cerró la tertulia con la satisfacción de este encuentro que se incluye en otros momentos íntimos vividos hasta ahora como pregonero. Se le regalo el jarrillo y dijo que se lo llevará al Gran Teatro, porque "este es el pregón de un costalero".