1998

La polución activa las alarmas

  • Los episodios contaminantes se sucedieron a lo largo del año Crisis en MRT y Astilleros.

Mucho se habló en 1998 de contaminación. Por tierra, mar y aire saltaban las alarmas de niveles excesivos de polución en todas sus variantes, medidas y comprobadas por las autoridades, y otras sobre las que advertían los colectivos ecologistas, que necesitarían ser corroboradas por los expertos. Este último era el caso de los presuntos niveles de radioactividad de las balsas de fosfoyesos, un tema recurrente a lo largo de la historia reciente de la capital, que en aquellos días provocó la inquietud de los ciudadanos y el enfrentamiento político.

Finalmente, el Consejo de Seguridad Nacional emitió un informe negando el riesgo, pero la alerta llegaba en un momento de especial sensibilidad social sobre el tema, ya que, además del desastre medioambiental sin precedentes de Aznalcóllar, que a punto estuvo de acabar con la mayor reserva natural de Europa, a lo largo del año se habían producido numerosos episodios en los que se superaban los límites máximos permitidos de ozono, sulfuro de hidrógeno o dióxido de azufre, entre otros. Estos incidentes empujaron a Izquierda Unida a presentar una iniciativa en el Parlamento andaluz con el objetivo de mejorar la calidad medioambiental y dotar al ciudadano de la información necesaria para que pudiera tomar medidas. La iniciativa fue apoyada por todos los grupos políticos.

Otro tipo de contaminación, la provocada por el ruido y la suciedad del fenómeno de los botellones, en auge en aquella época, ocasionó un conflicto entre los jóvenes que habían adquirido ese modo de diversión, los vecinos que sufrían las consecuencias y los propietarios de los bares, que veían seriamente mermados sus beneficios.

Revuelta andaba también la política. Se celebraron primarias en el PSOE, a las que Juan Ceada, que poco después tomaría posesión como delegado del Gobierno andaluz, renunció a presentarse. De este proceso, durante el que fue invalidada la candidatura de Damián Vidal -él y Francisco Cascos acabarían en el Grupo Mixto-, resultó elegido José Juan Díaz Trillo, quien debería enfrentarse al proceso electoral municipal del año siguiente.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de la capital prorrogaba la aprobación de los presupuestos por falta de quórum, y aprobaba la adquisición de los primeros terrenos y la permuta de otros para la construcción del Parque Moret, al tiempo que hacía lo propio en el recinto sobre el que se establecería el Polígono Agroalimentario, más tarde Parque Huelva Empresarial. El coste total de los terrenos se contabilizaba en 1.800 millones de pesetas y la inversión total del proyecto en unos 5.000.

Otra infraestructura importante para la provincia era la autovía Huelva-Ayamonte, a la que el Ministerio de Fomento ponía como fecha de apertura 2001. Los 56 kilómetros de pista tenían un presupuesto de 30.000 millones.

La Universidad de Huelva también tuvo estrenos en 1998, concretamente, el comedor, la biblioteca y el maxiaulario, al igual que estrenaron edificio los hermanos de Emigrantes y los alumnos del Colegio Francés, ambos edificios en la nueva zona de Zafra.

La situación económica y laboral mejoraba progresivamente y despuntaban sectores como el turismo y la agricultura, pero algunas empresas onubenses parecían no levantar cabeza. Una de ellas era Astilleros, que después de algunos años y de encargos ininterrumpidos, anunció una reducción del 50% de su plantilla. La otra era MRT-SAL, en dificultades por la caída del precio del cobre y de los mercados ruso y chino. Su crisis provocó un encierro del comité de empresa en la Delegación de Empleo.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios