Polémica con el examen de Filosofía en Selectividad 2025 en Huelva: "Una hora y media es muy poco tiempo para terminar una prueba tan complicada"
Los docentes piden que el examen se alargue, al menos, dos horas, debido a la "complejidad" de las preguntas
El alumnado deberá hacer una disertación filosófica sobre un tema de actualidad, mostrando su capacidad reflexiva y analítica
La Selectividad y El Rocío coinciden este año: recomendaciones de la Universidad de Huelva para que los alumnos lleguen a tiempo al examen durante la salida de hermandades

A escasos días para los exámenes de Selectividad de 2025 -que tendrán lugar entre el 3 y el 5 de junio-, los profesores de Filosofía se revelan para mostrar su preocupación por las características que tendrá la prueba este año, con importantes modificaciones tras la aprobación de la ley educativa del Gobierno de Pedro Sánchez el pasado octubre del 2024.
Los docentes de Historia de la Filosofía, cuyo examen tendrá lugar el martes, primer día de la PAU, han enviado un escrito a la Consejería de Desarrollo Educativo y FP y a la de Universidades pidiéndoles que intervengan para lograr una prueba para esta asignatura "más equitativa, justa y coherente con los objetivos didácticos propuestos".
José Antonio González Soriano, profesor de Filosofía y miembro del sindicato de educación CGT Huelva, explica que la falta de tiempo para culminar una prueba "con tanta complicación" es el principal problema al que se va a enfrentar el alumnado. Aclara que el examen consta de dos partes. En la primera, deberá hacer una redacción de al menos 400 palabras disertando sobre un tema de actualidad desde un punto de vista filosófico. Un tema que se le propondrá al estudiante al azar, sin estar incorporado previamente en el temario.
"¿Cómo afectan a las personas jóvenes en la actualidad la realidad virtual y el mundo digital?"
El ejemplo que proporciona la propia Consejería -que no significa que esa pregunta vaya a ser la que aparezca en el examen- "es una pregunta compleja", asegura González. "Se le pide a un chaval de 17 ó 18 años que sobre la marcha improvise una respuesta, una disertación filosófica sobre un tema con cierta profundidad y que debe albergar un número determinado de palabras, teniendo en cuenta que la duración total del examen es de una hora y media, y que hay otra segunda parte del examen que también tendrá que realizar".
Así, en el segundo bloque, el estudiante será preguntado por un texto filosófico que tendrá que analizar, resaltando sus ideas fundamentales y relacionándolo con otras perspectivas filosóficas. "Aquí la cuestión es que estamos viendo que la Consejería, y en general las autoridades educativas, constatan que a nuestros jóvenes les falta una gran capacidad para poder argumentar, redactar y analizar. Vemos que esta capacidad va desapareciendo en los chavales por la cultura tan audiovisual que tenemos y por la simplificación de los mensajes en las redes sociales", indica.
Y precisamente, dice, para ayudarles a recuperar su pensamiento más analítico, confían en materias como la Historia de la Filosofía o Lengua. "Yo creo que para los filósofos es todo un honor que se nos encomiende a nosotros esta labor, pero para eso han de darnos medios, como el tiempo suficiente en las aulas". Critica que actualmente la asignatura de Historia de la Filosofía en segundo de Bachillerato solo se imparta durante tres horas. Un tiempo de docencia que considera "insuficiente" para preparar al alumnado.
"El profesorado se enteró de la modalidad de la PAU ya en octubre. Tuvieron entonces que adaptar su temario para poder practicar este tipo de pruebas en las aulas. Y la verdad es que con tres horas a la semana en clase, teniendo que desarrollar, además, un temario propio de Historia de la Filosofía, da poco tiempo para ejercitar esta cuestión, teniendo en cuenta que ciertos jóvenes están totalmente faltos de esta capacidad". Por ello, el docente, que ha sido profesor en centros como el IES Alto Conquero o la Escuela de Arte León Ortega, ve "más lógico" que la prueba de Selectividad se alargue hasta las dos horas.
Con todo, afirma que "tampoco hay que dramatizar, porque al fin y al cabo, esa parte de la disertación supone 2,5 puntos del total de la nota. O sea, que tampoco estamos hablando de algo que sea realmente alarmante". Recuerda, además, que el alumnado que se examina ha tenido que demostrar ya muchas capacidades para llegar hasta ese último año. "Aunque vivamos en una cultura que parece completamente ajena a la capacidad de argumentar, de reflexionar y de producir con orden y con claridad los pensamientos por escrito, el alumnado intenta dar lo mejor de sí mismo y responder a las exigencias que les hace el profesorado".
El profesor recalca que la nota para poder acceder a la universidad se construye con un 60% de la media de Bachillerato y un 40% de la nota de la PAU. "Eso quiere decir que realmente lo que al alumnado más le cuenta es la calificación que obtenga en Bachillerato, cuyos criterios de estudio son de por sí exigentes, propios del nivel académico que constituye. Si eso lo han superado, no deberían tener problema de aprobar las pruebas de Selectividad".
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