Huelva de ayer a hoy

Un pasaje hacia una gran historia

  • La Casa Consistorial servía de paso de una calle a otra, lo que continúo incluso cuando acogió a la farmacéutica Hufasa, hoy es un pasaje bajo un bloque de viviendas

La puerta del Ayuntamiento siempre fue pasaje entre calles.

La puerta del Ayuntamiento siempre fue pasaje entre calles. / portfolio fotográfico · archivo e.j. sugrañes

El pasaje Manuel Machado parece como una estación, lugar de parada y de paso. El pasaje Manuel Machado parece como una estación, lugar de parada y de paso.

El pasaje Manuel Machado parece como una estación, lugar de parada y de paso. / Alberto Domínguez

La calle Puerto tiene un sabor muy entrañable. A pesar del trasiego de tráfico diario deja siempre intuir en el ambiente el aroma salobre que llegaba desde las marismas y entraba por aquí hacia la ciudad más interior.

Una de las calzadas históricas de Huelva, junto a la Empedrada hacia el castillo o la de los Marineros.Un punto referente también desde que en 1840 la oficialidad deja la plaza de San Pedro y llega hasta aquí con la Casa Consistorial, más tarde la Diputación, cuartel...

El final al que se adentraba por un trazado como de cirugía que atravesaba la nueva ciudad, que emergía desde el siglo XIX desde El Punto hasta la calle Puerto.

Un largo eje por Berdigón hacia Palacio y Concepción que venía a terminar la última parada en la misma puerta del Ayuntamiento.

Hoy es el pasaje Manuel Machado que introduce hacia esa historia de la ciudad a la que penetra a diario la gente. Es como esa estación de King’s Cross en la que Harry Potter comienza su historia.

El pasaje de lo que fue el antiguo Ayuntamiento conserva ese trasiego que siempre tuvo; de la gente que pasaba de una calle a otra, de Puerto a la delPeral (que lo de Isaac Peral fue posterior).

Más tarde cuando aquel caserón dejó de cumplir los servicios a Huelva, que quería proyectarse como una gran ciudad, se mantuvo en pie y ese túnel del tiempo el que habían transitado tantos onubenses siguió ahí a pesar de que Hufasa (Huelva Farmacéutica S. A.) tenía en él sus instalaciones.

La gente seguía de un lado a otro pasando por lo que hoy es el pasaje. Un trayecto que hace que nos adentremos a la historia, a recordar ese anecdotario sencillo pero que forjó la vida de una ciudad.

La peculiaridad de este túnel lleva siempre a tener una luz enfrente, a cruzarse día a día con mucha gente, en sus bares -el que lleva el nombre de un gran onubense como lo fue Juan Ortiz-, la joyería de Moreno, tiendas de frutas y si se quiere para completarlo ponerle una flor en eso está Josechu.

Es un lugar de paso, pero también de parada. De un día a día que parece como nacido en esta época pero envuelve una historia sencilla y entrañable, de una ciudad que aún habita en él. Es el legado de la memoria.

Tomemos aquí el tren de la historia y volemos en la fantasía joven y atrevida de Harry Potter, seguro que será igualmente un divertimento recordar tantos tiempos de la historia más onubense.

La Casa Consistorial

La llegada del Ayuntamiento a la calle Puerto acentuará la importancia de la misma como eje de la oficialidad, que se rodeará de casas palacios de ilustres onubenses, las de Eduardo Díaz y Franco de Llanos, Antonio Mora Claros, Checa o Quintero Báez. El Ayuntamiento está aquí hasta que se construye el nuevo de la Gran Vía, en 1950, y el eje de la ciudad cambia, pasando en 1953 a acoger a la farmacéutica Hufasa.

Un anden de la historia

El pasaje tiene como aspecto de gran estación, su peculiar diseño de focos, paredes con murales, establecimientos en ese tránsito continuo de personas. Por aquí pasan a diario cientos de onubenses de una calle a otra, como siempre se hizo ya que era pasaje cuando estaba el viejo caserón del Ayuntamiento. Es como una estación, no solo de parada sino de comienzo para adentrarse en la vida de la ciudad que aún se respira en muchas historias.

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