Mientras una parte de la población sufre cada mes el peso de las hipotecas, otra parte también soporta una presión considerable para el pago de sus alquileres, acrecentada en tiempos de crisis. Para los onubenses que viven como arrendatarios en la capital, hay un tercio de sus ingresos que se destina sólo para pagar las mensualidades a su casero. Huelva se mantiene dentro de los valores recomendables, pero es significativo el hecho de que sólo en otras ocho capitales españolas haya una presión mayor entre estas familias.

El dato ha sido aportado por el portal inmobiliario Idealista, según un estudio que cruza la media de los precios del alquiler en este mes de marzo pasado y una estimación de los ingresos familiares en la misma fecha en cada ciudad. El cálculo para Huelva es el que deja ese 33% del presupuesto familiar dedicado íntegramente a los arrendamientos.

Detrás de este dato se encuentran dos realidades que el mismo estudio no detalla para cada capital pero que son una evidencia en el caso de Huelva: los precios de los alquileres son altos en el mercado inmobiliario onubense respecto al nivel de ingresos, más bajo que en otras ciudades. Consecuencia: por uno o por otro lado, el bocado en la hucha familiar es más notable que en otras zonas del país.

Sólo considerando Andalucía, el caso de Huelva es significativo. Pero no es el peor. Para vivir en Sevilla de alquiler, las familias dedican el 35% de sus ingresos, y en Almería llegan hasta el 37%. Sólo en Santa Cruz de Tenerife, del resto de España, encuentran aún más dificultades: un 39% de los salarios es el que se lleva íntegramente el arrendador.

De hecho, tomando como base el informe sobre alquileres publicado el mes pasado por Idealista, y referido al mes de febrero, los precios en Huelva siguen una línea ascendente y superaban entonces ligeramente a los de Almería: 6,70 euros el metro cuadrado frente a 6,60 euros. Más todavía a Jaén, con 5,90 de media, que la convierten en la capital andaluza más asequible.

Es en Granada, con una gran presencia de universitarios, donde se llega al nivel más bajo en Andalucía: poco más de una cuarta parte de los ingresos, el 27%.

El esfuerzo exigido a los onubenses para el alquiler en su capital está al mismo nivel que en grandes ciudades como Barcelona o Bilbao, en las que también se dedica un tercio de los ingresos, aunque también con unos salarios muy por encima de la media onubense. El lastre, en esos casos, viene de unos precios más altos por metro cuadrado.

Además, también Murcia y Guadalajara se mantienen justo sobre el umbral considerado aceptable en el peso de los alquileres en la economía de cada hogar.

En cualquier caso, el porcentaje de ingresos reservados al pago de la vivienda a los arrendatarios no alcanza en ninguna capital española el 40% y sólo en ocho de ellas superan esa recomendación generalizada de no destinar más de un tercio del salario a este fin.