Huelva

El nuevo horario nocturno no convence a nadie en Huelva

  • Tanto bares como clientes consideran la una de la madrugada una hora demasiado temprana para cerrar

  • La reducción es otro golpe a un sector ya herido desde marzo

Los locales tienen la 1:00 como tope para cerrar.

Los locales tienen la 1:00 como tope para cerrar. / Josué Correa (Huelva)

La hostelería y sus clientes lo tienen claro, el tope de la una de la madrugada y la imposibilidad de atender y ser atendido a partir de las 00:00, no gusta. “No es normal pagar justos por pecadores”, dice Enrique, que disfruta mientras puede en una terraza en Pablo Rada y asegura que “ni con 18 años me iba a mi casa tan ligero”.

El pasado día 14 se estableció el cierre de los locales de ocio nocturno en todo el país tras la alarma generalizada por el repunte de contagios de coronavirus y dentro del mismo paquete de medidas alcanzadas por unanimidad entre todas las comunidades, se establecía un nuevo horario, más restrictivo, para la hostelería. Pero llueve sobre mojado –incluso encharcado– en este sector, que comenzaba a levantar cabeza una vez que, reabiertas sus puertas tras el confinamiento, la gente volvió a sus bares de buena gana.

Manu, camarero en La Santanera, en la plaza de Las Monjas de Huelva. Manu, camarero en La Santanera, en la plaza de Las Monjas de Huelva.

Manu, camarero en La Santanera, en la plaza de Las Monjas de Huelva. / Josué Correa (Huelva)

Ahora, un nuevo rejonazo con forma de horario máximo de apertura a la 1:00 en pleno agosto y que arrancó este mismo lunes. “Una mierda, eso es lo que es”, señala Manu, trabajador en La Santanera, en la plaza de Las Monjas. “En un país donde se cena tarde y la clientela llega de las 23:15 en adelante”, dice con cierta tristeza y con mucha incomprensión al añadir que “en un bar de copas el contacto es mínimo”.

En este sentido, José Manuel y Carmen consideran también que “en las terrazas podrían dar cuartelillo”, porque ven mucho más riesgo y “peor, la poca concienciación de algunos ciudadanos”, en concreto la de “gente que no respeta el aislamiento cuando ha estado obligada a ello”.

Carmen y José Manuel apuran la última copa de la noche en el estreno del nuevo horario. Carmen y José Manuel apuran la última copa de la noche en el estreno del nuevo horario.

Carmen y José Manuel apuran la última copa de la noche en el estreno del nuevo horario. / Josué Correa (Huelva)

Pasan minutos de la medianoche y en Pablo Rada, que alberga varios bares de copas, los establecimientos cumplen a rajatabla lo establecido en el día del estreno horario. Comienzan a apilarse las sillas y los trabajadores, bayeta en mano, empiezan a dejar sus locales listos para la jornada que viene mientras atienden a los pocos clientes que van quedando.

Marta, camarera de Kieres jaleo, dice que “es un estrés, en la hostelería no estamos acostumbrados a horarios de cierre”. Tanto es así, que está habituada “a salir a las cuatro de la mañana” y suerte que en su local “nos reducen las horas para no prescindir de nadie”.

Enrique y sus amigos disfruta lo que puede de la noche en una terraza. Enrique y sus amigos disfruta lo que puede de la noche en una terraza.

Enrique y sus amigos disfruta lo que puede de la noche en una terraza. / Josué Correa (Huelva)

El público se pregunta por las razones de la norma, “un poco extremista”, cree Amparo, que añade que provoca “confusión a la población, con una detrás de otra desde marzo”. También hay quien ve tras la decisión la intención, por parte de las autoridades, de restringir el tiempo de consumo de alcohol aunque Mercedes lo tiene claro, “adelantar el horario es adelantar la tranca”. “Todos hemos tenido 16 o 17 años”, prosigue, “así que van a salir más temprano y van a desfasar igual”.

Amelia comparte la opinión, piensa que en el sur “el contacto es primordial” y la distancia “se olvida con el alcohol”, así que a su modo de ver la restricción “es para evitar” la bebida. No obstante, también apunta que “se ha demonizado el tema de la juventud” y por eso “a veces” se toman decisiones como “una respuesta, hay que hacer algo”.

Manuel es taxista y desde su parada de Las Monjas señala con preocupación “una bajada de ritmo”, algo que repercute en este gremio muy directamente porque “dependemos del ocio nocturno y ya lo pasamos mal en la cuarentena, después subió la actividad, pero últimamente... Veremos a la vuelta del verano”. Para rematar, mira a la plaza para asegurar que “dentro de un rato estará como durante el confinamiento, vacía”.

Manuel, en su taxi en la parada de la plaza de Las Monjas. Manuel, en su taxi en la parada de la plaza de Las Monjas.

Manuel, en su taxi en la parada de la plaza de Las Monjas. / Josué Correa (Huelva)

En la Heladería Valenciana Costa de la Luz, Victoria y Adrián agotan ya su jornada laboral y aseguran que “otros lunes ha habido más ambiente, mucha más gente” y lamentan igualmente la nueva hora de cierre porque sus clientes “comienzan a llegar a partir de las once de la noche, después de cenar”.

Cerca de allí, Javi trabaja en The Gallery y es todo un ejemplo de concienciación; respecto al nuevo horario señala que “si toca, toca” y en cuanto a las razones que la sustentan contesta con el mayor de los aplomos que “alguien sabrá más que yo”. Víctor, que disfruta de la noche estival en el centro de la ciudad, se pregunta “para qué les quitan una hora” de apertura a los establecimientos y añade que la medida está bien “si se compensa” a estos locales.

Llega la 1:00, hora de recogida. Las calles de la ciudad se vacían en pleno agosto.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios