Huelva

Por qué muere el CEIP Tres Carabelas de Huelva

  • El colegio sucede al IES La Ría en la lista de centros educativos cerrados en la capital onubense tras años de agonía por una caída ininterrumpida de alumnos

Mural en el exterior de CEIP Tres Carabelas.

Mural en el exterior de CEIP Tres Carabelas. / Josué Correa (Huelva)

Doce años después del cierre del IES La Ría en la capital onubense, de nuevo hay que lamentar la clausura de un centro educativo en la ciudad tras hacerse oficial la del CEIP Tres Carabelas. En el primer caso, el instituto formó a cien alumnos en el último curso con sus puertas abiertas y en el caso del colegio, en este último año académico son 44 los escolarizados.

En ambos centros, este bajo número de estudiantes ha sido el motivo esgrimido por Educación para tomar la decisión final, con la disminución de los nacimientos como telón de fondo. Otra de las características que comparten es que ha sido un final que se veía venir desde años atrás por esta bajada progresiva de alumnos.

¿Por qué llega un centro a este número ínfimo de alumnos cuando en otros cuesta tanto ajustarse a la ratio establecida para cada etapa? ¿Cómo afecta a los centros educativos la bajada de la natalidad? ¿Qué consecuencias tiene el sistema de zonas para la escolarización? Son desafíos de la educación, un escenario donde los debates suelen ser encendidos entre los diferentes agentes de la comunidad educativa como son la Administración, los sindicatos que representan a los docentes y las familias, fundamentalmente. No hay fórmulas mágicas, lo que son hay normas establecidas que tratan de organizar uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad, y recursos limitados.

El descenso de la natalidad es un hecho incontestable. Según datos extraídos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, hace cinco cursos (2016 / 2017) había 16.000 alumnos en la provincia de Huelva en el segundo ciclo de Infantil, mientras que en el actual hay 14.655. En Primaria, un lustro atrás los alumnos llegaban a 36.566 y ahora son 34.406.

Sin embargo, lo que para Educación es un argumento para explicar, por ejemplo, la supresión de líneas en algunos colegios como resultado del proceso de escolarización por la falta de alumnos, para los representantes de los docentes o para las Ampas es una oportunidad. Consideran que con menos alumnos se podría prestar una atención más personalizada y reforzar así la calidad educativa de la escuela pública dotándola de más atractivo.

En próximas fechas dará comienzo este proceso, una suerte de puzle en el que hay que encajar las piezas compuestas por los alumnos y los centros, que a su vez se dividen en unidades, que son las clases de cada curso. Para realizar la planificación del curso siguiente, la Administración toma como primer elemento de referencia el padrón municipal para conocer el número de niños nacidos hace tres años, a partir de esa edad comienza el segundo ciclo de Educación Infantil. Aunque hasta los seis años la escolarización no es obligatoria, el proceso se abre ya para la matriculación de estos niños en los centros públicos que la imparten. Por otro lado, otro elemento estimativo de referencia es el número de matriculaciones del curso en vigor.

Huelva capital está dividida en siete áreas de influencia en el caso del 2º ciclo de Infantil y Primaria, en cuatro para Educación Secundaria Obligatoria y en otras cuatro para Bachillerato. Estas zonas incluyen tanto los centros públicos como los concertados y en este punto surge otro de los grandes caballos de batalla, especialmente en el centro y La Orden, donde se concentran la mayoría de los conciertos y superan en número a los públicos.

En este sentido, la Consejería de Educación siempre ha puesto énfasis en su deseo de adecuarse al máximo al deseo de las familias y efectivamente esto se complica, por ejemplo en la zona número 3 de la ciudad para el 2º ciclo de Infantil y Primaria, en el entorno del centro. Lo que sucede es que hay dos públicos, Prácticas y San Fernando, y cinco concertados, Safa-Funcadia, María Inmaculada, Colón Maristas, Santa Teresa de Jesús y Santa María de Gracia. Para algunos, este desequilibrio disuade a las familias de solicitar los públicos y si se lo pueden permitir, acuden al concertado para garantizar una plaza cercana a su domicilio.

El sector renueva sus convenios con Educación cada seis años en el caso de Primaria y cada cuatro en el resto de etapas. No obstante, pueden sufrir el recorte de unidades si no cubren las plazas, aunque parten con su oferta. El pasado curso se produjo la renovación de todos los conciertos para todas las etapas excepto Primaria, que lleva otro ritmo, y se denegaron los nuevos que se solicitaron.

El caso es que si disminuyen las solicitudes en un colegio público existe el riesgo de no completar una unidad, lo que puede derivar finalmente en la supresión. Cuando esto comienza a suceder, la posibilidad de que al año siguiente aumenten las peticiones también se aleja ante el temor de quedar sin plaza. Otro elemento que puede favorecer a la concertada es que normalmente albergan varias etapas educativas, incluyendo Secundaria o incluso Bachillerato en algunos casos. Esta permanencia más prolongada en el mismo lugar es un plus para muchos padres.

La garantía de escolarización es absoluta pero la preferencia es permanecer en la zona y respecto a las demás, no todas presentan el mismo atractivo por muchas circunstancias. El CEIP Tres Carabelas lo ha tenido todo en contra para remontar: caída en picado e incesante de alumnos y un entorno socioeconómico desfavorable. El curso próximo sus alumnos pasarán al CEIP Marismas del Odiel, situado en esa misma zona, también con muchas familias en riesgo de exclusión social y que con una unidad mixta para todos los cursos de 2º ciclo de Infantil comienza a dar signos de debilidad. La conveniencia o no de mantener un centro público bajo mínimos es algo sujeto a opiniones, pero el derecho a recibir una educación con los recursos necesarios siempre y en cualquier lugar está fuera de toda duda. En el Marismas del Odiel la Administración está a tiempo de evitar una nueva deriva, para el Tres Carabelas ya es demasiado tarde.

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