El móvil, compañero de penas y fatigas
A veces, nada llega a ser un impedimento para atender el móvil. Es el caso de la mujer de la imagen que, pese a dirigirse a la playa arrastrando sobre un carro la sombrilla, una mesa, los juguetes del niño, etcétera, nada de esto le dificulta para responder a una llamada telefónica. Mientras, el pequeño que la acompaña, ajeno a todo el trajín de la mujer, divisa a lo lejos el litoral onubense deseoso de disfrutar de una jornada divertida.
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