Morante no se explica, se acepta o no

Toros/ Colombinas 2025

Daniel Luque le arranca a la feria una importante Puerta Grande.

Oreja para Morante y Juan Ortega

Morante / Alberto Domínguez
Paco Guerrero

Huelva, 03 de agosto 2025 - 10:58

"Quizás porque mi niñez sigue jugando en tu playa / y escondido tas las cañas duerme mi primer amor / llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya".

Serrat y su verso. La decepción por Morante; el primer amor de aficionado en muchos y el morantismo por donde quiera que vaya. Esos plegaron velas y a seguir su luz por donde quiera que vaya. El resto se agarró un cabreo de aúpa porque les faltaba media entrada por justificar. Más Morante es Mediterráneo y poesía las tardes grandes. Las otras, no... pero para eso está la poesía.

Luque rescató a la tarde de ese ambiguo dicho de corrida de expectación, corrida de decepción. En realidad hubiese sido injusta la frasecita porque quitando el pasaje en donde Morante no quiso dialogar con el cuarto y lo de Ortega tirando líneas pero sin cruzar el Misisipi la tarde tuvo dentro cosas para no salir pegando cornadas a lo que se pusiera por delante.

Se había conjurado el tendido a ver ese Morante del que dictan las crónica maravillas. Madrid, Sevilla, Pamplona y la cúspide portuguesa de esa noche mágica en Nazaré.

Taquillero, líder del escalaf… Justamente lo que nunca ha sido ni pretendido Morante lo es ahora. Al conjuro de todo eso las taquillas funcionan para ver a este Morante de siempre pero al que el mercado ha puesto en venta de cara a la parte más florida y snob del tendido. Los incondicionales siguen ahí. Los incondicionales no se cabrean. Si sale el toro sale y si no, a la siguiente.

Cuando el sevillano no quiso tirar de más voluntad que el cabreo transitorio porque no vio en el de Loreto posibilidades de irse más allá de un triunfo que juntar a la voluntariosa oreja que le habían dado en primero le mandó arrear un segundo puyazo a lo grande. Las cartas estaban echadas y los snobs le chillaron en esa catarsis del desencanto. Porque ellos había venido a ver al Morante de Madrid o Pamplona…y no lo vieron.

O si lo vieron lo vieron poco. Lo del primero fue un dechado de voluntad de llevarse arriba una lidia frente a un toro fuerte y suave de Loreto. Demasiado suave, pero a Morante le servía para dejar unas pinceladas de capote con dos o tres verónicas bonitas y un comienzo de faena muy torero. Todo a la diestra con la disposición de no molestar ni agobiar al toro. Hizo el sevillano acopio de detalles por ese pitón diestro del toro y poco más. La izquierda fue un desatino de entendimiento entre toro y torero. La estocada sin embargo, rotunda.

En el cuarto ni a las moscas les dio tiempo a llegar. Morante espantó la decepción de no sé qué y la corrida ganó casi media hora en celeridad. Los incondicionales, y los snobs, se van para el Puerto. A ver si ahí…

Juan Ortega, volvió a no verlo. No sé si es el albero, el edificio, el olor a pollo frito de algún tendido pero a Ortega se le lleva sin ver en esta plaza desde que Ortega se anuncia en el grupo de los exquisitos. De los de arte, me refiero.

Tres detalles y medio salpicados en toda la lidia rellenan ese tercer acto de la tarde. Juan no se vio y si Juan no se ve ¿Quién es nadie para verlo?

Ausencia total de faena completa donde tres remates con gusto suenan a poco. A muy poco para un torero con tanto gusto en su concepto.

El sexto se arrancó antes que Ortega. Mientras el torero andaba aun en esa larga distancia el de Loreto se le vino en franquía para que Ortega dejara cuatro o cinco muletazos ligados y con eco en el tendido. Con brío, con intención de…volver a tirar líneas, y líneas y líneas. Al de Loreto, un buen toro al que le faltó torero se le quedó dentro una faena que Ortega no acertó a sacar. Solo ese quite con el capote a la espalda queriendo ser y esa estocada de mucho mérito para cerrar otra tarde de vacío en La Merced. Aunque paseara esa oreja a cambio de esa estocada.

Daniel Luque / Alberto Domínguez

Por lo visto al único que le sirven los toros de Loreto es a Luque. Brillante y honesto el de Gerena con una plaza que le ha respetado desde el primer paseíllo. El tema es que Luque devuelve siempre con creces ese respeto y su faena al buen toro de Charro que tuvo presencia, nobleza y un son exquisito para que Luque le montara un fenomenal guion de toreo son parte de esa cortesía. Le servía cualquier pitón, cualquier circunstancia, cualquier embestida. Valiente y sin escaparse de la cercanía de los pitones mandó Daniel sobre la tarde. Tuvo enjundia una faena, maciza, completa por ambas manos pero de una emoción tremenda cuando ese último manojo de luquesinas lo unieron todo en la pasión del tendido. Estoconazo y dos orejas muy legítimas.

A Luque no le importaron los pitos. Él iba a lo que iba que no era otra cosa que sacar a Morante al tercio y tapar el desaire que el tendido había pretendido hacer al de La Puebla en un quite a Raúl Caricol cuando éste escapaba de los pitones. Personalidad y respeto de Luque. Otro bravo toro de Loreto le dejó la suerte a Luque como quinto. Viajó la embestida seria y enrazada detrás de la muleta. Luque molestaba lo mínimo y el toro aceptaba ese envite donde el trapo rojo iba lento, arrastrado por el suelo y con un compás de cante grande. Erguido y confiado el torero, elegante el toreo; bravo el toro que le aceptó un interminable carrusel de toreo al que Luque liberó con un profundo pase de pecho. Metido el toro en esos surcos de albero. Metido el muletazo en verdad. No mereció la faena ese pinchazo ni el aviso. Suena a poco ese saludo desde el tercio. A partir de ahí ya íbamos a ver poco. Aunque tocaba esperar por ver salir a hombros a otro triunfador de la feria.

FICHA TÉCNICA

GANADERIA:

Seis toros de Loreto Charro de muy buena presentación. Medido de fuerzas y noble el primero, el encierro deja al menos tres toros en bravos y con nobleza como fueron segundo, quinto y sexto. El cuarto no se vio y el tercero, con la reserva encendida. Vuelta al ruedo para el segundo de la tarde.

ACTUANTES:

Morante de La Puebla: oreja; pitos.

Daniel Luque: dos orejas; saludos tras aviso.

Juan Ortega: saludos; oreja.

INCIDENCIAS:

Lleno de no hay billetes. Saludaron tras parear al segundo Juan Contreras y Jesús Arruga. Tarde de calor. Daniel Luque salió a hombros.

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