Miles de jóvenes de toda España peregrinan hacia el Rocío

Jóvenes de hasta 85 hermandades han partido de Almonte en dirección a la ermita del Rocío mientras charlan, cantan y disfrutan de la convivencia

La Junta de Andalucía ensalza "las ganas, la fuerza y la fe" de la juventud en su peregrinación a la aldea de El Rocío a la que han acudido más de 2.000 personas

Miles de jóvenes en peregrinación a la ermita. / Policía Local de Almonte.

Para muchos jóvenes rocieros este sábado no era un día cualquiera. Como todos los años desde hace 21, por estas fechas, la Hermandad Matriz de Almonte organiza la peregrinación de jóvenes al Rocío. Y cada año se apuntan más personas. Según la propia hermandad, más de 2.000 han decidido realizar el camino este 2025.

A las 9:00 de la mañana, cientos de peregrinos provenientes de 85 hermandades de distintos puntos del país partían de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Almonte, tras la bendición del párroco y el saludo del presidente de la Hermandad, Santiago Padilla, dispuestos a andar 15 kilómetros hasta la ermita de la Virgen del Rocío.

Saludo del presidente de la Hermandad Matriz, Santiago Padilla.

Y el camino da para mucho. Incluido para que se mezclen los acentos. En la parte delantera, los jóvenes de la Hermandad de Huelva han comenzado a charlar con los de la Hermandad de Los Palacios. Hablan de sus cosas, de sus gustos, y de los nombres distintos que reciben algunos objetos en las diferentes localidades, por mucho que estén en provincias contiguas. También de la cantidad de deportistas laureados que han salido del municipio sevillano. Y mientras bromean, caminan. Al fondo, un par de chavalas se han unido a tres muchachas que han comenzado a cantar la Salve Rociera. Cuando han llegado a la parte de "Al Rocío yo quiero volver", la forma en las que unas y otras han pronunciado la "l" les ha delatado su procedencia. Unas son de Cádiz, las otras de Madrid. El acento, y que la mayoría de los peregrinos llevan una chaqueta identificativa de su hermandad.

Se hacen buenas amistades a lo largo del recorrido. Cuando se cumplían las dos horas de haber salido de la iglesia, todavía en la localidad almonteña, un peregrino de la hermandad de Cartaya que andaba haciendo el camino sin compañía —"una promesa es una promesa", dijo al ser preguntado— ha comenzado a bajar bastante el ritmo. Algo le molestaba en su pie izquierdo. Un exceso de confianza en los zapatos de pádel le han provocado una ampolla enorme. Vale que sirvan para realizar la clase de los martes, pero desde luego no para caminar durante un trayecto tan largo. En su gesto de dolor se ha fijado una chica de Málaga, que junto con sus amigas, han decidido pararse para preguntar si necesita alguna cosa. Él le ha comentado su situación, y ella, que ha venido bien equipada y con diversos enseres en su mochila, le ha dado un apósito para ampollas y algo de charla. También se ha ofrecido a compartir su bocadillo y una pequeña bolsa de patatas que el joven ha declinado con una sonrisa y algo más aliviado. Y ambos han continuado su camino.

La música acompañando la salida de los jóvenes de Almonte. / Hermandad Matriz de Almonte.

Tras descansar en la zona conocida como El Pastorcito, a la salida de Almonte, donde los caminantes han realizado el ángelus, han continuado su recorrido hasta que en Venta Camacho, junto a Matalagrana, han parado a almorzar. Aquí hay quien ha optado por una lata de refresco y un bocadillo, mientras que otros han traído filetes de pollo empanado en una fiambrera para compartir. Por supuesto, también hay quien ha preferido rematar con un paquete de patatas y alguna que otra cerveza. Tras la comida, algunos se han echado una 'cabezadita', otros han charlado tranquilamente, o han aprovechado para llamar a sus familias y contar cómo ha ido la primera parte del viaje.

A las 15:30 se acaba el rato de asueto y todo el mundo se pone en marcha. Desde que han entrado en el camino de Los Llanos, como es de tierra, a muchos les ha acompañado en su andadura una especie de palo marrón que les facilita el apoyo en un suelo tan irregular. Otro complemento imprescindible para esta peregrinación es el pañuelo, puesto en la nariz y en la boca para no tragar el polvo que levanta la arena, al ser pisada por miles de personas.

Así pues, lo que está claro es que en este camino hay historias para aburrir. O hasta llegar a la aldea, donde entrarán por el barrio de las gallinas, por donde siempre entra la Hermandad de Huelva, hasta llegar a las 19:00 a la ermita, donde mostrarán sus respetos a la Virgen.

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