preparativos de la romería

Un mensaje de vivencias y sentimientos rocieros

  • Antonio Barrios Merino proclama sobre las tablas del Gran Teatro el pregón de la Hermandad del Rocío de Huelva

  • La entidad celebra la tradicional caldereta

Un pregón de sentimientos arraigados. De emociones contenidas. De vivencias. De saber estar y proclamar tras el atril. De caricias a un camino. A una aldea. A un simpecado que alumbró la voz y la garganta de su pregonero en el Gran Teatro de Huelva.

Antonio Barrios Merino pregonó en las tablas del escenario onubense a la Hermandad del Rocío de Huelva. Había expectación por conocer sus palabras y sus costumbres. Y le acompañaron su familia, sus amigos y los hermanos de una entidad que ya cuenta los días para abrirse paso en el camino romero.

Familiares del pregonero ponen música y voz durante la exposición

Médico de profesión, natural de Extremadura, pero afincado en Huelva. "Voy a decirle a la hermandad y a la Virgen lo que se merecen", explicaba Barrios el día previo a su proclamación rociera. Un resultado final en el que previamente "fluyeron multitud de ideas que te van viniendo poco a poco", aunque hace "unos 15-20 días que no cambio ni una coma del pregón".

Un corazón de sentimiento y una experiencia enriquecedora que mostró Antonio Barrios sobre las tablas del Gran Teatro. "Es todo mío. Vivencias mías en el hecho de cómo interpreto lo que es el Rocío". Y así fue, un manifiesto de sensibilidad. De encontrar la razón en un trozo de papel y mostrar a sus hermanos lo que está por venir. Lo que siempre ocurre pero que nunca es igual. Lo que tantos viven de manera diferente y a través de retinas y percepciones distintas.

La Virgen está representada en muchas imágenes y con el sentir rociero, la sienten viva y siempre con ellos. Y en esta tesitura, Barrios desplegó un pregón a la altura de las circunstancias y preparado casi de memoria. Marcó los tiempos y manejó las partes en las que estaba dividido. Sus recuerdos de cómo le nombraron pregonero, de cómo se lo propusieron y su respuesta de afirmación, fueron la entrada a un diario lleno de recuerdos.

"Rocío es un modo de vivir", afirmó durante el pregón. Y recordó que hay que alargar su presencia los 365 días del año. En su mayoría escrito en prosa, aunque afloraron algunos versos donde terminaban por romper en aplausos. Un pregón casi sin parones. Fluido y ameno. Y con el Simpecado de la Hermandad del Rocío de Huelva como telón de fondo. Flanqueado por dos faroles y dos centros de flores de las mismas tonalidades que se postraron bajo el atril.

El Simpecado "genera la misma devoción", afirmó Barrios durante el pregón. "Nos hace partícipes y es símbolo de la unidad de todos los rocieros". No faltó ni un detalle. Palabras fraternales que tuvieron la empatía de los suyos. Incluso se secaron algunas lágrimas en el patio de butacas.

Como base del pregón, el cante fue referencia y protagonista durante el recorrido del mismo. Oraciones a la Blanca Paloma, así como fandangos interpretados por familiares de Antonio Barrios.

Y así fue la tónica de un pregón que marcó un recorrido. El de Antonio Barrios. Desde la Santa Misa de Romeros hasta la llegada a casa. Historias y anécdotas de tantas experiencias vividas en el camino. Pero siempre con el mismo denominador común: el Rocío y la Hermandad de Huelva.

Tras la finalización del pregón, la hermandad rociera celebró la tradicional caldereta que se celebró, en honor al pregonero Antonio Barrios, en el patio de la Casa Hermandad de Huelva. La celebración contó con la actuación musical de Calle Botica, Regina y el grupo Besana.

Un paso más en el discurrir de los actos y preparativos con motivo de la Romería del Rocío de este año. La Hermandad de Huelva continúa trabajando en la mejor organización posible para disfrutar de un nuevo año junto a la Virgen del Rocío.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios