Los médicos de Atención Primaria consideran que su situación no ha mejorado en este último año. Se expresan en un nivel mayoritario, que está sin variaciones o peor que en 2018, tan solo en los aspectos relacionados con el contrato-programa, las plantillas estructurales y la problemática de las agresiones a profesionales se aprecia una mejoría. Lo peor para ellos, es que se mantiene la sobrecarga de trabajo y que no se establece ningún tipo de filtrado de acceso a las consultas que fije qué tipo de urgencia tiene el paciente para ser atendido”.

Así lo refleja el estudio realizado por la Asociación Basta Ya que aglutina a buen número de facultativo de esta especialidad. Argumentan que “durante el verano de 2019 se estableció un periodo de espera para determinar el grado de implementación de los compromisos de la Administración, creciendo de forma progresiva la percepción entre los profesionales médicos de la ralentización de ésta en el cumplimiento de las reformas acordadas.

Ese fue el detonante de que Basta Ya (BY) optara por llevar a cabo el estudio. El estudio se planteó en dos vertientes: Por un lado conocer la percepción de los médicos participantes respecto al compromiso de la Administración respecto a la Atención Primaria y por otro lado describir los principales problemas actuales. Se contó con la colaboración de 147 médicos siendo la provincia más participativa la onubense. Como ya se ha comentado el principal problema que detectan los médicos de familia es la sobrecarga de trabajo asociada al bajo salario sin que se contemple un incremento en el nuevo presupuesto 2019. Se denuncia igualmente el que no se cuentan las horas de guardia para la jubilación, en claro agravio comparativo con otros colectivos andaluces.

Y en clara relación con la sobrecarga asistencial se asocia la problemática de las agendas. La queja de los facultativos en este aspecto es que “no se filtra nada, derivando todo al médico que se ve obligado a pasar una consulta exclusivamente a demanda, sin tener espacios en la consulta diaria para tutorizar de forma adecuada, realizar actividades de formación o realizar otras actividades clínicas programadas.Otro de los ámbitos que se encuentra ligado a los dos precedentes es lo que el informe de Basta Ya entiende como carga burocrática que es “la carga administrativa que soporta el medico de Atención Primaria y que se incrementa día a día “con todo lo que no es resuelto de forma adecuada en el segundo nivel asistencial -atención hospitalaria-, con recetas, revisiones, etcétera.

Del mismo modo, prolifera “la emisión de informes para los que no estamos capacitados, recae en el médico de forma habitual”.Por desgracia, una de las realidades que han de afrontar estos profesionales sanitarios es la de las agresiones. En este aspecto, desde la Asociación Basta Ya se considera que la situación sigue como el año anterior. Se incide este modo, en el hecho de la pérdida de consideración hacia la figura del médico unida a las “expectativas irreales favorecidas por la propia Administración, que colocan al colectivo médico en una situación de desprotección y exposición a agresiones”.

“La propia Administración –añade el estudio– nos agrede con la sobrecarga a la que nos tiene sometida”.Sí, por el contrario, es un tema que el estudio percibe que va aumentando es el de la cada vez mayor contratación de médicos que carecen de la realización de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. El informe en concreto, declara que “se establece la problemática creciente de la contratación de médicos sin especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria que era una condición indispensable para trabajar en el sistema sanitario público, con las carencias en formación que ello conlleva”.

Como ya ha apuntado esta asociación en otras ocasiones, esta fenómeno que ellos apuntan como una evolución negativa, se debe en buena medida, a las ofertas laborales que no son suficientemente atractivas para retener a los profesionales que sí cuentan con la especialidad realizada.Finalmente respecto al contrato-programa, éste queda vinculado al sobreesfuerzo al que se someten los facultativos, pues “se exige el cumplimiento de objetivos numéricos (no procedimientos clínicos) que se han establecido sin contar con la opinión de los propios profesionales y con la infradotación de recursos humanos o materiales que hacen muy difícil su cumplimiento”.

Desde el inicio de su andadura en 2017, Basta Ya ha contado con el apoyo del Sindicato Médico y de los colegios de Médicos.