Proyectos en marcha. La Autoridad Portuaria pasa revista a su plan de inversiones en la capital

El paseo marítimo unirá en 2012 los dos tramos del Muelle de Riotinto

  • El proyecto de Lapeña y Torres incluye en la segunda fase el paso a nivel del cargadero y una abundante arboleda, pérgolas y kioscos en el bulevar · Se libera el perímetro del monumento industrial para realzarlo

El histórico cargadero de minerales recuperará la estructura que hace 40 años cercenó el tráfico industrial, al unirse el tramo de tierra con el de agua mediante una pasarela que permitirá el tránsito peatonal a lo largo de todo el Muelle de Riotinto. Así se contempla en el proyecto que los prestigiosos arquitectos Martínez Lapeña y Torres han realizado para la segunda fase del paseo marítimo, documentación a la que ha tenido acceso este periódico.

En el diseño del bulevar que promueve la Autoridad Portuaria (cuya primera fase se encuentra en ejecución tras el parón judicial) destaca este paso a nivel, la abundante arboleda, pérgolas, kioscos y senderos peatonales. Un paseo de un kilómetro de longitud (y un ámbito de intervención de 84.000 metros cuadrados) que será antesala del Ensanche Sur, desde el cargadero hasta la primera transversal de Francisco Montenegro.

Según confirmó ayer el presidente del Puerto, José Cejudo, esta operación de apertura de la ciudad a la Ría podrá culminar a finales de 2012, toda vez que la estructura de contención del relleno que se está acometiendo en estos momentos finalizará el próximo mes de junio.

La integración del cargadero como balcón marítimo y monumento de la Revolución Industrial es uno de los hitos contemplados en esta propuesta, donde se corrige la afección que la plataforma inicialmente proyectada para el paseo marítimo tenía sobre un muelle catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía. En esta última versión de la actuación se deja un margen perimetral al cargadero retranqueando la plataforma en sus inmediaciones.

La nueva pasarela prevista para conectar los dos tramos tiene su base en un sistema de vigas apoyadas en sendos pilares, uno a cada lado de la calle, salvando la discontinuidad del muelle sobre la calle sin afectar la estructura actual del cargadero.

Al margen, el proyecto del paseo marítimo busca una topografía que permita absorber las mareas del Odiel y un sistema de pavimentación que solucione la conexión con las partes ya urbanizadas.

Se introducen diferentes pérgolas que den sombra sobre las zonas de descanso y anfiteatros; y se crean parterres a lo largo del paseo para plantar nueva vegetación que, a su vez, sirve como colchón acústico y visual. A tal efecto se utilizarán pinos piñoneros, mientras que para marcar el final de la intervención en su encuentro con la Avenida Francisco Montenegro se plantarán eucaliptos y en la Avenida Tomás Domínguez se propone un palmeratum.

El mobiliario urbano, bancos y papeleras se colocará entre los parterres mirando a la Ría y el paseo se rematará a base de elementos prefabricados de hormigón, con barandilla de seguridad.

Son las claves principales de la segunda fase, el diseño final, que entrará en ejecución el próximo verano si no hay nuevos reveses en el calendario. De momento, las obras de la primera fase mantienen buen ritmo, una vez se reanudaron el pasado mes de junio tras un freno de seis meses. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dio vía libre a una actuación que había sido paralizada a instancias del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número uno de Huelva, cuando los trabajos ya llevaban ocho meses de desarrollo.

Apelando a la preservación del interés general, el alto tribunal andaluz acordó entonces la suspensión cautelar de la actuación, en respuesta a la demanda que la Mesa de la Ría interpuso en julio de 2009. Precisamente, la asociación denunciaba que el proyecto atentaba contra la estructura del Muelle de Riotinto. A juicio del colectivo ecologista, las obras del Puerto incumplían, por otra parte, la normativa medioambiental europea, careciendo, además, del preceptivo estudio de impacto ambiental. Argumento que chocó con la sentencia del TSJA, que avalaba la continuidad de las obras, estimando el recurso de apelación del Puerto. La envergadura de los trabajos que se iniciaron en el frontal del Nuevo Colombino no permitía que la actividad se retomara de inmediato, sino que ha sido preciso este margen para contactar con la empresa contratista y organizar nuevamente el dispositivo de medios técnicos y humanos.

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