Recuerdo a Ignacio Noguer Carmona

Un luchador y un hombre bueno

  • Antonio González recuerda la figura del prelado de Huelva fallecido

Antonio González transmite sus condolencias al obispo de Huelva, José Vilaplana.

Antonio González transmite sus condolencias al obispo de Huelva, José Vilaplana. / Josué Correa (Huelva)

Fue uno de los primeros en acercarse al salón donde permanecía el cuerpo de Ignacio Noguer Carmona en las dependencias del Obispado de Huelva. Antonio González, presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva conoció al obispo emérito fallecido en la noche del lunes, con motivo de su ejercicio al frente de las demandas del mundo cofrade, “hace muchos años, ya que cuando accedí al mismo, él era el obispo; tuvimos una relación, amplia, fluida y, sobre todo enormemente respetuoso”.

González recuerda esa primera impresión “de hombre serio” que transmitía el prelado, “aunque una vez que lo tratabas sí tenía cosas de nuestra tierra que lanzaba cada vez que podía. Hay que recordar que aunque no nació en Huelva, se sintió de inmediato atraído por ella y aquí se quedará”. De hecho, después de la medianoche de ayer, su cuerpo fue trasladado para que lo prepararan antes de ser enterrado en el propio Seminario donde pasó sus últimos días.

Antonio González junto a José Vilaplana ante los restos del obispo emérito. Antonio González junto a José Vilaplana ante los restos del obispo emérito.

Antonio González junto a José Vilaplana ante los restos del obispo emérito. / J. C. (Huelva)

Fue allí donde el presidente de las Hermandades y Cofradías onubenses, “lo vi por última vez; no vi muchas veces y la verdad es que me daba bastante pena porque lo vi sufrir mucho; se encontraba muy mal de salud, pero como tenía esa capacidad de lucha, anoche (por el jueves) pensábamos que iba a volver a remontar como tantas veces había hecho. Esta vez no ha sido posible porque tenía muchos años y el Señor ha decidido llevárselo con él”.

González recuerda como “fue sacerdote hasta el final”. En efecto, desde que fuera ordenado hace más de 60 años, “no faltaba ni un solo día a la Eucaristía que, como ha dicho nuestro obispo, daba en la mesa camilla de su habitación en el Seminario e incluso desde la cama cuando no podía incorporarse; la verdad es que era encomiable”. La imagen que siempre recordará es tal y como lo vio la mañana de ayer, “con calma y serenidad, de esa de la que siempre hizo gala, con un semblante de placidez que le acompañó a lo largo de los años que pude llegar a conocerle”.

Coronas de flores en la sede del Obispado de Huelva. Coronas de flores en la sede del Obispado de Huelva.

Coronas de flores en la sede del Obispado de Huelva. / Josué Correa (Huelva)

Junto a sus restos mortales compartió durante toda la jornada de ayer, “el aluvión de personas de toda la sociedad onubense que acudió al Obispado para presentar sus respetos, así como los representantes de todas las cofradías y hermandades de Huelva que acudieron a homenajearle y en medio de una enorme cantidad de coronas y de flores que llegaron desde todos los puntos de la provincia y que muestran claramente el enorme cariño que sentían hacia Ignacio Noguer Carmona”.

Por todo ello, espera que el funeral que tendrá lugar este mediodía en la catedral de La Merced, esté “a la altura de lo que significó para la Diócesis de Huelva y que acudan masivamente para dar el último adiós a una figura que hizo mucho por el mundo cofrade, que cumplió con su obligación y que supo hacerse entender y querer por todos los que tratamos con él en algún momento. La presencia del cardenal Carlos Amigo Vallejo y de muchos de los obispos andaluces, va a contribuir a que el adiós que el pueblo de Huelva le de a quien fuera su obispo, esté a la altura de lo que significó para todos nosotros; un hombre bueno, un luchador y alguien que entendió la calma y la serenidad como un modo de hacerse querer”.

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