Huelva

La logística verde de Mercadona

  • La compañía aplica la ‘Estrategia del ocho’ centrada en la idea de “camiones siempre llenos de mercancía y nunca de aire”, y se traduce en el óptimo llenado y en la logística inversa para que nunca viajen vacíos en el retorno

Trabajos en la central logística de Mercadona en Huévar del Aljarafe.

Trabajos en la central logística de Mercadona en Huévar del Aljarafe. / Jordi Landero (Huelva)

“Nuestros camiones siempre van llenos de mercancía y nunca transportamos aire”. Es un mensaje que no se cansan de repetir los responsables del bloque logístico de Mercadona situado en el municipio sevillano de Huévar del Aljarafe, emplazado a escasos kilómetros del límite territorial de esta provincia con la de Huelva. Una idea que responde al concepto de optimización logística de la principal empresa de distribución de alimentos de nuestro país, que a su vez se enmarca en el sistema de gestión ambiental en el que está inmersa, y que implica un proceso de cambio a todos los niveles: desde el modelo de venta hasta la relación con la cadena agroalimentaria, con el objeto de no quedar ajena a los retos a los que se enfrenta la sociedad de la que forma parte.

Siguiendo los principios de su modelo, el sistema de gestión ambiental de Mercadona se centra en reducir impactos en tres áreas principales: logística, consumo energético y gestión de residuos. Aprovechando el ahorro de recursos que se deriva de la aplicación de los principios de la economía circular, la empresa trabaja con el objetivo de lograr la mayor eficiencia en todos sus procesos, mostrando así su firme compromiso con la sostenibilidad.

Esta obsesión por la optimización logística en una empresa centrada en la distribución, que en 2018 contaba con una flota de 1.290 camiones, está basada en lo que sus responsables definen como Estrategia del ocho, que centrada en el mansaje “camiones siempre llenos, pero nunca de aire”, se traduce a efectos prácticos en el óptimo llenado de los vehículos, que condiciona la manera de organizar el trabajo en el bloque logístico.

Los camiones se llenan agrupando la mercancía por peso, temperatura, rotación de venta del producto, su familia, y eficiencia y comodidad del trabajador, para regresar posteriormente de las tiendas cargados con el material de desecho para su reciclaje –o reutilización en el caso de los conocidos envases verdes de plástico de Logifruit, donde se transporta y exhibe para su venta determinados productos frescos como la fruta o las verduras–.

Esta filosofía de trabajo implica igualmente a toda la cadena de distribución: proveedor, almacén, transporte y procesos de venta en tienda, hasta el retorno de materiales para reciclar o reutilizar de nuevo al almacén o bloque logístico.Dos ejemplos prácticos del funcionamiento de la Estrategia del ocho, centrados en dos productos onubenses: el pescado que Mercadona adquiere en las lonjas de Ayamonte, Isla Cristina o Punta Umbría; y los frutos rojos de los que la empresa se surte en el campo de dicha provincia, ponen claramente de manifiesto su funcionamiento.Ambos productos son inicialmente transportados de la lonja o el campo hasta el bloque logístico de Huévar, donde junto con el resto de la mercancía se preparan para su distribución en tienda llenando los camiones de forma óptima para cumplir con la idea central de no transportar aire.

Después se distribuyen por las tiendas, se venden y, en el caso del pescado, los envases de plástico donde es transportado se limpian en la propia tienda varias veces de cara a ser reutilizados, para finalmente ser transportados a las instalaciones de la empresa Logifruit, ubicada junto al bloque logístico de Huévar, donde se procede a su limpieza, desinfección y reparación –en caso de que proceda-, quedando en perfectas condiciones para un nuevo uso.

En el caso de la fruta los envases verdes regresan desde la tienda a Logifruit tras un solo uso, donde son también limpiados, desinfectados y reparados en caso necesario, quedando listos para un nuevo ciclo y, al igual que los de pescado, regresar a la cadena de distribución.

Tanto estos dos tipos de envases diseñados para ser reutilizados, como los de cartón, plástico no reutilizable o porexpan (poliestireno expandido), destinados a transportar y proteger otro tipo de productos, regresan al bloque logístico en los mismos camiones que distribuyen la mercancía a las tiendas. En el caso de los segundos son reciclados para obtener bolsas de caja, nuevos envases o material de construcción con los de porexpan. Se cierra así un ciclo, y se inicia otro, cumpliendo con la máxima de no transportar aire.

Las seis 'R' de Logifruit

Logifruit es una empresa que aplica la tecnología en procesos logísticos, centrando su actividad en el alquiler de envases reutilizables con productos y servicios de alta calidad. Fundada en el año 1996, actualmente dispone de 14 plataformas logísticas distribuidas por toda la península –una de ellas junto al bloque logístico de Mercadona, en Huévar–, una plantilla de más de 1.185 personas orientadas a la excelencia y un total de 17 millones de envases entre cajas, boxes y palets reutilizables, que realizaron más de 307 millones de movimientos en 2019.

La compañía satisface las necesidades de envasado y transporte de la red de suministro de sus clientes, entre ellos Mercadona, mediante soluciones logísticas de alto valor añadido y asegurando siempre la máxima calidad en el servicio, para lo cual aplica el principio de las seis R: reducción, reutilización, reciclado, reparación y racionalización de envases de un solo uso; y reinversión en mejoras escuchando siempre las necesidades del cliente.

El modelo logístico de Mercadona 

Uno de los principios que Mercadona persigue año tras año es utilizar cada vez mejor los medios logísticos de los que dispone. Conseguir transportar más, con menos recursos, reduce el número de viajes, el consumo de combustible y, por lo tanto, el impacto ambiental de su actividad. Para alcanzar este ambicioso reto existen tres líneas de actuación principales encaminadas a mejorar la eficiencia de los medios de transporte y los procesos logísticos. En primer lugar, Mercadona dirige sus esfuerzos a conseguir una mayor y mejor capacidad de carga en los medios utilizados y la planificación de los trayectos para conseguir un transporte más eficiente. Consciente además de que los problemas de contaminación tienen cada vez más protagonismo en las ciudades, Mercadona apuesta por la reducción de emisiones a través de dos vías: la renovación de la flota y el uso de nuevas tecnologías y combustibles alternativos en los vehículos de los proveedores de transporte, ya sean pesados o ligeros, y en los equipos de frío instalados. Y por último, un puntal fundamental de la gestión logística es aplicar constantemente criterios de buenas prácticas que ayuden a utilizar de la mejor manera posible los recursos de la flota de transporte.

Y es que el objetivo general de la logística de Mercadona es “transportar más con menos recursos”, a lo que la empresa dedica esfuerzos significativos encaminados a aumentar la carga útil de los vehículos a la vez que se reduce la tara. Esto, unido a una cuidadosa planificación de las rutas, consigue que las mercancías lleguen a su destino de un modo más eficiente.

Pero las innovaciones tecnológicas no pueden desarrollar todo su potencial si no van acompañadas de buenas prácticas en el trabajo diario, que permitan aprovechar al máximo todas las mejoras incorporadas a la flota. Es por ello que Mercadona lleva años aplicando estas estrategias, que tienen un efecto netamente positivo tanto en la eficiencia de sus procesos como en la reducción del impacto ambiental.

Entre las buenas prácticas destacan los esfuerzos destinados al llenado de camiones ya que las casi 200 personas que trabajan diariamente en la gestión de los trayectos se centran en la planificación y el llenado con el objetivo de no transportar aire. El resultado de esta dedicación es que la compañía cuenta con un índice de llenado medio de sus camiones del 90%.

La renovación de la flota y el uso de nuevas tecnologías reducen el impacto ambiental

Otra de las buenas prácticas se centra en la logística inversa ya que la planificación de los trayectos, tanto de ida como de retorno, evita viajes innecesarios y gracias a ella se ha logrado que el 65% de los viajes realizados para abastecer las tiendas sea aprovechado para devolver a las instalaciones de gestión de envases de los bloques logísticos los Elementos Reutilizables de Transporte (ERT), como son los palés y cajas, además de los materiales de envase que Mercadona envía a reciclar.

Finalmente la logística silenciosa en horas valle se centra en realizar, siempre que sea posible, el transporte de última milla durante horas valle, principalmente nocturnas, en las que hay menor actividad en las ciudades. Como consecuencia de ello se evitan las horas de mayor congestión y tráfico y se propicia el uso de camiones de mayor capacidad de carga para aprovisionar a las tiendas. El resultado es un ahorro de tiempo y de combustible y, por tanto, de emisiones, aplicándose actualmente esta modalidad de abastecimiento en un total de 736 supermercados de la cadena –el 45% del total–.

Y es que, para Mercadona, “una gestión medioambiental efectiva es crucial para la buena marcha de cualquier compañía”, a lo que añade que “somos conscientes de que nos queda mucho por mejorar, pero los resultados conseguidos nos animan a continuar trabajando”

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