Huelva

Cuando las llamas cercan tu casa

  • El fuego de Villarrasa acaba con el trabajo de más de 20 años de una de las familias evacuadas

Miguel y su mujer refrescan los alrededores de la casa para que las llamas no vuelvan.

Miguel y su mujer refrescan los alrededores de la casa para que las llamas no vuelvan. / Rafa del Barrio

Todo el mundo se ha preguntado alguna qué cogería en el caso de tener que abandonar su casa precipitadamente a causa del fuego. Esa hipótesis con la que muchos han jugado se convirtió la tarde del sábado en una rápida decisión que la familia Cervantes Gadea tuvo que tomar, cuando vieron que las llamas se acercaban peligrosamente a su casa.

En su caso, eligieron las escrituras de la casa, algunos objetos personales, “y los títulos universitarios de mis hermanos”, explica Miguel, uno de los hijos y habitual residente de la casa junto a su mujer y su madre.

“Es nuestra casa de toda la vida, dónde hemos crecido y en la que mis padres han invertido el trabajo de los últimos 20 años”. Y es que aunque otra casa tuvo que ser evacuada por el inminente peligro, ellos son la única familia que vive en la zona durante todo el año.

Evacuados desde las 16:00 hasta las 21:30, vivieron unas horas angustiosas en las que la familia veía desde lejos cómo el trabajo de toda una vida sucumbía presa de las llamas. “Ves tu casa rodeada por el fuego, tienes que abandonarla, -continúa-, mi madre y mi mujer estaban en shock y cuando salimos los bomberos nos dijeron que la diéramos por perdida, pero afortunadamente aunque la finca se ha quemado entera, nos podemos dar por satisfechos por que nuestra casa sigue en pie”.

Que su casa se haya salvado es resultado de la pericia y de la valentía de los bomberos que, tal y como relata Miguel, “trataron por encima de todo de que conserváramos la vivienda, poniendo incluso en riesgo sus vidas por salvar nuestra casa, ya que dos de ellos quedaron atrapados por el fuego durante media hora y tuvieron que refugiarse en la piscina”.

Varios cultivos, las 6 hectáreas de higueras, kilómetros de tubería de riego y para consumo de la casa, un taller, ...todo es historia, “pero afortunadamente no hay que lamentar perdidas humanas, ya que nos llevamos un susto muy grande al saberlos atrapadas así que cuando finalmente los vimos salir y abrazarse a sus compañeros respiramos tranquilos”.

La casa ha podido permanecer en pie a pesar de haber estado rodeada por las llamas. La casa ha podido permanecer en pie a pesar de haber estado rodeada por las llamas.

La casa ha podido permanecer en pie a pesar de haber estado rodeada por las llamas. / Rafa del Barrio

Aunque pudieron regresar a casa el mismo sábado, “hemos pasado la noche con mucho miedo, asomándonos continuamente por el temor de que se reactivara algún foco y escuchando cómo los árboles que rodeaban nuestra casa se iban cayendo”.

“Queremos agradecer al alcalde de nuestro pueblo, Arturo Alpresa, que nos estaba esperando en casa para ayudarnos, y también a Protección Civil, la Guardia Civil y los bomberos por supuesto, ya que con 40 grados y con las rachas de viento que había es increíble como han manejado todo. Son unos grandes profesionales”.

Ayer, a la luz del día, además de tener que seguir peleando a base de cubazos contra algunas llamas que se empeñaban en volver, a la familia le tocaba hacer balance y tomar consciencia de lo vivido. Porque aunque se sienten afortunados por no haber perdido su casa, el panorama que la rodea es desolador.

Miguel insiste en los 20 años de trabajo de sus padres. Ese es el tiempo que habían tardado en poner en marcha su huerto de higueras, de la que ya no queda ni rastro, “estaban valoradas en unos 120.000 euros, a lo que hay que sumar las infraestructuras del regadío, el tendido de alta tensión para que recuperemos la luz en casa, las bombas para que saquemos el agua del pozo..., en fin, una tragedia y una catástrofe, pero como he dicho antes contentos porque seguimos teniendo un techo bajo el que dormir”, concluye.

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