El Día del Libro no ha pasado desapercibido en el Servicio de Pediatría del Hospital Juan Ramón Jiménez. Al igual que en el resto del sistema educativo andaluz, ha sido una jornada para incentivar el hábito de la lectura entre los más pequeños; un hábito que se encuentra en serio peligro de extinción.Los pequeños se lo han pasado en grande con las diferentes iniciativas incluidas en el programa de esta jornada, en el que todos ellos han tenido parte activa.

Todo ha destilado buen sentido, cariño, dedicación y entrega hacia los pequeños que han de pasar unos días ingresados pero para lo que estas actividades no solo les supone desconectar de la realidad que en esos momentos están viviendo, sino también no dejar de lado todas las cosas buenas que tienen que aprender como les corresponde a su edad.

El mago Naife fotografiado con los pequeños.

La jornada empezó con la presencia de un taller de magia que corrió a cargo de Naife, un onubense que es Premio Nacional de Magia y que enseñó a los chavales cómo hacer varios trucos. Ya la experiencia del propio Naife es un ejemplo para los niños ya que “empecé con el juego de Magia Borrás y a los 7 años ya tenía claro que quería ser mago”. Aparte del taller de este martes, naife va periódicamente al Juan Ramón para dar sesiones a los chavales a través de la Fundación Abracadabra de Magos Solidarios.

En una fecha que está señalada en el calendario escolar, tenían que intervenir los dos maestros que realizan su actividad docente en el centro hospitalario: Inma Parejo y Fernando Pérez, dos maestros que en estos momentos realizan allí una labor que arrancó en el Juan Ramón en 1988.Los niños han hecho un ejercicio de caligrafía, redactando poesías de escritores famosos como Gloria Fuertes o Antonio Machado que posteriormente han leído, así como el cuento Lenny tiene miedo, de Noelia Zamorano. Ese ha sido sin duda, uno de los puntos fuertes de la mañana por la presencia del perro Lenny que es bien conocido por los pequeños ingresados ya que los visita cada quince días los domingos. En esta ocasión, los niños han ido leyendo párrafos del cuento que tiene como protagonista al propio Lenny que hace las delicias de los allí presentes. Lenny ha recibido hace poco el Premio al Voluntariado con V que da la Cruz Roja a nivel nacional.

Además, Cruz Roja Juventud está presente todas las tardes, de 17:30 a 19:30, “ofreciendo un tiempo de evasión que atrae a muchos pequeños” según indica María Moreno, una de las voluntarias de la Cruz Roja que recuerda que esta actividad se debe gracias al Programa de Atención a la Infancia Hospitalizada que la Junta de Andalucía ha puesto en marcha gracias a su tramo del IRPF.Asimismo, se regaló el libro El niño que no quería ser azul y la niña que no quería ser rosa, ofrecido por A3 Media.

La jornada de ayer es solo una muestra de todo lo que se viene haciendo con los pequeños que son ingresados. No solo hay momento para la evasión y el entretenimiento –que ya de por sí son aspectos muy importantes en estas circunstancias– sino también para la enseñanza. De este modo, el hospital cuenta con un aula que da docencia a niños de 3 a 14 años que suelen tener una asistencia media entre 12 y 14 pequeños. Junto a ellos, los maestros también se encargan de aquellos chavales que van de 14 a 16 años pero que no asisten al aula, por lo que la docencia les llega a través de la visita a sus correspondientes habitaciones.