La leche condensada y en polvo

Historia menuda

En 1922, el primer anuncio de leche condensada la recomienda porque "reúne las virtudes de la leche fresca y ninguno de sus inconvenientes" l La leche en polvo no se usó mucho en Huelva hasta los 50

07 de marzo 2011 - 01:00

Amediados del siglo XIX aparece la leche condensada, conseguida después de costosísimos y largos ensayos por Gall Borden en Connectituc y por Henry Nestlé en Suiza y comienza una larga lucha publicitaria para concienciar a las amas de casa las múltiples cualidades del nuevo producto. Pensamos, que los primeros botes de leche condensada que llegaron a nuestra ciudad debieron traerlos los británicos, ya que a Inglaterra llegó antes este producto que a nuestro país. El primer anuncio que hemos visto en la prensa onubense sobre lecha condensada, está contenido en el Diario de Huelva del 5 de febrero de 1922. En él se orienta a las amas de casa de las ventajas que se obtiene con su compra: "Leche condensada La Lechera, reúne todas las ventajas de la leche fresca y ninguno de sus inconvenientes. De venta en farmacias, droguerías y ultramarinos". Así, pues, los primeros ultramarinos que vendieron la entonces casi desconocida leche condensada fueron El Istmo, Los Ángeles…Con el transcurrir de los años se va popularizando, pero casi únicamente va a estar a disposición de los bolsillos solventes. Irrumpe la guerra civil en España y en estas latitudes se procura ayudar a los combatientes y en la primera Navidad (1936) se hacen muy conocidos el aguinaldo. Pero ¿en qué consistía el aguinaldo? Se trataba de una caja capaz de aguantar los siguientes artículos: una botella de coñac, galletas, embutidos, queso, turrón, un bote de leche condensada, mantecados, algunas figuritas de mazapán, tabaco y papel de fumar. Tenían, además, algunos otros obsequios excepcionales como almanaques, sobres, lápices y devocionarios. Todas llevaban en la tapa la bandera española con una pequeña fotografía del general Franco y la siguiente leyenda: "Aguinaldo del combatiente. La retaguardia está contigo. Saludo a Franco. ¡Viva España! ¡Arriba España".

Llegan los oscuros años de la postguerra, y la leche condensada es el arma más eficaz que tienen los estraperlistas para obtener sus pingües beneficios. En el racionamiento, se concede la leche condensada para la lactancia artificial, al precio de 10 frascos por 90 céntimos, presentando el cupón habilitado para este alimento. El día 7 de abril de 1947, se fijan los nuevos precios para la leche condensada: al por mayor, en almacén, 4,90 ptas, bote; al público, 5,20 ptas, bote. En el Boletín Oficial del Estado de fecha 18 de septiembre de 1950 se publica Orden de la Presidencia del Gobierno que decreta la libertad de comercio, circulación y precios de la leche condensada y en polvo. Curiosamente en aquellos primeros años 50, es la leche condensada Ram "tan buena como la mejor", la que lleva el protagonismo de la venta en nuestra capital. Pero, pronto, contraataca comercialmente la marca Nestlé, ofreciendo al público la posibilidad de ganar premios en metálico y obsequios de productos de la citada marca, a través de concursos de la modalidad de "cara al público" y de fiestas brillantes y animadas como el festival celebrado en el Gran Teatro 30 de noviembre de 1952, original y auténtico acierto artístico, ofrecido por Comercial Nestlé SA, a favor del Gran Concurso La Lechera del que vamos a ofrecer algunos fragmentos aparecidos en el diario Odiel:

"… El público aplaudió complacido los diferentes números presentados, destacándose por su éxito el cuadro flamenco de esta sala de fiestas sevillanas, las simpáticas actuaciones de Emilio Segura, locutor, y Manuel Calvo, recitador, el arte y la gracia de Conchita Bautista, la bella canzonetista que dejó un grato ambiente y a la que nos gustaría ver de nuevo por esta ciudad; Carmen Ponce, canzonetista, y Carmen Visuerte, bailarina, que ofrecieron toda la gama admirable de su arte; el conjunto Santa Cruz, al que se le prodigaron los más cálidos aplausos, por lo depurado de su estilo, teniendo que ofrecer varias canciones fuera de programa, y todo ello amenizado por la gran Orquesta Molero. Como aportación del arte local, Paco Isidro, acompañado a la guitarra por el maestro Rofa, interpretó lo mejor de esta tierra, siendo muy aplaudido…".

Pero, ¿Cómo se podía asistir a uno de estos festivales? Veámoslo: El publico consumidor no tenía más que rellenar el boleto para el Gran Concurso La Lechera, que en todos los establecimientos de comestibles entregaban al adquirir un frasco o bote de leche condensada La Lechera. Dicho boleto, junto con una etiqueta de bote o frasco de la mencionada marca, se presentaba en las oficinas de la Emisora Radio Huelva, donde se canjeaba por una localidad para el Festival anunciado, hasta el agotamiento del total aforo del Gran Teatro.

En otros festivales patrocinados por La Lechera actuaron Los ballenatos del Arenal, con sus mágicas armónicas; Los de la Cava, bailaores; Los Oscars, aplaudidos payasos musicales; El Peque Sevillano, cantaor; Los Bustos, acróbatas… En los años iniciales de los cincuenta, regía el destino del Real Club Recreativo de Huelva, en calidad de presidente, Jerónimo Rodríguez. Hombre expeditivo en sus decisiones. Así, como se produjeran muchas bajas entre los miembros de la plantilla de jugadores de su Club (con el inconveniente que ello suponía para los resultados de los partidos y su posterior clasificación en la tabla), optó por regalarles a cada futbolista una caja de inyectables, un tubo de comprimidos de quinina, un bote de leche condensada y una hermosa botella de brandy Jerinax: inyectables para el normal funcionamiento de las vías respiratorias, quinina, para evitar que aumente la fiebre, en los ya griposos o resfriados; la leche condensada y el cognac era para combatir la gripe sudando lo más que se pudiera. Fue un remedio santo: Se acabaron las lesiones y las bajas y llegaron las victorias para el Club Decano.

En los años siguientes, la marca de leche condesada La Lechera ocupó mucho espacio en las páginas del diario Odiel y derrochando regalos, como el televisor con que se vio agraciada, en abril de 1969, Mª del Carmen Cuáquero, y con sus célebres ofertas, en los primeros meses de 1973, en las que ofrecía dos botes de La Lechera pagando uno solo.

A mediados de julio de 1973, la propia Empresa Nestlé pone a la venta la leche condensada Nutricia, la leche del desayuno, que no llegó a hacerse firme en el mercado español. En la actualidad, la leche condensada se puede adquirir en bote, en tubo… empleándose para las mil y una recetas culinarias que desembocarán en los más refinados pasteles.

La leche en polvo se obtiene mediante la deshidratación de la leche pasteurizada. Este tipo de leche fue producida por primera vez en 1802 por el doctor ruso Osip Krichevsky.

La única referencia sobre leche en polvo de la primera mitad del siglo XX, está vertida en el diario La Provincia del 22 de octubre de 1912 y textualmente dice: "Leche artificial. Se ha producido un gran invento. Se trata de la leche artificial fabricada por un laboratorio de Francfort. El nuevo producto es de absoluta inocuidad, agradable al paladar y más nutritiva que la leche natural; si se confirma su bondad, la ruina de cuantos hasta ahora se dedican a explotar el negocio de las lecherías, en combinación con Aguas de Beas, S A".

Y es que habiendo tenido excelente ganado vacuno nuestra provincia, esta leche no se utilizó mucho en nuestra ciudad hasta los años iniciales de la década de los cincuenta del siglo pasado. Expliquemos el motivo: Nuestro país estaba en vía de desarrollo debido a la guerra civil. España inició relaciones de amistad con Estados Unidos y la Ayuda Social Americana, a través del llamado Servicio Escolar de Alimentación del Ministerio de Educación Nacional, benefició a más de dos millones y medio de niños y niñas de las Escuelas Primarias de España con suministros diarios de leche, mantequilla y queso, que a los niños de entonces nos parecía de riquísimo sabor.

En la provincia de Huelva fueron más de 25.000 los escolares que recibieron ese llamado complemento alimenticio escolar.

Como testimonio de agradecimiento a la Ayuda Social Americana, se acordó que cada provincia española ofreciera a uno de los Estados norteamericanos un álbum que, literalmente, se hiciera portador de esta gratitud, conteniendo, además, textos, mapas gráficos, fotografía que dieran idea del modo de ser de la provincia oferente. Y la provincia de Huelva le dedicó su álbum al Estado de Minnesota. Finalicemos con todos los detalles del envío onubense a través del diario Odiel: "…La Delegación Provincial del servicio de Alimentación a cuyo frente está don Juvenal de Vega y Relea con la colaboración de un equipo formado por los maestros nacionales don Manuel del Pino González, don Francisco López García, don Francisco Carrión Díaz, don Justo Daza Calagues, don Antonio Castilla Cordero y el joven artista onubense, ex alumno de las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús, don José María Franco Gutiérrez, ha trabajado con la mayor ilusión para que su ofrenda tenga la calidad correspondiente al beneficio recibido y a la entidad que se ofrece. Entre unas tapas, magníficamente encuadernadas en piel y con rotulación en oro, va una espléndida colección de láminas de las que recordamos las siguientes: escudo de la provincia, la dedicatoria, datos geográficos e históricos con un fragmento del diario colombino del mapa de Juan de la Cosa; pinturas y fotografías de carácter artístico; escolar e industrial de nuestra capital, un plano…".

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