Urbanismo | Patrimonio protegido

La joya de Palacio se dispone a brillar

  • Esta semana comienzan las obras en el emblemático edificio de la antigua Papelería Inglesa para su rehabilitación interior y la recuperación de la fachada

Las Navidades dejarán este año un gran regalo a la ciudad con la recuperación del edificio de la antigua Papelería Inglesa. Esa emblemática construcción de la calle Palacio, una de las joyas del patrimonio arquitectónico de Huelva, va camino de recobrar el esplendor del pasado, el de 111 años atrás, cuando fue levantado en pleno centro para la familia Muñoz. Las obras empiezan en apenas tres días, con una rehabilitación general que devolverá a la fachada la integridad del característico arco de entrada y las viseras de forja que tanta singularidad aportaron al proyecto inicial del arquitecto jerezano Francisco Hernández-Rubio Gómez.

Hace meses que el Grupo Lyncis adquirió el inmueble como parte de su estrategia de contribuir a la conservación del legado patrimonial en la capital. Desde entonces se ha trabajado de forma exhaustiva para rehabilitar este edificio del número 13 de la calle Palacio, catalogado en el Plan Especial del Casco Histórico de Huelva con grado 3 de protección ambiental, aplicado a construcciones que poseen interés en su configuración exterior de fachada a espacios públicos pero que no cuentan con una estructuración interior con valores que justifiquen su protección.

Alfredo González González es el arquitecto encargado del proyecto de rehabilitación, para el que no ha encontrado muchas pistas para desarrollarlo, sin planos del edificio ni documentación relativa a su construcción. La investigación ha sido compleja y son las fotografías antiguas recopiladas la única referencia fiel que se maneja para planificar la actuación que ahora se va a acometer.

La más significativa estará en la fachada, con la restitución del arco de entrada al local comercial de planta baja, que fue destruido en los laterales y en los remates superiores por la colocación de cartelería y escaparates en las últimas décadas, mucho antes de que se diera protección al inmueble.

La catalogación del Ayuntamiento de Huelva detalla la existencia de esos “elementos inadecuados exteriores”. Cualquier concesión de licencia de obras debía contemplar, por tanto, la supresión de los elementos disconformes y su reconstrucción acorde a la composición original del edificio.

Estado original de la fachada, en tiempos de la Papelería Inglesa. Estado original de la fachada, en tiempos de la Papelería Inglesa.

Estado original de la fachada, en tiempos de la Papelería Inglesa.

La fachada debe ser ahora redefinida, de manera que, por indicaciones del departamento municipal de Urbanismo, se aproxime lo máximo posible a la disposición originaria. Por ello, mientras las obras comienzan esta semana, se siguen buscando piezas cerámicas de ladrillo adecuadas, que no desentonen por su color con el resto del conjunto en los tramos de arco que deben ser repuestos.

Lo mismo ocurre con el murete de piedra de la fachada, mutilado a ambos lados de la puerta de entrada al local, y que deberá ser restaurado de la forma más fiel posible al original, siempre con la previa aceptación por parte de los servicios técnicos del Ayuntamiento.

“Seguiremos muy pendientes durante el desarrollo de la obra, que en todo momento permanecerá bajo la supervisión de nuestros técnicos”, indica el teniente de alcalde de Urbanismo, Medio Ambiente y Transición Ecológica, Manuel Gómez. Hay un gran interés en el Ayuntamiento, asegura, por “recuperar para el paisaje urbano de la ciudad esta fachada modernista de gran impacto visual”, dentro de su “compromiso con las enseñas de nuestra arquitectura”.

El arquitecto de Lyncis Design destaca el entendimiento existente con Urbanismo, por cuanto que ambas partes tienen clara, más allá de la regulación existente, la necesidad de realizar una rehabilitación a imagen del original de 1908.

En esta línea se trabaja también para la reconstrucción de las estructuras de forja y vidrio que actuaban como visera sobre la entrada a la vivienda y el balcón de la primera planta, que también tienen como única guía las fotografías conservadas de la época en la que era Papelería Inglesa.

Todos estos detalles que restan por cerrarse respecto a la fachada, explica Alfredo González González, obliga a que los primeros trabajos de la reforma se centren en el interior del inmueble.

Aunque la protección del edificio no alcanza a su interior, el proyecto con el que se trabaja pretende también volver al origen. Con licencias de obra menor anteriores se ha actuado en el local comercial para configurar un espacio diáfano de techos altos y con los muros originales de ladrillo a la vista, como el suelo de mármol descubierto bajo una capa de vinilo. Una vez que concluyan las obras, esta planta será sede de la firma inmobiliaria del grupo propietario, Lyncis Real State, que dispondrá también de un pequeño sótano visible desde el exterior a través de sendas rejas de ventilación a ras de suelo.

Puerta original de entrada a la vivienda en la primera planta, en perfecto estado. Puerta original de entrada a la vivienda en la primera planta, en perfecto estado.

Puerta original de entrada a la vivienda en la primera planta, en perfecto estado. / Lyncis Design

El uso de la vivienda en las plantas superiores no está definido pero se procederá también a su total restauración, manteniendo, igualmente, la fidelidad a los materiales originales. En este sentido, las escaleras de acceso a la vivienda hasta la segunda planta, con peldaños de mármol y barandilla de forja y madera, también serán restaurados, como toda la carpintería interior, al igual que la exterior.

Lo mismo se hará en las estancias de las dos plantas, diáfanas en la actualidad y con un suelo de baldosas hidráulicas que se conservará. Estas mismas losas forman parte de los peldaños, con borde de madera, que alcanzan el último tramo de la escalera, hacia la azotea, donde también se actuará para su adecuación y seguridad.

En los próximos meses irán tomando forma todas estas actuaciones para contribuir a que la Casa de la viuda de Muñoz, como la proyectó Hernández-Rubio, recupere el brillo y dote a Huelva de un edificio de gran singularidad y valor arquitectónico. Una nueva joya al alcance de todos los onubenses en la céntrica calle Palacio.

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