Diputación de Huelva

Cuatro jóvenes encuentran otra oportunidad en la Casa Paco Girón

  • La Diputación renueva su convenio anual con la asociación para la acogida residencial de chicos en proceso de inclusión social

Concha Salas y Salvador Gómez firman el convenio.

Concha Salas y Salvador Gómez firman el convenio.

La asociación Casa Paco Girón mantiene en acogida a cuatro jóvenes onubenses que se encuentran en pleno proceso de inclusión social. Son chicos de entre 18 y 35 años, derivados por los Servicios Sociales Comunitarios, que han constatado el deseo y preparación de todos ellos para recuperar sus estudios, en la mayoría de los casos, y completar su inserción social y laboral. La aportación realizada por la Diputación de Huelva es clave para que ese proceso tutelado se pueda cubrir en las instalaciones que la asociación tiene en la capital, donde los jóvenes pueden realizarlo con independencia.

La Diputación y la asociación Paco Girón presentaron ayer la reedición del convenio que articula esa colaboración cara a 2019 y concretado en una subvención de 50.603 euros. Es la apuesta, ha dicho el diputado de Bienestar Social, Salvador Gómez, “por las personas más vulnerables de nuestra provincia, las más necesitadas, como son aquí los jóvenes en riesgo de exclusión social”.

El trabajo realizado por la asociación con los cuatro beneficiarios contempla su alojamiento, alimentación, higiene, vestuario, orientación, asesoramiento, talleres ocupacionales, ocupación de ocio y tiempo libre y todas aquellas herramientas que permitan su plena integración social y laboral.

La presidenta de Casa Paco Girón, Concha Salas, ha explicado que es fundamental la labor realizada por los Servicios Sociales Comunitarios de toda la provincia y por el equipo de Bienestar Social de la Diputación para “detectar los problemas entre los jóvenes en riesgo de exclusión social” y realizar un seguimiento, antes de proponer su participación en el programa de Casa Paco Girón.

Estos chicos no siempre proceden de familias desestructuradas o con falta de recursos económicos y en su mayoría han abandonado los estudios, no trabajan y presentan un fuerte desarraigo social.

“Cada vez hay más jóvenes con 18 o 19 años que ni han completado la formación básica ni tienen experiencia laboral, sin habilidades sociales fundamentales, que están muy desorientados y con un alto nivel de desmotivación”, cuenta Salas.

En el trabajo que realizan en la provincia los servicios sociales se detectan también los efectos de “una sobreprotección de jóvenes universitarios” en el seno familiar, que hace que retrasen su proceso de madurez personal hasta los 21 años, al menos, cuando ya empiezan a orientar más su futuro, siempre con ayuda. Son jóvenes, dicen, “con mochilas”, de las que deben despojarse para poder caminar en el futuro.

Éxito del programa

Desde que la Diputación pasara a colaborar con Casa Paco Girón para el alojamiento de jóvenes, en enero de 2016, la asociación ha prestado apoyo a diez (seis chicas y cuatro chicos) llegados de distintas comarcas de la provincia. Ahora todos tienen trabajo y viven de forma autónoma, después de haber podido retomar un proyecto de vida que abandonaron años atrás.

El tiempo medio de estancia en el centro es de 18 a 21 meses, emancipados pero acompañados por voluntarios y personal de Casa Paco Girón, así como extutelados que han pasado por un proceso similar, cuya experiencia es también de ayuda para ellos.

“No es cuestión de asistencialidad sino de derecho, de dignidad y de justicia social”, asegura Concha Salas, que subraya la fuerte apuesta realizada para “no dejar a nadie atrás”.

Son personas vulnerables, recuerda Salvador Gómez, a las que hay que mostrar que es posible conseguir su inclusión en la sociedad. Siempre con voluntad y con ayuda de todos.

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