Un joven de Huelva renuncia a su sueño de ver a Bad Bunny en concierto por su madre enferma y se hace viral: "Ahora iré con la mujer de mi vida a verlo a Puerto Rico"

Se llama Jesús Rivas, tiene 27 años, es de Huelva y su historia ha conquistado a medio mundo. Todo comenzó hace unas semanas cuando a través de las redes sociales anunció que sorteaba su entrada para asistir al concierto de Bad Bunny en Puerto Rico debido a que su madre tenía que operarse de manera urgente y quería estar a su lado. "Mi sueño era ver a Bad Bunny pero cuando me enteré de la operación el resto me dejó de importar. Yo solo quería que fuera bien. Puedes tener lo que quieras, pero si no tienes esa luz, no tienes nada", explicaba el onubense en el programa de televisión Primer Impacto, de Univisión.

Ya tenía la entrada y el vuelo reservado para ver al artista en Puerto Rico, pero el estado de salud de su madre dio un giro a los planes. Se quedó a su lado y, por suerte, la operación salió bien. Aunque este no es el final de la historia. Más bien el principio.

Tras su estremecedor anuncio ese amor de hijo y su renuncia se hicieron virales. Miles de usuarios vieron el vídeo en el que Jesús sorteaba su entrada VIP, contando la razón que había detrás, sin imaginar que su testimonio llegaría, nada más y nada menos, que hasta el equipo del artista puertorriqueño.

Tainy, un reconocido productor puertorriqueño que es una pieza clave en el éxito de Bad Bunny, se puso en contacto con Jesús para contarle que habían visto su vídeo, que se habían emocionado y que querían regalarle el viaje a Puerto Rico para que cumpliera su sueño de ver al cantante en directo. Y lo que es aún mejor, junto a su madre. "Me dijo que no preocupara, que Dios no deja nunca a nadie solo, como tú hiciste con tu madre. Nosotros no vamos a dejarte solo a ti, así que te viene para Puerto Rico", rememora aún emocionado Jesús.

"Tras la operación lo primero que le pregunté al médico fue que si mi madre podía viajar a Puerto Rico en un mes y me dijo que sí. A ella le dije que si me hacía ilusión cumplir el sueño de mi vida de ver a Bad Bunny en Puerto Rico, hacerlo con ella me hacía aún más feliz".

Ahora el onubense tiene tarea: enseñar las canciones de su ídolo a la mujer de su vida. Una tarea que ya comparte en redes y que está siguiendo de cerca toda su comunidad de seguidores, que sigue engrosándose aún más tras la viral historia.