Los jesuitas se marchan tras 86 años de labor pastoral en Huelva

El viernes, a las 19:00, tendrá lugar la misa de despedida que presidirá José Vilaplana Blasco

Continuarán su labor los colegios de la capital y Trigueros, así como su obra social y juvenil

Iglesia de los jesuitas en la calle arcipreste san Manuel González. / Eduardo Sugrañes

La Compañía de Jesús cierra la comunidad de jesuitas de Huelva en este mes de junio. Mañana viernes, a las 19:00, será la misa de despedida que presidirá el hasta ahora obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, que en estos momentos es administrador apostólico de la diócesis.

La permanencia de la compañía en esta provincia continuará a través de sus dos colegios, Centro SAFA-Funcadia y Centro SAFA Santa María Magdalena en Valverde del Camino, que seguirán su labor como hasta ahora.

Este cierre se enmarca dentro del proceso de reestructuración de presencias que la Compañía de Jesús inició en 2014 con la integración de sus cinco provincias en una, la Provincia de España. Con el motivo del cierre se ha ofrecido a la diócesis el templo de San Francisco Javier que la compañía tiene en la ciudad.

La iglesia pasará ahora a ser gestionada por la parroquia mayor de San Pedro, a cuya feligresía pertenece, que será reforzada con el reciente nombramiento de un vicario pastoral, Juan García Cobos, que se encargará de las misas en este templo.

En el Centro Pastoral Javier que se ubica en el mismo inmueble que la comunidad, se desarrollan en la actualidad actividades pastorales y de fe-justicia propias o en colaboración con otras entidades: Itinerarios de oración, Ejercicios Espirituales en la vida ordinaria (Achesil), Entreculturas, Scouts y Asociación Cristiana de Viudas.

El Comedor Benéfico Social Virgen de la Cinta -ubicado en locales de la compañía, en la calle Lucena del Puerto 12-, que atiende a diario a más de cien personas seguirá ofreciendo sus servicios, en colaboración con la asociación que lleva este nombre.

Los centros educativos SAFA-Funcadia en Huelva y SAFA-Santa María Magdalena en Valverde del Camino mantendrán su identidad ignaciana. En la actualidad educan a 1.700 alumnos y forman parte de la Fundación SAFA, que fundó en 1940 el padre Villoslada.

La comunidad jesuita ha tenido hasta ahora su sede en la calle Fernando el Católico, 2. En este último año han residido cuatro jesuitas a los que se le encomienda a partir de ahora nuevos destinos por parte de la compañía.

La labor de los jesuitas ha sido siempre muy reconocida por la ciudad de Huelva, ya que su primera tarea estuvo directamente vinculada a los más jóvenes en una etapa tan dura como la de la posguerra, ofreciéndoles formación profesional de calidad.

Estos jóvenes eran la avanzadilla social del padre Laraña, el jesuita más carismático en Huelva por su dedicación a los más necesitado. En él se refleja la labor de la compañía en estos 75 años recientemente celebrados por el colegio. José María Laraña Álvarez-Ossorio, no sólo tiene una calle en Huelva desde 1963, sino que la ciudad lo hizo hijo adoptivo en 1997 y recibió la Medalla de la Ciudad entregada al SAFA- Funcadia, en 1994.

Interior d ela iglesia de los jesuitas en Huelva. / JOSUÉ CORREA

Una primera presencia en el siglo XVI en Trigueros

La presencia de los jesuitas en Huelva se remonta a 1563 cuando el padre Laínez, siendo general de la Compañía de Jesús, aceptó comenzar las obras del Colegio Santa Catalina de la Villa de Trigueros, gracias a la donación de la condesa de Niebla y que se convirtió en un centro religioso y educativo de gran afluencia en la comarca.

Era la sexta fundación de la compañía de Andalucía y obtuvo gran fama e incluso organizó algunas expediciones al Nuevo Mundo, dispuso de imprenta desde fecha muy temprana. Su decadencia es a partir del terremoto de 1755, a lo que se sumó la expulsión de los jesuitas por Carlos III en 1767.

En el siglo XX la presencia de los jesuitas en Huelva se hace muy activa, siendo su referente las Escuelas del Madre de Dios o del Padre Laraña como todos le conocían, que es el actual centro SAFA-Funcadia.

En 1934 se abrió la primera comunidad en la ciudad onubense en la calle Puerto. A partir de 1939-40 los jesuitas ejercieron su ministerio en la iglesia del antiguo convento de San Francisco donde se fundaron el Apostolado de Oración y las Congregaciones Marianas de San Luis y de San Estanislao.

En 1945, puso en marcha el Politécnico Madre de Dios en Villa San Carlos, que años más tarde contaría con cerca de quinientos alumnos. Entre 1947-1960 destaca la Congregación de San Francisco Javier, así como la obra social Comedor-Dispensario y Ropero de Nuestra Señora de la Cinta.

En el postconcilio se daría un nuevo impulso a la atención a jóvenes con la creación del Movimiento Scouts Católicos y diversas Comunidades Cristianas, además de la formación religiosa y sacramental en los Centros Educativos. En 1964 se derribó la antigua iglesia y residencia; y se comenzaron las obras.

En 1966 la comunidad se trasladó a la nueva residencia en calle Cardenal Cisneros, pero no sería hasta 1973 cuando se inauguraría el nuevo templo, el actual, que lleva el nombre de San Francisco Javier. Allí se ha concretado la atención pastoral: eucaristías, acompañamiento personal, sacramento de la reconciliación en horario fijo, ejercicios espirituales...

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