Huelva

Un caminar a El Rocío libre de toda condena

  • Dieciséis internos de la cárcel de Huelva realizan su peregrinación a la aldea almonteña. La comitiva cambia las ofrendas de flores por cestas de alimentos

Comitiva rociera formada por reclusos, voluntarios y monitores.

Comitiva rociera formada por reclusos, voluntarios y monitores. / Alberto Domínguez (Huelva)

Los internos de la Prisión Provincial de Huelva realizan su tradicional peregrinación a El Rocío. Son ya veinte los años que lleva la cárcel onubense organizando esta salida especial previa a la romería, con el objetivo de fomentar las tradiciones onubenses y contribuir a la reinserción social de los presos.

En esta edición son dieciséis reclusos, doce hombres y cuatro mujeres, los que están realizando el camino a la aldea almonteña. La comitiva salió a las siete y cuarto de la mañana del centro penitenciario. Estaba previsto que realizaran la peregrinación dieciocho internos, pero al final por diferentes motivos dos de ellos no pudieron hacerlo.

Los presos, todos ellos en segundo grado, iniciaron con gran ilusión su caminar a El Rocío, esperaban con impaciencia que llegara este día para poder vivir la experiencia. Uno de los peregrinos portaba el Simpecado de la Asociación Rociera del Centro Penitenciario de Huelva. Junto a los internos iban voluntarios y monitores.

La primera parada fue en San Juan del Puerto, donde los peregrinos realizaron una ofrenda de alimentos al Simpecado de la Hermandad del Rocío de la localidad.

Los reclusos disfrutaron de cada uno de los momentos de esta primera jornada de camino, fue para ellos un día especial.

Emotiva fue su visita al Simpecado de la Hermandad del Rocío de Moguer, la madrina de la Asociación Rociera del Centro Penitenciario de Huelva, donde Manuel Correa, que todos los años acompaña a los reclusos en su peregrinar, se reunió con ellos, para cantar a la madrina las sevillanas compuestas especialmente para ella. Ante el Simpecado, el alcalde de Moguer, Gustavo Cuéllar recibió a la comitiva rociera.

En La Burrera, los peregrinos tomaron un refrigerio, ofrecido por el empresario hostelero Manuel Raposo, que todos los años muestra su carácter solidario con los internos de la cárcel onubense que participan en esta iniciativa.

También hubo ofrenda a la Virgen del Montemayor en su ermita. Previamente, la comitiva estuvo con la Asociación Abriendo Puertas.

Los internos pasaron la noche en la casa hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Palos de la Frontera. Los peregrinos se encontrarán hoy con la Virgen del Rocío en su ermita, donde se celebrará por la tarde una misa de despedida.

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