Indignación en Huelva por las oposiciones al cuerpo de maestros: "Muchos suspensos por faltas de ortografía han sido injustos y es frustrante"
"El sentimiento no es solo de indignación sino de frustración e impotencia al ver que después de tanto tiempo estudiando, tanto tiempo preparándolo te cae un examen, con temas que controlas, supuestos prácticos que sabes hacer, escribes 40 carillas y te bajan cuatro puntos por cuatro tildes en palabras que a lo largo del examen ya habías escrito bien acentuadas"
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Tras las oposiciones al cuerpo de maestros que comenzaban el pasado 21 de junio en Huelva, los aspirantes se han mostrado "indignados" por la evaluación de las pruebas.
Las faltas de ortografía han sido motivo de suspensos en un gran número de casos, debido a que con cinco faltas se invalidaba el examen escrito, implicando así que el aspirante quedaba exluido del proceso selectivo, sin poder siquiera optar al oral, según la normativa.
Esto ha traído consigo un descontento generalizado, ya que, según cuentan algunos onubenses a este periódico, "en numerosas invalidaciones del examen escrito se han tenido en cuenta erratas, es decir, errores, en vez de falta de ortografía. Muchos se están quejando porque los tribunales los han suspendido por cosas sin sentido".
Paco, uno de los aspirantes, cuenta que, "por ejemplo, en la palabra «metodología», algunos han visto la «a» del final como una «o» y la han considerado falta; o el tribunal ha interpretado una «P» como mayúscula, siendo minúscula. Tonterías". Asegura que, según la RAE, no es lo mismo errata que falta de ortografía. Afirma que "Sí es verdad que viene recogida en la normativa la invalidación por faltas de ortografía, pero ha sido excesivo y se han cargado a muchísima gente. Hay tribunales en los que ha aprobado un 10 %. Eso nunca ha ocurrido".
En cuanto al oral (la segunda prueba de la oposición tras superar el examen escrito) también ha habido un gran descontento entre los aspirantes. "Mucha gente ha sido invalidada por no poner en la portada «cuerpo de maestro», tal y como se recogía en la convocatoria. Esas tres palabras. Imagínate Educación Física. Hay gente que ha puesto la especialidad y ya está. Se supone que cuando tú ingresas y metes los datos para subir tu programación, antes de realizar el oral, indicas los códigos que pertenecen al cuerpo de maestro. Es indignante".
Además, asegura, a muchos los avisaron tarde, después de exponer: "Eso lo avisaron al tercer día, cuando ya había gente que había expuesto. Entonces, a partir de ese día que salió ese comunicado de la Junta, llamaron a la gente que había expuesto para decirle que la tenían invalidada. Y, a partir de ese día, a todo el mundo que no tenía lo de «cuerpo de maestro» en la portada, pues no le dejaron exponer. ¿Qué pasa? Que la gente ha recurrido".
En estos casos, la Junta de Andalucía ha permitido que se vuelva a llamar a los damnificados y, aún sin tener especificado en la portada «cuerpo de maestro», van a tener derecho a exponer y ser evaluados. "Eran alrededor de 400 personas afectadas en Huelva", asegura.
Frustación e indignación tras años de preparación
Pablo es maestro con mención en Educación Especial y este ha sido el tercer año que se ha presentado a las oposiciones. Él, como cientos de profesionales de Andalucía, sabe bien lo que es despertarse cuando aún no ha amanecido sin distinguir entre un lunes y un domingo para estudiar. Una prueba que se ha preparado concienzudamente y que, a pesar de haberla "superado" a nivel de conocimientos, no ha llegado a buen puerto debido, precisamente, a los criterios de evaluación y, en este caso, a las consideradas por el tribunal como "faltas de ortografía".
"El sentimiento no es solo de indignación sino de frustración e impotencia al ver que después de tanto tiempo estudiando, tanto tiempo preparándolo te cae un examen, con temas que controlas, supuestos prácticos que sabes hacer, te llevas escribiendo cuatro horas y media sin parar, tratas de hacerlo lo mejor posible y te encuentras que en un examen de cuarenta y pico carillas escritas te bajan cuatro puntos en ambas partes por cuatro tildes en palabras que a lo largo del examen has repetido bien acentuadas".
Pablo siempre ha sido un estudiante brillante a nivel gramatical. "No cometo faltas en mi día a día, ni mucho menos, pero al escribir tanto, a veces hay olvidos. Echar por tierra todo mi trabajo por el hecho de que en algún momento puntual, una vez, durante esas cuarenta y pico carillas, he olvidado colocar un acento (que repito, previamente había colocado bien), es completamente injusto".
Asegura que "eso le podría pasar a muchísima gente, incluida a aquella que corrige. Te quedas con la sensación de que todo el trabajo no ha valido para nada. Es muy duro".
Para este joven natural de Trigueros, esta es "una posición absolutamente injusta que no valora tu capacidad, no valora tus conocimientos, no valora cómo eres como maestro ni mucho menos, simplemente valora el vomitar la teoría. Un temario que es absolutamente abierto porque sólo dan títulos y cada uno se lo prepara de una manera". En su caso, además, lamenta la disparidad de criterios entre los cinco miembros del tribunal, ya que "había puntos que me lo han valorado unos con un 2 y otros con un 9 y no sé cómo puede haber tanta diferencia".
Por todo ello, dice, "quizás sea el momento de renovarse, de cambiar y reformular las bases y darnos oportunidades reales a los maestros a la hora de evaluarnos, como en el resto de las oposiciones que se hacen en Andalucía".
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