El incendio más grave registrado en los 45 años de historia de la Refinería
El último siniestro es el único que se ha saldado con dos muertes en las instalaciones de la petroquímica


El del miércoles es el incendio más grave que la refinería La Rábida ha sufrido a lo largo de sus 45 años de historia, tras provocar la muerte de dos trabajadores y lesiones graves a otros dos. El siguiente en gravedad se registró hace seis años y se saldó con una víctima mortal. Los demás siniestros que se han registrado en el complejo petroquímico han sido de menor gravedad y no ocasionaron fallecimientos.
Tras el del miércoles, el segundo incendio más grave tuvo lugar el 19 de julio del año 2004 a las 10:15 tras detectarse por un fallo en uno de los transformadores de intensidad de la subestación eléctrica de la planta de Energía de la empresa mientras un trabajador realizaba una revisión visual en las inmediaciones. En esta ocasión, el accidente se saldó con la muerte de un trabajador que, al presentar varias quemaduras, fue trasladado desde el hospital onubense Juan Ramón Jiménez a la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde falleció.
El resto de incendios fueron de menor gravedad, como el que se produjo el 8 de octubre del año 2001 en la planta de Lubricantes de la Unidad de Desasfaltado (SDA), en torno a las 19:50, debido a una explosión en la que se barajó la posibilidad de que se tratase de un ataque terrorista, algo que el entonces subdirector de la empresa, Emilio Abarquero, se apresuró a desmentir. Este accidente no ocasionó víctimas.
El más reciente de ellos, a excepción del sucedido el pasado miércoles 4 de agosto, se produjo el 5 de mayo de 2007 en un despacho junto al laboratorio de cromotografía de la refinería, a las 21,30, y fue controlado una hora después, siendo el incidente más leve ya que no produjo daños personales.
La Refinería además ha sido testigo de otro tipo de siniestros como el registrado el pasado 26 de octubre de 2005, cuando se produjo un vertido de crudo ligero cuando el petrolero Almudaima descargaba en la monoboya de la refinería, que se concentró en dos manchas. Una de ellas, de menor tamaño aunque mayor consistencia, se situó frente a la Flecha del Rompido, entre Cartaya y Lepe, y la otra, de mayor extensión y menor consistencia, a unos diez kilómetros de la costa de Huelva. El vertido, que se prolongó durante cuatro minutos, fue de 600 metros cúbicos de crudo. Unas cien personas colaboraron en las labores de retirada de los restos de crudo en la playa de Nueva Umbría y en el río Piedras, recogida que acumuló unas 2.802 toneladas de arena, la mayoría transportada a granel y 69 toneladas en 230 bidones.
El más reciente, el del pasado verano, cuando el 30 de julio se originó un derrame de crudo en la línea submarina por la que la compañía conducía el combustible desde la monoboya hasta la refinería de Cepsa, originado por agentes externos a la compañía.
Fuentes de la multinacional informaron a Europa Press que Cepsa tiene certificados que la acreditan como una de las refinerías "más seguras de España y de Europa", a la vez que añadió que se invierten grandes cantidades en información y responsabilidad social.
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